↳dodici.

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─number nine: tulipanes y amor。

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number nine: tulipanes y amor

Después de conocer a su madre, la mayor había quedado encantada con Ilay tanto como ella con su madre.

Ambas mujeres rápidamente se habían hecho cercanas y eso, le hinchaba el corazón de felicidad a Felix al ver como dos de las chicas que amaba –junto a sus hermanas– se llevaban bien. No podía evitar sonreír al ver como Ilay se acoplaba con su progenitora, como la ayudaba en las comidas, como estaba con ella cada que tomaba fotos, como escuchaba sus historias y sobretodo: como aceptaba las muestras de afecto que la mayor le daba incluso como si fuera su propia hija sin ninguna intención o con incomodidad.

Al paso de una semana, sus hermanas llegaron a Corea justo como habían predicho.

Y el chico podía sentir su corazón explotar de amor y felicidad (si es que eso era posible) al ver como rápidamente su novia se hizo cercana también a sus hermanas.

Para el rubio, siempre fue un sueño que su pareja tuviera una buena relación con su familia; y la chica rizada se había ganado rápidamente el cariño de la suya así que no podía evitar sonreír cada que las veía juntas a las 4. Esperaba que el mes que ellas estarían en Corea sirviera para que Ilay también se sintiera en familia otra vez, pues sabía que ella extrañaba a la suya y que lastimosamente no podían verse como él con su madre y hermanas, al menos no hasta que terminara el intercambio y ella tuviera que volver a su país.

—¡Ilay, cariño, ¿podrías venir?! He tomado unas fotos preciosas de las flores del jardín y quiero tu opinión.

La voz de Lina se escuchó en el cuarto donde Felix, Ilay y sus hermanas estaban pasando el rato. Olivia hizo un puchero dejando de jugar con los rizos de su novia cuando todos escucharon el llamado de la mayor, Rachel y Felix sonrieron viendo como su hermana menor hizo un pequeño berrinche y es que Ilay y ella se habían vuelto bastante cercanas; Olivia alguna vez llego a hablar con la mayor en una de las tantas videollamadas que tenían y estaba ansiosa por conocer a su cuñada, así que desde que llego, ambas habían pasado mucho tiempo juntas y se habían vuelto confidentes.

Con Rachel era otra historia, aunque no dejaban de llevarse bien, la mayor de todos era como la madre de Felix, adoraba a su cuñada, especialmente al ver lo feliz que su hermano se miraba con ella y como Ilay parecía quererlo genuinamente. Pero Rachel siempre fue más tranquila, tenía pláticas con su novia de vez en cuando pero por supuesto no estaba "pegada como pulga" (como había dicho una vez haciéndolos reír) a Ilay como Olivia.

—En un momento regreso —aviso la rubia levantándose. Camino hasta donde estaba Felix recostado en la cama jugando videojuegos en su móvil y beso su frente con ternura, recibiendo una mirada de los tres hermanos: una soñadora, una con ternura y una absolutamente llena de amor con las mejillas sonrojadas ante aquel gesto. Ilay salió del cuarto yendo a donde estaba su madre y él suspiro sin poderlo evitar.

𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐇𝐈𝐂𝐈𝐌𝐎𝐒 𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑࿐ 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora