↪ CAPITULO 2 ↩

18.9K 1.7K 536
                                    

Resumen del capítulo:

Lan Wangji lamenta que su Jingshi fuera un regalo por sus esfuerzos de guerra y no viviera en él a los 15 años. Un título para éste: Xichen es el mejor hermano.

⋙⋙⋙

Dejando a un lado las celebraciones al estilo Gusu, el clan Lan no era estúpido. Lan Wangji había desaparecido durante días, se había desvanecido en el aire sin ni siquiera una palabra de explicación, sin permiso, nada, y regresó trayendo consigo al discípulo principal de Yunmeng Jiang. Además, a pesar de su cuidadosa moderación, era dolorosamente visible que aparentemente lo que sea que los unió estos últimos días hizo que se cuidaran el uno al otro en un grado sorprendente.

Los ojos llenos de sorpresa seguían a Lan Wangji, reacio a cualquier falta y serio más allá de su edad, preocupado por Wei Wuxian como si el otro chico fuera una flor frágil en lugar de uno de los cultivadores más prometedores de su generación. Por otro lado, Wei Wuxian actuaba de manera lo suficientemente extraña como para justificar cierta preocupación. Lo ocultó muy bien, pero ni siquiera su sonrisa podía cubrir la repentina palidez de su rostro cuando vio los semblantes severos de los ancianos del clan Lan, la sorpresa en sus gestos cuando la gente hablaba con él, como si fuera un fantasma, así como la mirada perdida que tenía cuando miró alrededor del campo de entrenamiento donde los jóvenes discípulos practicaban su manejo de la espada y no encontrar a quien estuviera esperando ver allí.

Lan Xichen estaba igualmente confundido y preocupado. Sin embargo, sobre todo, era un hermano leal, por lo que cuando Wangji pidió que todas las explicaciones se postergaran para el día siguiente, apoyó la solicitud: "Tío, deberíamos dejar que Wangji y el joven maestro Wei descansen esta noche y ellos hablaran con nosotros mañana después del desayuno".

Frente a la única alternativa, Lan Qiren cedió, pero ese no fue el final del problema.

Durante la cena, Lan Wangji y Wei Wuxian se sentaron juntos, tan cerca que sus rodillas se tocaban. No conversaron, aunque el joven maestro Wei abrió la boca pareciendo listo para comenzar a hablar antes de recordar en el último segundo que está prohibido al menos una docena de veces, pero la comunicación entre ellos fluyó sin parar. Todo lo que hizo falta fue una mueca de consternación en el rostro de Wei Wuxian cuando probó la sopa de hierbas (para ser justos, hoy era particularmente amarga) para que Lan Wangji se la quitara de las manos y la cambiara sin necesidad de palabras por uno de sus tazones de arroz. Wei Wuxian le sonrió con gratitud y coloco algunos trozos selectos de las frutas más dulces de sus propios platos.

Sin embargo, lo más crítico sucedió cuando Wangji insistió en que Wei Wuxian durmiera en su habitación. Lan Xichen no pudo ocultar su sorpresa ante la descarada solicitud, parpadeando aturdido ante su siempre obediente hermano pequeño finalmente mostrando su naturaleza obstinada por primera vez desde que el tío le había gritado por insistir en esperar a que su madre abriera sus puertas después de su muerte. Esta vez también el temperamento del tío estalló, ¡no era de extrañar, ante tal propuesta!- Wei Wuxian tiró de la manga de Wangji, medio escondido detrás de él y murmurando que estaba bien, que estarían bien.

Los ojos obstinadamente brillantes de Wangji se suavizaron cuando se volvió para mirar al otro chico. "Pesadillas", dijo simplemente. Wei Wuxian parpadeó y suspiró con una suave risa.

"¡No son tan malas estos días, Lan Zhan! Tratemos de no enemistarnos con tu familia desde el comienzo, ¿eh?" Dijo en voz baja, ojos plateados enganchados en la mirada de Wangji e igualmente tiernos. La cabeza de Lan Xichen dio vueltas. ¿Lan Zhan? ¿Estos días? ¡Se conocen desde hace una semana como máximo!

Para sorpresa de tío, Wangji cedió, aunque visiblemente reacio, respondió a la pequeña y brillante sonrisa de Wei Wuxian con un leve movimiento de sus propios labios.

Fᴀᴍɪʟʏ (Wᴀɴɢxɪᴀɴ)_TʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora