En ocasiones no sabía si aquello era un bosque o una selva. Tan pronto se encontraba con altos y gruesos árboles que le impedían cualquier tipo de visibilidad como se veía arrastrada en una densa madeja de arbustos que laceraban con sus hojas afiladas la piel de sus tobillos. Hacía un calor densamente húmedo y los pájaros gruñían y graznaban de rabia antes de desaparecer entre el follaje hacia una localización menos violenta.
La flora detenía el paso del sonido, pero algunos gritos de guerra lejanos conseguían dotarla de cierto sentido de la orientación en medio de unos pasajes que se repetían sin cesar. Tashigi había llegado a pensar que estaba corriendo en círculos, pero el alivio por fin llenó su pecho de la energía suficiente para perseguir aquella esencia vital tan distinguida a la que su kenbunshoku haki apuntaba.
Incluso a aquella distancia, incluso sin el mínimo atisbo de hostilidad en ella, la esencia reverberaba en su piel como la réplica de un terremoto. Era increíblemente poderosa, dominante y predatoria. Cuando miraba en su dirección, sentía otro par de ojos perforando su alma. No necesitaba ver a su dueña ni escuchar sus pasos ni oler su perfume. Podía percibir su presencia incluso sin haki; toda la naturaleza parecía sometida a sus pies, con ramas deformadas pero no quebradas, pasos sinuosos abiertos sin marca de un sendero humano y conjuntos de roedores que siempre huían en dirección contraria.
Boa Hancock, la Emperatriz Pirata, estaba a unos simples pasos de distancia, sin ningún interés en ampliar su ventaja sobre ella, y su cuerpo era completamente consciente de aquello.
A Tashigi le habría gustado ir acompañada de su mentor, Smoker, mas este seguía ocupado con sus propios menesteres de vicealmirante. Además, la sacudida mundial que era la destrucción de los privilegios del título de shichibukai había provocado levas masivas y una reorganización de la plantilla que en ocasiones resultaba más desfavorecedora que gratificante. Muchos de los buques de la Marina de su pelotón habían entrado en batalla directa con las piratas Kuja mucho antes de ver la costa de Amazon Lily, pero pronto la acción se había trasladado a la isla y las amazonas luchaban con la habilidad de diez soldados cada una. Tashigi se había visto obligada a dejar en cargo a Koby, el único otro capitán del equipo, mientras buscaba a Boa Hancock para completar la misión que los había traído allí, mas ahora se arrepentía por completo.
Si había quedado completamente indefensa ante el más débil Trafalgar Law, ¿qué podría hacer ahora para presentarle batalla a Boa Hancock? ¿Qué podía planear una simple capitana contra una de las piratas más poderosas del mundo?
Tashigi no tuvo tiempo para desesperarse ante la ausencia de posibilidades: una vez atravesó la línea de árboles, la vio en el centro de un gran claro.
La seda roja rodeaba su pecho y caderas como si no desease despegarse de ella, que la evitaba tanto como podía. Su cabello negro y lacio, en cambio, rodeaba sus hombros y cuello como si estuviese desperado por proteger a su dueña antes incluso de que detectase cualquier tipo de amenaza. La cabeza de serpiente de uno de sus pendientes dorados la observaba atentamente, aunque la vista turquesa de su dueña reposase en un tulipán que giraba entre sus dedos a escasos centímetros de sus pestañas alargadas. Su expresión no era precisamente plácida, con la mandíbula apretada, pero había un sentimiento melancólico y distante detrás de aquel pequeño gesto de inocencia. Apenas soplaba aire, pero un ligero olor a rosas llenó el pecho de Tashigi en un suspiro. No le cabía ninguna duda de por qué la denominaban la mujer más bella.
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Taste the revolution; One Piece Lesbian Week
Fiksi Penggemar"Love you like a sister always Soul sister, rebel girl Come and be my best friend Will you, rebel girl? I really like you I really wanna be your best friend Be my rebel girl" © Proyecto semanal centrado en las mujeres del manga/anime One Piece. Diri...