capitulo 4

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La tarde había caído en Royal Woods, y en la casa Loud, se concentraba el ya no tan fuerte pero aún frecuente escándalo de casi cada fin de semana.

La mayoría de las chicas se encontraban en sus respectivas habitaciones, a excepción de Lynn quien en la sala de la casa se encontraba observando la televisión, a la espera de un importante partido de fútbol de su equipo favorito, y en la misma planta baja, pero en la cocina, ambos padres lavaban la vajilla después de la cena, a la cual Lincoln no había asistido.

Él había pasado casi la tarde entera en casa de Clyde con Rusty, Zack y Liam donde también comió, y arribó a la casa Loud después de la hora de la cena.

Aunque el evento que esperaba Lynn Jr. aún no comenzaba, se encontraba totalmente concentrada en la transmisión cuando el clásico golpeteo de la puerta la sacó de su trance.

—¡No molesten! —Gritó hacia quien quiera que estaba detrás de la entrada—.

—Hija, abre por favor —ordenó su madre desde la cocina con amabilidad—.

Lynn soltó un bufido de molestia.

—Está bien —respondió resignada y molesta—.

Se dirigió a la puerta sin despegar su visión de la pantalla, aún incluso después de abrir sin poder notar de quién se trataba, y sin permitirle decir algo o saludar cortésmente.

—Sea lo que sea que venda, no lo queremos —dijo con prisa, sin embargo, antes de que pudiera cerrar la puerta, logró escuchar e identificar de quién se trataba—.

—¿Lynn?

Ante la voz reconocida, Lynn paró en su intento por cerrar la puerta y regresar a sus asuntos. Efectivamente se trataba de ella, a quien veía con fastidio.

—Vaya, vaya —mencionó con sarcasmo—. Es nada más que la suripanta más grande. ¿Qué es lo que quieres? —Terminó aún más molesta?—.

Sam no estaba exenta de culpa. Muchas de las hermanas no la describían de otra forma que como lo hizo Lynn, y algunas otras, principalmente Luan y Lola, con adjetivos bastante peores, algo que a Sam, afectaba mínimamente. Tampoco se encontraba en posición de reprochar, pues ella era parte de la relación que Lincoln destruyó.

—Ho... hola —habló con timidez, sujetando su brazo derecho con la otra mano—. ¿Esta Lincoln?

—La basura está en su habitación. Asegúrate de no enamorarte de ninguna otra de mis hermanas en el camino.

—Suficiente Lynn —dijo su madre, apareciendo rápidamente en cuanto escuchó las palabras de su hija y sosteniendo un vaso y una toalla—. Sam —saludó a la chica del mechón turquesa casi por obligación, forzando su cortesía—.

—Buenas tardes, sra. Loud —contestó avergonzada y desviando la mirada—. Solo vengo un momento con Lincoln.

—Está en su habitación. Puedes pasar.

La chica entró aceptando la forzada cortesía de Rita, subiendo rápidamente bajo la acusativa mirada de Lynn, deseando no encontrarse a ninguna de las demás hijas del matrimonio Loud antes de llegar con Lincoln.

No habían tenido la oportunidad de cruzarse con ella, sin embargo, y de propias palabras de Lincoln, algunas de ellas podrían llegar a ponerse violentas si la ven, pues un par de ellas, el caso de Lynn y Lola, habían actuado así con el peliblanco.

Afortunadamente lo logró, y con prisa, llamó a su novio, siendo un poco desesperada y ruidosa en el llamado, captando la atención de las gemelas y Lisa en las habitaciones contiguas, quienes salieron a ver qué era lo que sucedía, solo viendo la puerta de su hermano cerrarse violentamente.

XXX

Pasado Complicado (TLH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora