XIII

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Pasada la media noche, el frío se había intensificado en el hospital.

Habían llegado hace 30 minutos y aún no se podían comunicar con Aidan, comenzaron a revisarlo, hablar con él para salir del shock pero no le interesaba nada ni nadie más que no fuera Sam. Solo movía el pie de un lado a otro ansioso.

-Tienes que estar tranquilo- la enfermera no se separó de él en ningún momento-están haciendo lo posible para que ella se ponga bien.

-Quiero verla -susurró apenas audible.

-Por supuesto. La verás, solo necesito que des unos datos antes...- fueron a la parte de recepción, Aidan le entregó su teléfono para que copiara el número de la casa de Sam.

Con voz entrecortada y apenas audible avisó que Sam se encontraba en el hospital. Y fue todo lo que dijo.

Colgó y se dirigió a los asientos de la sala de espera, no estaban tan llenos para su suerte, quería estar solo.

-¿Cuantos años tienen? -preguntó la enfermera acercándose a él.

-Diecisie... -hubo un pequeño silencio, Aidan negó con la cabeza.- ¡Es mi culpa¡ ¡Yo la obligue a salir, nos escapamos, ella fue por mi culpa!

-Hey calma -posó su mano en el hombro de Aidan- Tienes que ser positivo, aunque parezca difícil serlo en estos casos - Llamaron a aquella chica tenía que volver a su laborde asistencia - Vuelvo en un rato.

El chico volvió a quedarse solo, intentó tranquilizarse pero no pudo, todos los malos pensamientos llegaban a su mente como un rio de problemas.

Aidan se encontraba llorando como nunca lo había hecho y por primera vez en su vida estaba rezando, estaba tan desesperado que no sabía que hacer realmente.

Llevó sus manos a su despeinado cabello y lo jaló un poco, después pasó sus manos a sus ojos para retirar las lágrimas.

"Cálmate, estará bien. Lo estará." se repetía una y otra vez internamente.

¿Era su culpa? Lo que había pasado ¿Era su culpa?

Él solo quería...

Suspiró una vez más cubriéndose la cara con las manos.

El chico no sabría que decir a sus respectivos padres , solo quedaba esperar. Es lo que había dicho el doctor, esperar a que ella estuviera consciente.

-¡Que le hiciste! - el ojiverde escuchó una voz femenina muy conocida.

Al momento Aidan levantó la mirada se encontró con London, quien lo mataría con la mirada si fuera posible. La chica se abalanzó contra él sujetandolo por el cuello de su playera.

-¡Todo es tu culpa! -gritó furiosa.

-¡Alto London! -Jody alzó la voz en cuanto estuvo frente a ellos - ¡Estás en un hospital! -reprendió a su hija.

Tras un momento de silencio London soltó al chico que pudo respirar de nuevo. El señor Angel miró a Aidan con una mezcla de tristeza y enojo.

-S-señor...

-Aidan...- habló el hombre con un hilo de voz -¿Qué estaban haciendo?

Gallagher se detuvo un momento al pensar bien su respuesta y daría la verdadera.

-Solo fuimos por un helado.

Fue lo último que dijo para que las lágrimas se volvieran a apoderar de él.

Volvió a su asiento y se tapó el rostro mientras que el padre de la chica se dirigía a pedir información sobre ella.

-Sam Angel -dijo el mayor dirigiéndose a la enfermera. Ella asintió y tras firmar un par de papeles lo dejaron entrar para ver a su hija.

I CREAM 🍦 •Aidan Gallagher•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora