Taehyung no creía en las relaciones serias, para él todo era cosa de una sola noche. Esto, hasta que Jungkook llegó, pero este no venía solo. Venía con un lindo pequeño de cinco años, su hijo.
𝗙𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰 𝗧𝗮𝗲𝗸𝗼𝗼𝗸
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Largó un suspiro cansador, tirando su mochila al suelo de la entrada de su departamento sin darle mucha importancia a esta acción.
Acababa de llegar de su primer día de clases en la universidad y por más de que no fue para nada pesado, aún debía acostumbrarse a la rutina ya que sus mañanas se basaban en jugar con su bebé y no en ir a la universidad. Cambiaron muchas cosas y él aún debía adaptarse.
Era el medio día. Agradecia que sus estudios no fueran durante la tarde porque eso significaba que regresaría a altas horas de la noche, cosa que no quería ya que eso implicaba dejar a su pequeño solo por mucho tiempo, y más por las noches. A Jungkook no le agradaba esa idea por eso agradecia que sus clases fueran por la mañana y finalizaran al medio día. Le quedaba el resto del día junto a su niño, eso lo dejaba más que tranquilo.
Saliendo de sus pensamientos, comenzó a caminar a la cocina porque a penas entró pudo percibir el rico aroma a comida que inundaba la casa, dándole señal de que ahí se encontraba su pequeño junto con su nana.
La nana de Jungkook, una señora ya de edad que en realidad era la abuela paterna de este. Cuando se vino de los Estados Unidos para estudiar, la dulce señora se ofreció a acompañarlos para que se hiciera cargo de Seung mientras Jungkook tomaba sus clases, dudaron por mucho tiempo sobre si aceptar o no esta opción ya que Jeon no quería molestar, pero cuando la señora le ganó la discusión no pudo hacer nada.
Entonces, la persona que cuidaba del pequeño mientras su padre estaba ausente era la abuela de la familia, bisabuela para Seung.
Y no hace falta decir lo agradecido que estaba Jungkook por toda la ayuda que su familia le brindaba.
Luego de unos minutos llegó a la puerta de la cocina, encontrandose con una imagen bastante linda y tierna. Sonriendo, Jeon recargó todo su cuerpo en el marco de la puerta, cruzandose de brazos y viendo como su pequeño ayudaba a su bisabuela con la verdura picada en trocitos.
El lindo Seung tomaba un puño de la verdura picada y con mucho cuidado la depositaba en un boul que tenían al lado. Seung aún era chiquito, le costaban algunas cosas y otras no, como por ejemplo ya se bañaba y vestía solito. También aprendió a comer por su cuenta, y aunque esto le llenara el corazón de amor a Jungkook también lo ponía un poquito triste, porque sabía que su bebé seguiría creciendo y algun día ya no tendría que hacerle las cosas.
Eso le dolía un poquito. Solo un poquito.
Su bebé era definitivamente lo más lindo en su vida, lo adoraba demasiado, lo amaba, lo cuidaba y siempre trataba de darle lo mejor, poniendo siempre al pequeño antes que a él mismo. Y es que su pequeño pedacito de cielo era lo que le daba las fuerzas para que pudiera seguir. Amaba a su Seung con todas sus fuerzas.
—¡Papi! —el gritito se escuchó cuando el menor giró para ver hacia la puerta.
Con mucho cuidado, se bajó como pudo de su sillita para ir corriendo a los brazos de su papá. Quien lo recibió con una sonrisa, gustoso, uniéndose en un lindo y cálido abrazo.
