Fᴀᴍɪʟʏ (Wᴀɴɢxɪᴀɴ)_Tʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ

↪ CAPITULO 24 parte 2 ↩

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Wei Wuxian lo miró y trató de asegurarle que estaba bien. Cualquier cosa para mantener la paz, cualquier cosa para evitar el baño de sangre. Si había la más mínima posibilidad, estaba dispuesto a sacrificar una mano. Aprenderia a usar su izquierda. De todos modos, no le dolería tanto como perder su núcleo

Olvidó que Lan Zhan tendría que ser azotado si iban con lo que Wang Lingjiao quería. Olvidó que el baño de sangre sucedería de todos modos. Se olvidó de Chenqing. Solo quería mantener la paz.

Los ojos de Madam Yu se agrandaron cuando lo vio desenrollar su muñequera, luego se acercó peligrosamente. En el momento siguiente, se dio la vuelta, el olor a ozono llenó el aire y abofeteó a Wang Lingjiao en la cara con tanta fuerza que cayó al suelo con un grito de sorpresa.

"Debería cuidarse adecuadamente la jerarquía en las sectas", gruñó. "Entonces, ¿Quién eres tú, puta, para venir a mi casa y decirme qué hacer?" Volvió a golpear a la niña en la otra mejilla hasta que se acurrucó sobre sí misma, gimiendo. "¿Quieres castigarlos? ¡¿Te crees superior?! Déjame decirte quién es la Señora de esta casa. Soy yo, no tú".

Wei Wuxian se quedó boquiabierto.

Los escoltas de Wang Lingjiao desenvainaron sus espadas y, antes de que nadie pudiera parpadear, Madam Yu los envió con de la energía eléctrica de Zidian al suelo.

"Marido", dijo, "me ocuparé de la escoria de aquí".

Jiang Fengmian tragó saliva y asintió visiblemente. "Entonces iré a activar los escudos, como planeamos. Esté a salvo, mi Señora."

Estuvo a punto de llegar a la puerta antes de que se oyera el sonido de pasos corriendo y apenas se las arregló para evitar ser golpeado por una mano brillante de...

"¡NO!" Wei Wuxian gritó, los ojos encendidos con un fuego escarlata. Madam Yu ni siquiera tuvo tiempo de levantar a Zidian para que golpeara antes de que un látigo del más puro resentimiento envolviera la mano de Wen Zhuliu y se retorciera.

La energía brillante que rodeaba su palma ceso y Wen Zhuliu cayó de rodillas con un gruñido de dolor que casi no se pudo escuchar en el estruendo de múltiples voces que gritaban al ver la transformación que parecía ocurrirle a su discípulo principal.

Los ojos fueron solo el primer paso. Su cuerpo estaba envuelto en humo negro. Su cabello y túnica parecían cobrar vida propia, ondeando a su alrededor y la flauta que de repente apareció en su mano nunca había sido tan negra como en ese momento.

En medio del caos causado por esta inquietante vista, Wang Lingjiao logró deslizarse desapercibida hacia las puertas y activar una bengala.

El cielo ardía sobre ellos. En las aguas silenciosas, innumerables embarcaciones con innumerables enemigos se acercaron más, prometiendo a Lotus Pier el mismo destino.

Pero Jiang Fengmian estaba aquí y cuando los guardias que habían estado parados en el exterior de las puertas cortaron rápidamente la garganta de Wang Lingjiao, paso por encima de su cuerpo y corrió hacia el patio, gritando órdenes a cada discípulo para que tomaran sus posiciones y se prepararan para la batalla.

Pronto, en lugar del sol rojo de la secta Qishan Wen, el cielo nocturno sobre ellos desapareció detrás de una cúpula púrpura que ninguna fuerza rompería. Wen Chao podría lanzar a toda su gente a la vez y se mantendría fuerte.

Dentro del salón principal, Chenqing dejó escapar un estridente grito de batalla y la mano de Wen Zhuliu fue arrancada de su cuerpo con un repugnante sonido de carne desgarrada. La sangre salpicó el suelo de nuevo, pero Wei Wuxian aún no había terminado.