EL SUICIDA QUE SE ENAMORO.

Capítulo 18

–Nombre completo. –pregunta Valt sin cambiar su semblante. –

–Suoh Genji. –respondió con calma la primera pregunta ¡Yei! –

–Edad.

–14 años.

–¿Dónde conociste a mi hermano?

–En la escuela, hace poco.

–¿Cuánto tiempo?

–Me mude con mi primo hace menos de 4 meses, conocí a Toko hace 3.

–Familiares.

–Vivo con mi primo de 19, mis padres viven en Estados Unidos, ninguno tiene antecedentes penales, por si te interesa.

–¿Qué tan buenas son tus calificaciones?

–Mi promedio es de 9.

–¿Cuáles... –Valt no terminó con su cuestionario porque lo interrumpieron. –

–Valt, deja al pobre. –se queja Nika y Suoh lo agradece. Empezaba a ponerse nervioso con esa mirada. –

–Tks, ya que, esto no se acaba, te estaré observando.

–Claro. –responde y aunque esté muerto de miedo y nervios, no dejaba de ver al mayor. –

–¿Te quedaras a cenar?

–Tengo que ir con mi primo.

–Llámalo y dile que venga, sirve que conozco a tu familia.

–Bien. –acepta y saca su teléfono para llamar y a los segundos contestaron. –Oye, estoy en casa de mi novio, ¿Estas ocupado?.... Que bueno, te mando la dirección y vienes, te lo quiero presentar formalmente... Bien, te veo acá. –Suoh finaliza la llamada. –Dice que será un placer.

–Bien, iré a hacer la cena.

–Te ayudo. –se ofrece Nika. –

–Ok, Suoh, te mando a Toko, estas en tu casa. Vamos, Nika. –ambos hermanos salieron de la sala y fueron a la cocina. –Toko, ve con tu novio, luego hablamos de esto.

–Si, Valt.

–¿Sabes que? –murmura Nika al mayor, con un tono divertido. –

–¿Ahora que quieres?

–Ya no te quiero ayudar.

–Créeme que eso no me mortifica, así no se corre el riesgo de que quemes la casa.

–¡Oye! Eso no fue mi culpa y lo sabes. –la niña se cruzó de brazos, indignada. –

–Toko cocina mejor que tu, luego te daré un curso intensivo.

–No lo necesito.

–Si, y urgente.

–¡Eres un pesado! –se queja la niña, haciendo reír a su hermano. –Casi lo olvido, ¿Cómo te fue en la banda?

–Regular, tire a Free al piso.

–¿Free? ¡¿Esta en Japón?!

–Sabía que olvidaba algo, también estudia en Beygoma.

–Parece acosador.

–Eso mismo le dije.

–Oye, ¿No humillaste tanto a los demás?

–Créeme que no lo iba a hacer, pero Aiga me retó.

–Nunca cambias, pero bueno, me voy con Toko.

–Bueno, no hagan una idiotez.

–¿Cuándo hemos hecho una idiotez?

–¿Te lo recuerdo?