Taehyung no creía en las relaciones serias, para él todo era cosa de una sola noche. Esto, hasta que Jungkook llegó, pero este no venía solo. Venía con un lindo pequeño de cinco años, su hijo.
𝗙𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰 𝗧𝗮𝗲𝗸𝗼𝗼𝗸
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-Ya deja de hacer eso, pareces loco.
Taehyung bufó, rindiendose y dándole la razón a su amigo Jimin.
Estaban en el pasillo de la universidad, el segundo día de clases para ser más específica. Quedarse conversando apoyados en los casilleros ya era una completa costumbre para Taehyung y sus amigos, lo cual estaban haciendo ahora mismo.
Pero había un tema que tenía muy inquieto a Taehyung.
-Es que necesito saber si estudia aquí o no. En serio, era muy lindo. -dijo, un poquito triste.
Se cruzó de brazos y bufó una vez más.
-Ya sé, pero mirando hacia todos lados pareciendo un loco no lograrás nada. -le respondió Jimin.
Claramente, Kim se refería a Jungkook.
Deseaba mucho volver a verlo, tenía muchas ganas y ni él mismo sabía porque una chico completamente desconocido le llamara la atención más que cualquier persona. Ayer, luego de que se despidierln, estuvo todo el resto del día buscándolo, con la esperanza de volver a cruzarlo y quien sabe, ser amigos o algo así. La teoría de Taehyung era que si el rubio lindo estaba en la universidad era por algo, ¿no? O también existía la posibilidad de que sólo estuviera de visita, o quien sabe. Eran muchas opciones y Tae rogaba y quería que la primera de esas sea la correcta.
Ignoró por completo el comentario de Jimin, ya que volvió a pasar sus ojos por todo el pasillo, buscándolo.
Le generaba demasiada curiosidad ese Jungkook, sin mencionar lo hermoso que era, Tae sabía que ese rubio no era igual que los demás o incluso, las personas con las que estuvo no le llegaban ni a los talones a Jungkook. ¿Porqué? Taehyung decía que el rubio era mucho más maduro que todos los de la universidad, estaba criando a un hijo, por lo que su realidad y forma de ver la vida eran distintas a la de unos chicos hormonales que su única meta en la vida era cojer. Quizás por eso, Jungkook llamaba tanto la atención de Taehyung.
Y ni qué decir del pequeño, Seung y su papi eran un combo que a Kim dejó enamorado.
—¿Dijiste que tenía un hijo?
La voz de Jimin lo interrumpió.
—Sipi, Seung. —sonrió al recordarlo. —¿No nos viste ayer?
—Estábamos con Hobi un poco lejos, si notamos que se acercaron pero no los vimos con claridad. —explicó y Tae le asintió. —Al parecer el pequeño te cayó bien. —dijo, con una risita.
Él conocía a su amigo como la palma de su mano y sabía como se ponía cuando algo le gustaba.
—Es que es un angelito, no sabes. —habló, sin dejar de sonreír. —Es muy educado también, y la forma con la que trataba a su papi... ¡Dios! Ambos eran muy bonitos.
Jimin lo confirmó. Su amigo estaba algo así como enamorado.
—Sí te dejó así, no lo dudo. —dijo. —Aunque creo que el papi te dejó más tonto que el hijo. —sonrió, pícaro.
