Capítulo 10: Aquel Farol Bajo el Eclipse

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¡¡PLUM!!

Aquel golpe deslumbrante fue como una tormenta de arena a punto de devorar el corazón del sultán más valiente de Medio Oriente.

Un fuerte golpe en la puerta, ruidoso y molesto, enviado con furia desde el más allá. A pesar de lo fuerte que llegó a ser, el ruido que emitió no fue suficiente para despertar a ninguno de los tres chicos, mucho menos al más dormilón de ellos. Sin embargo, unos intentos más tarde, uno de los ojos más avispados se abrió con cierta alarma.

Emz: ¿Hm? -Fue el único sonido que pudo realizar al apoyar su brazo sobre la cama, levantando su cuerpo y sentándose en el colchón, todavía tapada y más despeinada que un león- ¿Pero qué hora es? -Murmuró para sí misma. Lo primero que hizo fue tomar su celular, en el cual pudo ver el reloj- ¿10 AM? -El golpe volvió a oírse, todavía con más fuerza. Emz saltó del susto al escucharlo, y con una expresión de agobio, decidió levantarse-.

Al parecer, el tío Mortis no estaba despierto como para atender a quien sea que esté molestando con sus golpes furiosos en la puerta principal. La zombie se levantó de la cama. Esquivó a sus dos amigos, quienes dormían cómodos en sus bolsas de dormir tirados en el suelo, al lado de su cama, y una vez llegó a la puerta de la habitación, pegó un gran bostezo.

Era muy temprano por la mañana, y si Emz fuera totalmente sincera, podría decir que no estaba para nada acostumbrada a levantarse a esa hora. Ella era de aquellas personas que siempre se despertaban algo tarde, pero justo a tiempo.
Poniéndose unas pantuflas con forma de conejo que sacó de su closet (muy tiernas, ha decir verdad), caminó por el pasillo hacia la escalera, todavía oyendo los golpes fuertes en la puerta.

Emz: Ay, por Dios. -Susurró- ¡¡YA VOY!! -Gritó desde la escalera, histérica, aunque su voz apenas daba para hablar por lo dormida que todavía estaba. Bajando los escalones, se acercó a la puerta principal, y justo cuando estaba por buscar las llaves para abrir... algo extraño sucedió-.

Un sonido distinto le llamó la atención rápidamente. Confundida, Emz subió la cabeza hacia la traba que tenía aquella antigua puerta en frente suya. Que alguien me explique como, con sus propios ojos, logró ver cómo aquella traba se movía sola, como si se tratara de algún ente paranormal.

La zombie se quedó observando la escena. No se movió, no gritó, no corrió ni se desesperó. Ni siquiera fue capaz de entrar en pánico, no, solamente pudo sentir como su cuerpo se congelaba lentamente, paralizándose frente al evento extraño que ahora podía ver en primera fila.

La puerta finalmente se destrabó, y lentamente comenzó a abrirse, dejando paso a una figura extraña y amenazante, desconocida para Emz, una figura que dejaba a cualquier monstruo o demonio en ridículo con solo ver aquel ojo que tanto miedo podía dar.

"¿EN DÓNDE ESTÁ...?"

Preguntó la recién llegada, congelando incluso más a la zombie, que nada podía entender de lo que estaba ocurriendo. Tara la miraba fijamente, ¿pero cómo iba a saber Emz quién demonios era esa mujer tapada hasta la cabeza?

Emz: ... ¿Q-Quién? -Fue lo único que logró preguntar, pero la mujer rápidamente se acercó a ella, y subió la cabeza para entrar en un contacto visual aterrador-.

Tara: ¡¿DÓNDE ESTÁ SANDY?! -Gritó. Solo podía ver rojo como un toro. En un impulso agresivo, la tarotista tomó a Emz de su camiseta y apretó su puño, agarrándola con firmeza-.

La zombie quizá podría ser más alta que Tara, pero lo cierto era que estaba aterrada a más no poder. La tarotista lograba muy bien su cometido, y no tenía problema en atemorizar a quien sea con tal de cumplir su objetivo; encontrar a su estrellita.

★ Brawl Stars: Orígenes ★ (TEMPORADA 2) ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora