Fᴀᴍɪʟʏ (Wᴀɴɢxɪᴀɴ)_Tʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ

↪ CAPITULO 13 ↩

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Jiang Yanli se sorprendió al ver a Lan Wangji en las cocinas. Parecía algo fuera de lugar y, aunque lo escondió bien, ella pudo ver que estaba un poco incómodo.

"Segundo joven maestro Lan" lo saludó y sonrió cuando al verla su rígida postura se relajó un poco. "¿Te has perdido?"

"Señorita Jiang, no lo he hecho", respondió. "Vine a... cocinar para Wei Ying", admitió después de un breve momento de vacilación.

¿Oh? ¿Es algo que hacía en el futuro? ¡Que dulce! "A-Xian tiene suerte de tener un marido tan cariñoso", dijo cálidamente. "¿Hay algo en particular que quisieras hacerle?"

"En Gusu prefiere mi comida por las especias. Pero no conozco ningún plato que prefiera a uno preparado por la Señorita Jiang", respondió.

"Ah, ¿te gustaría aprender algunas de sus recetas favoritas?" ella ofreció. Lan Wangji se inclinó ante ella en súplica y ella se apresuró a sacarlo de allí. "Por favor, segundo joven maestro Lan, no hay necesidad de eso. Tengo en ti otro hermano pequeño. Estaré encantada de concederte tu deseo".

La miró en silencio por un momento antes de respirar profundamente y decir, "Entonces Wangji estará feliz de aprender de Shijie".

Jiang Yanli no pudo evitar sonreír, aunque lo intentara. "Entonces comencemos con la sopa de raíz de loto y costilla de cerdo.

"Es el favorito de A-Xian", dijo mientras se acomodaban en el proceso de cocción. "Creo que le recuerda a la primera vez que vino con nosotros. Estaba tan pequeño y hambriento... tan silencioso. La raíz de loto es rica en nutrientes y la sopa es uno de los mejores alimentos para los pacientes en recuperación, o para los cultivadores que trabajan duro". La prepare para él entonces, para ayudarlo a estar saludable y sentirse más como en casa. Él y A-Cheng la piden todo el tiempo, pero ninguno de los dos pidió aprender cómo hacerla", dijo con cariño. "¿La has probado, segundo joven maestro Lan?"

"Wangji," la corrigió.

"Entonces, Wangji," accedió felizmente.

"No lo he hecho", respondió Lan Wangji a su pregunta.

"Entonces es una suerte que comenzamos con él. ¡Podrás probarla antes de que alguien se entere de que hicimos un poco y se lo beba todo!"

(...)

Wei Wuxian se despertó con una cama vacía y un recuerdo de unos cálidos labios en su frente. Lan Zhan se había levantado, y decidió pasar la mañana siendo una persona productiva y responsable mientras Wei Wuxian dormía.

Enterró su sonrisa en la almohada y se estiró como un gato. Dioses, pero su cuerpo se sentía tan bien. No como un bien placentero. Sólo bien. Nada duele. La energía lo recorría en una corriente cálida incesantemente y tuvo que quitarse la manta de una patada porque por una vez se sentía demasiado cálido.

Cuando se arrastró fuera de la cama hizo algunos ejercicios para despertarse y todas sus articulaciones y músculos obedecieron sin una pizca de dolor. Ni una sola punzada de su columna vertebral. Su estómago retumbó, se sintió vorazmente hambriento y...

En realidad, había estado agradecido por tener una segunda oportunidad. Todas sus quejas sobre el cuerpo de Mo Xuanyu siempre se han hecho más por desahogarse que porque estaba realmente molesto.

(Está bien, no, al principio estaba increíblemente molesto por haber vuelto a la vida. Pero eso pasó rápidamente).

Y, de todos modos, no era como si su propio cuerpo no hubiera estado cansado y muerto de hambre cuando ocurrió el Asedio. Paso por mucho desde que comenzó el campo de adoctrinamiento.