♡˖꒰.Llámame Romeo.꒱˖♡ [BrightWin] || AU

⑪| Tengo hambre, pero no de comida

Los planes de desayunar comida se convirtieron en unas tremendas ganas de comerse a su conejo, y es que sentía tanta adrenalina por lo sucedido momentos atrás que solo quiso saciar esas ganas.

Entraron al último salón de ese edificio, prácticamente era un tipo almacén del cual solo tenían acceso Mike, Mew y él, así que guió a Win hasta ahí, quien para ese punto mostraba una mirada de lujuria.

Entraron y sin previo aviso del porqué estaban ahí, Bright se lanzó sobre los labios de su conejo, esos regordetes y esponjosos labios sabor cereza, sus manos tomaron sus suaves mejillas para poder intensificar más ese beso, Win le correspondió al instante y es que tener los besos de su novio es la perfecta adición de la que siempre quería más.

Ligeros gemidos salían de la boca de Win, de los cuales la mayoría eran atrapados por Bright, las caricias que ambos poco a poco se daban los estaban enloqueciendo.

--Te deseo Winnie.. dejame hacerte el amor.. ¿si?-- le decía mientras repartía besos en todo el cuello del menor.

--aahh Vachie.. siii..--

Fue la confirmación de Bright necesitaba, metió sus manos sobre la ropa de Win, acariciando la suave y tersa piel, sintiendo el estremecimiento, el cálido calor que éste emite, guió sus manos por el borde del pantalón de Win hasta llegar a desabrochar su botón, volviendo a la parte trasera metió sus manos para acariciar sus redondas nalgas.

--Tienes un cuerpo tan perfecto y hermoso Winnie.. me vuelves loco..--

Win estaba fuera de sí, la tremendo exitacion que sentia no lo hacía pensar y simplemente se dejaba llevar, amaba como Bright lo acariciaba, escucharlo decir que le gustaba su cuerpo era algo especial y único, Bight podía llevarlo hasta la luna con una sola caricia, podía hacerlo acariciar las estrellas con cada uno de sus besos, amaba tanto a su novio y agradecía al destino por haberlo puesto en su camino.

Ambos aun abrazados se dirigieron a uno de los escritorios que estaba cerca, Bright sentó con cuidado a Winnie no sin antes ayudarlo a bajar por completo su pantalón junto a su ropa interior, Win miraba atento a cada movimiento que su novio así, vio cómo besaba sus piernas e iba haciendo un caminito de marquitas rojas, llegó justo hasta la erección que ya para ese punto estaba al máximo..

--aahh Vachieee!!..-- dio un gemido alto y es que Bright metió por completo el miembro de Win, saboreando toda la extensión, recorriendolo con su húmeda lengua, siguió succionando cada vez más rápido, mientras que con su otra mano desabrochaba su pantalón y dejaba salir su propio miembro.

Win desabrocho por completo su camisa, dejando a la vista su perfecto six pack, esos hermosos y rosados botones que con sus propias manos acariciaba.

Con su propio pre semen, preparó la entrada de Winnie, sacando también un condón de su pantalón, se lo puso de inmediato, Win no tardaría en correrse y para ser sinceros él tampoco, hizo un poco hacia adelante a Win sobre el propio escritorio, quedando con mayor facilidad la entrada de Winnie.. direccionó su miembro y poco a poco fue introduciéndolo, ambos dejando salir gemidos de placer que retumbaban en el lugar.

Comenzó con ese vaivén tan malditamente exquisito, podía sentir cómo las paredes internas de Win se acoplaban a la perfección con su miembro, ambos se miraban a los ojos mientras sus caderas se movían en sincronización, Win gemía aún más cada que Bright tocaba su punto dulce, tres estocadas más y ambos se corrieron al mismo tiempo, sintiendo como el orgasmo los hace presos de una inmensa sensación de placer. Bright se abrazo de su novio, sintiéndose exhausto, pero a la vez complacido, había descubierto que hacer el amor con Win es una de las cosas que más ama hacer junto a su novio.

--Te amo tanto Winnie..-- y selló con un beso la culminación de su entrega, ambos se limpiaron con el papel que Win traía en la bolsa del lonche, se acomodaron la ropa y se sentaron en un pequeño sofá que había en el lugar, tanta acción despertó su hambre, pero ahora si de comida, platicaron de cosas triviales y durante al menos la siguiente hora permanecieron en su pequeña burbuja.