Un año después de los acontecimientos del Robomagedón, Colt y Shelly trabajan juntos como policías en la comisaría del nuevo pueblo, Starrwoods. Esta vez deberán tomar el caso de la desaparición de Corbin Peltoh, un botones malhumorado que pasa sus...
Ya estaban a metros de cumplir su meta de encontrarse con Max, y al llegar al pasillo, frente a la entrada del despacho de ella, Surge suspiró, para luego abrir las puertas de la habitación, preparándose para algo que, en el caso de los pueblerinos de Starrwoods, no estaban para nada listos.
Era una sala lujosa, con muchos premios y mercancía de Max Energy. Aun así, lo más interesante era aquella cama que parecía sacada de la realeza, y la enorme televisión que estaba conectada a una de las consolas más costosas y famosas de la actualidad.
Surge: Aquí están. -Se apartó de "la vista", pero no parecía haber nadie en la sala-.
Al menos eso creían, hasta que vieron como la cabecita de una chica salía de entre las frasadas de su cama multimillonaria (con las sabanas manchadas de bebida energética). Apenas los vio, salió de la cama tan rápido como una bala, y comenzó a gritar mientras corría a la velocidad de la luz, tan de prisa que podía correr por las paredes, e incluso, el techo. Surge parecía pasar vergüenza, pues apartaba la mirada y estaba un poco inquieto.
La muchacha dejó impresionada a todo el grupo cuando, en un abrir y cerrar de ojos, apareció frente a ellos, clavando sus pies al suelo y quedándose firme. Allí pudieron ver como, además de su traje, tenía manchada la boca con bebida energética, un liquido verde que se pegaba entre sus dientes.
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Max: ¡Kablam! ¡Pow! ¡Zap! ¡Sizzle! -Dio unos rápidos puñetazos al aire, espantando un poco a los contrarios- Miren sus rostros, ¿por qué se ven tan asustados? ¿Y por qué respiran tan lento? Como sea, ¡Mi nombre es Max pero probablemente ya me conocen por la famosa marca Max Energy! -Hablaba tan rápido que apenas se le entendían las palabras- Creo reconocerte... Tú eres Brock, ¿verdad? ¡Ese niño con el que jugaba baloncesto y Mega-Man cuando eramos solo unos pequeñínes! En verdad me alegra mucho verte, aunque luces un poco cansado, deberías tomar un poco de Max Energy, ¡todo va tan lento que me aburro! Todos aquí deberían tener un poco más de energía, ¿qué les cuesta? ¡Lo único que deben hacer es tomarse un poco de este elixir y ya estarán viendo las estrellas! -Desde el cinturón en su cintura, sacó una botella de bebida energética, y se la tomó toda de un solo sorbo, dejándola totalmente vacía. Luego la tiró al suelo, y se quedó mirando a la nada mientras su boca chorreaba baba mezclada con aquella bebida- ¡KSFJLSKDFNHLSDKAFNLDSAKFNLDASKFJLKSDNFK! -Comenzó a temblar, convulsionar, y dar saltitos en su lugar, para luego tomar carrera y correr de un lado a otro por toda la habitación- ¡WOOHOO!
Sinceramente, nadie se esperaba algo así... NADIE. La adrenalina que esa mujer sentía por sus venas era demasiada como para controlarse a sí misma. Ella ya no controlaba su cuerpo, la energía lo hacía, y no podía parar de correr y derrochar baba por su boca. Una vez regresó con sus invitados, se volvió a clavar en el piso, y siguió con su monólogo.
Max: Como les decía, la energía y la adrenalina que siento ahora mismo es totalmente incalculable... ¡Está bien, era una broma! ¡Vean como me va el corazón a 200 pulsaciones por minuto! -Rápidamente, mostró que, en su muñeca, llevaba un pulsómetro incorporado con su traje de superhéroe. De todos modos, nadie pudo llegar a ver con detalle aquel pulsómetro, pues Max lo quitó de la vista de los demás, ella creyó que ya habían estado mucho tiempo viéndolo, cuando en realidad no pasaron ni dos segundos desde que se los mostró. Todo iba rápido en su vida- Las bebidas energéticas son como un Dios, Max Energy es como un Dios, ¿debería escribir eso en una camiseta? ¡Sería genial como producto de edición limitada! Ya saben, el logo de Max Energy, y debajo... ¡Sé como un Dios! ¡Sé como Max Energy! Oh sí, suena genial, debería llamar ya mismo a la fábrica... ¡Ya estoy tardando mucho! ¡Todo el mundo se va a-... -En ese momento, se frenó de repente, y parecía haber caído dormida en su lugar. Comenzó a roncar como si no hubiese dormido por días-.
