Fᴀᴍɪʟʏ (Wᴀɴɢxɪᴀɴ)_Tʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ

↪ CAPITULO 23 ↩

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El año de estudios para discípulos invitados en Cloud Recesses había terminado, pero Lan Wangji y Wei Wuxian permanecieron allí, esperando pacientemente el próximo movimiento de Wen Ruohan. Como era de esperar, se les exigía todas las sectas que enviaran a los herederos de sus líderes a Qishan Wen para su adoctrinamiento.

"...ya que no hemos podido enseñarles correctamente nosotros mismos", repitió Lan Qiren lo que le acababan de pasar en un tono engañosamente tranquilo.

Wei Wuxian lo miró con honesto regocijo, por una vez no fue el objeto del temperamento del viejo maestro. "Qué audaz es el líder de la secta Wen", instigó, "Considerando la absoluta vergüenza que su hijo menor paso en la competencia de tiro con arco".

"Esa es precisamente la causa de esta farsa", reflexionó Qingheng-Jun. "Jin Guangshan lo dijo: Wen Ruohan no estaba satisfecho con los resultados de la competencia".

"Ah, pero fue una competencia, ¿no?" Wei Wuxian dijo, sonriendo. El líder de la secta Lan le envió una sonrisa de respuesta.

"¿Sabes? Jiang Fengmian dijo lo mismo", le dijo y vio como Wei Wuxian casi brillaba de felicidad, los ojos grises se iluminaban con chispas plateadas.

La familia, para Wei Wuxian, se había dado cuenta, era absolutamente todo. Teniendo en cuenta el poder del niño, que excedía con creces a la mayoría de los cultivadores vivos, y su control sobre el corazón de Wangji, Qingheng-Jun estaba muy contento de tenerlo de su lado.

"No hace falta decir", interrumpió Lan Qiren, para nada conmovido por el estado de ánimo de Wei Wuxian, "no enviaremos a Xichen, ni a Wangji, ni a nadie más. Esta es una demostración obvia de poder y otra admisión de la caída moral de Wen Ruohan. Puede casi haber alcanzado la inmortalidad, pero su poder sólo sirve para convertirlo en un ser humano menor de lo que solía ser".

Wei Wuxian se preguntó distraídamente si esas palabras se habían dicho alguna vez sobre él.

"Qishan Wen atacará", dijo Lan Wangji. "Negar la voluntad de su líder de secta será tomado como una provocación".

"Me lo imagino", asintió Lan Xichen. "Wangji, ¿esto había sucedido antes, en tu pasado?"

"Sí."

Wei Wuxian se acercó más y tomó la mano de su esposo entre las suyas, acariciando suavemente los fuertes dedos hasta que gentilmente, oh, tan gentilmente se cerraron alrededor de los suyos. Así animado, Lan Wangji completo. "Wen Xu trajo consigo una fuerza abrumadora. Gusu Lan no estaba preparado, sometido y obligado a entregar nuestras técnicas. Más tarde, quemaron el Pabellón de la Biblioteca y otros edificios. Xiongzhang logró guardar muchos textos y esconderlos. No sé dónde. desapareció durante muchos meses".

Después de un breve silencio, Lan Qiren preguntó sin miedo: "¿A cuántos perdimos?"

"Demasiados," respondió en voz baja Lan Wangji. "Shufu resultó herido. Padre también. Padre," su voz vaciló un poco, "no se recuperó. Logramos esconder a los niños, pero por lo demás todos los discípulos capaces lucharon y un gran número cayó. Muchos murieron debido a las heridas. Las quemaduras no se curaron bien. El personal civil fue diezmado".

Su mano se aferró con más fuerza a los dedos de Wei Wuxian.

"Bueno, esta vez será muy diferente", dijo el Patriarca de Yiling en el silencio resonante con una sonrisa desagradable en los labios.

Qingheng-Jun se estremeció. Muy contento de verdad.

"Pensemos en una estrategia", dijo Lan Xichen.

"Entraron por la puerta principal. Mataron a los guardias antes de que pudieran enviar una advertencia y procedieron casi sin ser molestados al corazón de Cloud Recesses", relató Lan Wangji.