VIII

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- Hola a todos -saludó Sam sentandose en la mesa, Sadie a su lado hizo lo mismo un tanto intimidada por las miradas de los cinco chicos frente a ellas. Estaban en la cafetería en la mesa de siempre.

-Chica helados -exclamó Dante, él siempre le ponía apodos a todos- y Chica fuego.

-Que tal Dante

- Todo cool.

Al otro lado de la mesa Aidan las miraba entre confundido y molesto. Tenía años que Sam no estaba con él en el almuerzo.

- ¿Qué... -empezó pero Blake lo interrumpió.

- Invite a Sadie y a Sam a sentarse con nosotros hoy, espero no les moleste. -las antes mencionadas sonrieron- Siempre es bueno hacer nuevos amigos ¿no creen? - Aidan iba a decir algo pero se detuvo al ver que sus amigos estaban de acuerdo con Blake.

- Además traje pastelitos -agregó Sam dejando la caja al frente- Siéntense afortunados, son una nueva receta.

-¡Si! -Blake alzó los brazos, entusiasmado.

Y todos en la mesa también se pusieron felices. Estos chicos sí que eran demasiados fáciles de comprar.

Todos excepto uno. Aidan, que no dejaba de mirar a Sam como si le hubiera salido un tercer ojo. Al ver qué la miraba ella le sonrió burlona. Definitivamente su pasatiempo favorito era molestar a Aidan.

- Oye Sam ¿irás al partido del sábado? -preguntó Cameron, el capitán del equipo de básquetbol.

-Lo más probable es que sí.

- ¡Tienen que ir a ver cómo les pateamos el trasero al otro equipo! -Dante golpeó la palma de su mano con un puño.

- Estás loquito -le dijo Sadie con una sonrisa tímida.

- Un poco tal vez -este se encogió de hombros.

Y siguieron conversando de cualquier tema sin importancia. Sam como desde pequeña hablaba de todo con todos. Sin embargo siempre trataba de incluir a su mejor amiga Sadie, ella era un poco más introvertida.

Aidan, que no había participado en la conversación, se levantó para ir a sentarse justo a lado de Sam.

-¿Que se supone que estás haciendo? -preguntó irritado

-¿Yo? Almorzando ¿Y tú?

-No seas-

- Ridícula -terminó por él y luego rodó los ojos- Aidan solo estoy conviviendo con los chicos, ellos también son mis conocidos. Además no eres dueño de ninguna mesa, si te molesta mi presencia puedes irte -soltó

Él se quedó callado un buen rato. La chica temió que hubiera sido muy grosera con su contestación, pero la verdad se lo merecía. Aidan no se tentaba el corazón a la hora de molestarla o burlarse de ella.

- No me molesta.

Sam lo miró sorprendida - ¿He?

- Que no me... no olvidado. Pero que sea la primera y última vez que te sientas aquí -la señaló amenazante.

- Pues no. Yo estaré dónde quiera y con quién quiera. Por si no lo notaste a tus amigos les caigo bien y ellos a mí, y no pienso amargarme la vida por ti -se acercó a Aidan quien retrocedió como pudo- No me vas a intimidar más.

I CREAM 🍦 •Aidan Gallagher•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora