EPÍLOGO

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El funeral de Sam fue de los más hermosos, las personas más allegadas a ella habían estado presentes, llevando girasoles, las favoritas de la chica, diciendo algunas palabras y guardando varios minutos de silencio mientras que su música favorita sonaba.

Blake horneó un pastel, de esos que Samy le había pasado la receta y lo colocó junto a su tumba. Ethan volvió a despedirse de su mejor amiga. Y Sadie... Ella prometió bailar en cada pump it up  que pudiera, imaginando tenerla a su lado, riendo a carcajadas.

Los estudios revelaron que su causa de muerte fue gracias a infarto en el corazón, que en algún momento sucedería.

Tan solo una semana había pasado desde aquel día trágico; en los siete días no hubo día en los que Aidan no llorara. Lo hacía hasta caer dormido, hubo noches en las que no pegó el ojo sin embargo lo tenían bien vigilado, les preocupaba que algo pudiera pasarle o que pudiera hacer algo totalmente malo.

Cam era la única persona a la que Aidan podía ver, con la única que podía hablar e incluso era el único que había logrado sacarle una sonrisa en esos siete días de caos.

Alguien tocó la puerta de la habitación del chico, quién no se levantó de su cama (cosa que había hecho toda la semana) solo murmuró un pase y la puerta se abrió.

London entró lentamente.

-Hey...-su voz sonó suave, la mayor llevaba una caja en manos y se sentó en la cama junto a Aidan -sería estúpido preguntar cómo estás, es claro que estamos hechos mierda.

-Al menos no olemos de esa manera- soltó el ojiverde, tratando de bromear. Ambos sonrieron.

- ¿Sabes que ella no se fue odiandote cierto? -Aidan lo miró, aún no se atrevía a decir su nombre -te perdonó

» Ella le dijo muchas cosas a papá antes de irse, cómo que nos amaba, que estaba orgullosa de nosotros y... -su voz se fue apagando -Que esto te pertenece, nos dejó una a cada persona importante -le acercó la caja y Aidan la tomó - aún hay algunas cosas en casa que le diste, está bien si las quieres de vuelta, tienen valor sentimental para los dos...

-Esta bien, está bien- asintieron, el chico se levantó de su cama y se dirigió al armario, tenía algunas cosas viejas de su amiga, sacó un listón rosado, ese que por tantas semanas Sam no dejó de traer de aquí para allá, al final terminó olvidado en casa de Aidan - ¿Recuerdas lo mucho que amaba este listón y como se ponía roja de furia cuando la molestabas?

London  asintió se acercándose a Aidan y lo abrazó, los dos se necesitaban más que nunca. Tras un momento de silencio Aidan soltó:

–Fue mi culpa ¿Verdad?

–No Aidan, lo que pasó iba a pasar, aún estuviera en casa, durmiendo.

-Ella quería que nos llevaramos bien, trató de que fuera posible.

-Hagámoslo posible- la chica dio una palmada en su hombro-gracias por esto, ahora debo irme.

-Nos vemos luego.

London salió y Aidan cerró la puerta, miró aquella caja que yacía en su cama, dudando si abrirla ahora o después, pero la curiosidad lo mataba, se acercó y decidió abrir aquella caja.

Había varias fotos de ellos dos en diferentes épocas y lugares , Aidan no sabía si tenía el valor para seguir.

Tomó el gorrito de conejo que compartían, miró a su escritorio y ahí tenía la suya, había boletos de cine, fotos de la fiesta de Josh, aquella en la que se dieron su primer beso, varias cosas pequeñas e insignificantes que ahora valian todo para él. Miró unas cartas atadas con un listón, las abrió.

Carta 1.

No sé a quién vaya dirigido esto, lo más seguro es que me lo quedé pero si no...Hola Aidan, soy Samy. He estado pensando más de lo normal en ti, cosa que me asusta, he pensado mucho y me gustas, o es lo que dice London pero está en lo correcto, se molesta un poco pero si.

No tengo el valor para decirte así que te escribo esto, te quiero mucho.

Carta 2.

Hoy fue mi cumpleaños, la celebración fue sencilla y el pastel estuvo delicioso. Pero lo mejor de la tarde fue cuando salí a jugar contigo y descubrí que eres muy bueno en básquetbol y que tus ojos se ven mucho mejor con la luz del sol.

Carta 3.

Hace mucho no te escribo, la razón es que casi no frecuentamos. Lo único que sé es que te veías muy bonito con tu traje aquel día de tu cumpleaños. Y que me gustó besar tu mejilla.

Carta 4.

Definitivamente no se la daré a Aidan, solo que hoy di mi primer beso y fue con él, no me puedo borrar la sonrisa de tonta. Ahora estudiamos juntos, lo veo diario y ya me convencí de que estoy enamorada de él. Sus labios son suaves, me gustaría que se volviera a repetir.

Carta 5

A pesar de como me trata sigo pensando que es lindo, tal vez no es el mismo Aidan que conozco desde pequeña pero tengo la esperanza de que algún día vuelva. A veces no me quita la mirada de encima, eso me alegra y me da miedo a la vez, espero algún día podamos ser amigos nuevamente.

Y sí es así pueda contarle porfin de mi enfermedad sin ningún tipo de vergüenza.

Carta 6.

Hemos hablado nuevamente y me enoja que me haga sentir tantas cosas, que todo se haya quedado ahi aunque me molestara. Creo que eso es algo tóxico, pero es amor y es lo que siento por Aidansito. No puedo evitar ver su linda sonrisa y luego los ojos enojados que me pone, me causa gracia.

Carta 7.

Él se ha disculpado, hemos hablado y soy la persona más feliz ahora. Creo que si quedamos bien todo será mejor, serán tiempos mejores. Siempre lo quise.

Aidan se llevó las cartas al pecho y mientras leía una a una recordaba esos años, salian pequeñas sonrisas o lagrimas, había perdido a la persona más linda de la vida, a la chica que más lo amo, fue a su escritorio y tomó una hoja.

Hermoso ángel:

Todo se a ido al carajo pero aún me queda una poca, sólo una poca esperanza para que puedas leer esto y sepas todo lo que no pude decirte.

Eres el amor de mi vida.

Lamento no estar ahí cuando lo necesitaste.

Lamento no haber podido demostrarte que te amo como tú lo hiciste. Siempre te tuve presente en mi y siempre lo haré porque siempre seremos Samy y Aidansito sin importar en donde estemos.
Solo tú y yo.

Me gustaría estar contigo más que nunca, darte un beso y abrazo de despedida y sé que en algún momento podré hacerlo pero aún tengo que
saldar cuentas, te amo mucho mi preciosa chica.

Quizá te escriba seguido para contarte cómo van las cosas por aquí. Me dejaste muchas enseñanzas y metas que cumpliré imaginando que estás a mi lado.

Cuidate donde sea que estés, se feliz con tu mami y cuida de tu familia.

Te amo mi Samy.

Aidan el idiota que siempre te va a amar.

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Well... Así termina esta historia, espero que les haya gustado tanto como a mí.

En mi caso, lloré escribiendo este último capítulo.

Me voy recordando que no siempre hay finales felices, que valoremos a las personas ahora que las tenemos y que no dudemos en demostrar cuanto los amamos.

Que perdonemos como Samy.

Amemos como Blake amaba los pasteles.

Y aprendamos de los errores como Aidan.

Las amo mucho, gracias por haber leído esta historia, por su votos y comentarios las veré pronto...

~kary 🥀

I CREAM 🍦 •Aidan Gallagher•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora