Capítulo 1.- FLORECER

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Kouki estaba sentado en el sofá del lujoso departamento de su mejor amigo, sentía que todo lo que le pasaba en ese momento era un cliché aburrido de novela. Lo agradecía hasta cierto punto, pero lo odiaba.


Le dolía la cabeza, la nuca, los pies y muchas más zonas de su cuerpo. Pero la zona que más sentía destrozada era su corazón.




—Deja ese te que al parecer no ayuda en nada, todo estará bien, me tienes aquí para apoyarte—




Kouki levanto la vista, haciendo lo que se le pedía, sonrió mientras veía los rojizos ojos de su mejor amigo.


Kouki venia de un pueblo algo rural, había llegado a Tokio para estudiar la universidad, se suponía que al terminar la carrera volvería a su pueblo para ejercer y se casaría con la linda jovencita que le habían escogido sus padres.



Sin embargo, en esos momentos se hallaba desterrado por su familia, solo y sin trabajo. Vivía con Kagami hacia apenas 3 días, cuando el cumulo de todo lo que le había sucedido en la última semana le había explotado por fin en la cara.



Kagami Taiga había sido un alfa. Venía de Estados Unidos, habiendo hecho el cambio de casta por caros procedimientos médicos, ahora era un orgulloso omega. Aun tenía esa personalidad dominante y fiera propia de un alfa, pero podía concebir y tenía pequeños ciclos de calor como cualquier omega.


Kouki; sin embargo, había nacido como un alfa, el orgullo de sus padres. Aunque no había distinciones sociales entre castas, aun algunas zonas rurales deseaban más a unos que otros por los trueques económicos por ellos.

Kouki no tenía problema con ello, ser alfa u omega le tenía sin cuidado. A pesar de su edad, sus ciclos de celo no eran tan fuertes como solían contarles sus compañeros. Sinceramente no parecía un alfa, pero no era un omega.

Entonces sucedió que; el día de la fiesta de graduación se perdió en su memoria. Despertó en su departamento, dolorido, lleno de marcas en su cuerpo y con una enorme mordida en su glándula de olor.


Los omegas podían marcar a sus alfas, pero eran mordidas pequeñas que dejaban aromas dulces. La marca en su cuello no solo era enorme, sino que dejaba un aroma de posesión duro, tan territorial que ninguno de sus compañeros se le acercaban.

Kagami; al haber sido antes uno de ellos, supo lo que le sucedía al momento de olerlo, explicándole con rapidez y alarmado el asunto.



—Anoche te perdiste entre la multitud— le había dicho —No alcance a ver con quien te marchabas, pero no te veías ebrio... lo siento, de haber sabido te habría sacado



Kouki estaba devastado, estaba marcado por alguien desconocido y ese alguien no solo era "un alguien" era nada más ni nada menos que un Delta.

Esta mutación de las castas, era más poderoso que un alfa, era simplemente más. Pero, así como eran de poderosos eran elusivos. A esta casta se le enseñaba a pasar desapercibida, se intuía incluso que el primer ministro de la nación era uno de ellos, pero nada estaba confirmado.


Dos meses después de lo sucedido se dio cuenta con horror que algo se gestaba en su vientre.



—Lo siento Furihata— le hablo el médico —Los Deltas suelen tener una química en su cuerpo que hacen cambiar la casta, cuando un alfa quiere cambiar a omega, se usan genes modificados de un Delta, lo que significa que has hecho la transición sin hacerla


¿C-Como? ¿Quiere decir que... t-tengo un útero y gesto u-un bebe? — pregunto ya pálido y asustado



No sucede a cada alfa joven Furihata, de ser así cuantos cambios no habría, porque sabemos que el ser humano tiene muchas variantes en cuanto a la práctica del sexo. Tu genética es propensa a este cambio, tu alfa no es tan fuerte como para no ceder ante un delta, es por eso que, a pesar de estar gestante, sigues siendo un alfa



El medico comenzó a explicarle todos los cambios que le sucederían con forme avanzara el embarazo, q ue tendría un par de semiciclos de calor omega, que sus instintos territoriales alfa se opondrían a su instinto omega proteccionista con su bebe. Kouki escuchaba cada palabra, pero no podía entenderla.



¿Sería un fenómeno alfa/omega?



El doctor él dijo que no sería así, aun tendría la capacidad para embarazar a un omega u beta si decidía tener una relación de ese tipo, aun contaba con su nudo. La diferencia entre un cambio de alfa a omega propiamente dicho, era que el alfa se sometía a una transición de ese que cambiaba completamente al grado de perder su nudo y capacidad de reproducción como alfa, para tener ciclos omegas con sus celos para poder procrear.



El proceso es sumamente doloroso, tanto físico como psicológico, tanto que no lo recomiendo, así que lo que te sucede no es lo mismo— el médico le dio un folleto sobre abortos, dándole una seria mirada— Si deseas puedes acceder a esta opción, si no quieres el niño nadie te juzgara, pero si deseas tenerlo debes ponerle todo el empeño y responsabilidad que se debe



Kouki le había decidido. Tendría al niño.





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—¿Te dolió mucho? — le pregunto a Kagami esa tarde mientras cenaban



—Si, se siente como si tu carne se quemara por dentro, después se enfría cuando te separan de tu psique alfa y luego hierves de nuevo cuando la genética omega es introducida, pero; desde pequeño siempre quise tener un bebe, saber que se sentía una vida en tu interior, una patada en las cosquillas y ya sabes, los antojos. Mi padre me apoyo en cada paso del cambio, por lo que no la pase tan mal—



Kouki comió lentamente la sopa que Kagami había cocinado, pensando en que nunca se le había pasado por la cabeza esa clase de pensamientos, siempre había seguido los ideales de sus padres, tanto así que había perdido comunicación con su hermano mayor. Kouki intento contenerse, intento no dejar bajar las lágrimas por su rostro, pero no pudo evitarlo.



—No te preocupes Furi, te ayudare en todo lo que pueda, buscaremos a ese bastardo y lo obligaremos a que se responsabilice legalmente con tu bebe, después... buscaremos a tu hermano—




Kouki sonrió, limpio sus lágrimas y siguió comiendo. Su bebe crecería con el amor que no recibió de sus padres intolerantes, encontraría a su familia y al hombre que lo había puesto en esa posición.




Las cosas poco a poco se arreglarían o al menos eso le decía el sobre que contenía su aceptación a la escuela a la que había aplicado para dar clases, sonriendo por poder comenzar con su labor como profesor.



Si; saldrían adelante.

CONTROL DE DOMINIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora