CAPÍTULO 1

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-¿QUE TENEMOS QUÉ?- la pregunta en casi un grito resonó en el salón.

-No, ni hablar yo no voy a ser pareja de este... Troglodita...egocéntrico- dijo Fluke mirándolo con enojo.

-Acaso crees que yo quiero trabajar con un chiquillo inmaduro y caprichoso como tú? - respondió Ohm mirándolo con desdén.

-Ya basta ustedes dos, es suficiente! Es una petición de los organizadores y si tienen que practicar juntos pues la hacen y punto.

-Pero entrenador...

-Pero nada Fluke, esto no se trata solo de ustedes, el comité decidió hacer un programa especial con todos los competidores en un trabajo conjunto para demostrar la sana y respetuosa competencia y acabar con esas bochornosas noticias de las peleas y problemas que han surgido.

-No somos los únicos que no se llevan bien- intermedió Ohm.

-Si, pero ustedes son una parte bastante activa del escándalo y tenemos que limpiar la mala imagen que están dando. En serio qué les pasa? Parecen niños chiquitos. Está decidido, esta misma tarde comienzan los ensayos para las grabaciones y no quiero más comentarios ¿estamos?- el entrenador los miro a ambos.

-Sí no hay de otra- respondió Fluke.

-Nunca dije que no, yo soy muy profesional- contesto Ohm con sonrisa de autosuficiencia, que era una de las cosas que más molestaba a Fluke.

Ohm Thitiwat y Fluke Natouch eran dos de los patinadores sobre hielo más prometedores de los últimos años, fueron amigos inseparables y compañeros de equipo en las ligas menores, desde muy pequeños demostraron un gran talento, con lo que lograron hacerse un lugar en el equipo nacional llegando a ser el primer dúo masculino en participar en la categoría parejas en las diferentes competiciones mundiales por lo que los fans los llamaban los reyes del hielo y constantemente los relacionaban como una pareja real.

Era muy común que las parejas de patinaje terminarán en una relación amorosa debido a la gran cantidad de tiempo que pasaban juntos y las coreografías que creaban un ambiente romántico. Fluke hubiera querido gritar a los cuatro vientos que amaba a Ohm, porque a pesar de saber que no era recomendable tener sentimientos por su compañero, no pudo evitar enamorarse de esos ojos oscuros que lo miraban como si pudieran ver su alma.

Cada vez que estaba cerca de Ohm su corazón se aceleraba, las atenciones, los cuidados y gestos de cariño que le daba no hacían más que alimentar sus sentimientos y llegó a creer que Ohm sentía lo mismo por él.

Pero todo se acabó un día cuando Ohm decidió abandonar el equipo para irse como patinador estrella de un equipo extranjero; gracias a su ascendencia foránea podría representar a otro país en los olímpicos.

Un año antes.

-Dime que no es cierto lo que me dijo el entrenador?- Fluke preguntó alterado entrando en los vestidores.

-Qué?- Le respondió Ohm guardando sus cosas en el maletín y sin mirarlo.

-Que dejas el equipo.- la voz de Fluke se fue apagando mientras observaba como vaciaba su casillero.

-Es cierto.- dijo cortante.

-Pero por qué? Estamos muy cerca de las olimpiadas, es todo por lo que tanto hemos trabajado juntos, no puedes irte así sin más, no puedes dejarlo todo tirado, no puedes...

-Fluke! - lo interrumpió con un gesto de la mano y luego suspiró.

-Pero Ohm tú amas patinar, siempre fue tu sueño ganar una medalla olímpica y ahora estamos tan cerca, no puedes simplemente irte. - la voz de Fluke era casi una súplica estaba desesperado, no entendía qué estaba pasando.

-De todas formas mañana sale la noticia así que no importa.- murmuró para sí mismo- No estoy renunciando a mi sueño, voy a estar en las olimpiadas, pero con otro equipo.

-Qué? Pero... ¿Por qué?- esto tenía que ser una broma pensó Fluke.

-Escucha, no espero que lo entiendas pero si me quedo en este equipo jamás tendré la oportunidad de mostrar mi talento, siempre sería parte de una pareja y solo nos verían en conjunto, nunca a mí o a ti en realidad. Quiero poder explorar cosas nuevas, tomar riesgos que contigo... no puedo. Sé que tal vez estoy siendo egoísta pero es mi oportunidad de ser yo mismo.

-¿Estás diciendo que todo este tiempo estuviste fingiendo que te gustaba patinar conmigo? Que solo hiciste lo que debías no lo que querías? - Fluke lo miró, no podía creer lo que acababa de escuchar, se sentía tan estúpido, todo el tiempo pensando que Ohm también lo amaba cuando la verdad era que solo lo veía como un compañero y uno del que quería deshacerse como si fuera cualquier cosa. Hizo un esfuerzo monumental para no llorar, no quería sentirse peor de lo que ya lo estaba.

-Por favor no lo tomes así, si tú estuvieras en mi posición harías lo mismo.

-No. Yo jamás te hubiera hecho algo así. Puedo entender tus motivos, con lo que no estoy de acuerdo es con la forma en que lo haces. Si no escucho de casualidad al entrenador hubiera tenido que enterarme por la prensa no es cierto? Tan poco valgo para ti que no soy digno de una explicación.

Una sonrisa amarga cruzó la cara de Fluke.

-Está bien Ohm, vete tranquilo, no voy a ser yo quien te detenga, tampoco creo que pudiera hacerlo, está visto que en lo que menos pensaste cuando tomaste tu decisión fue en mi. Espero que logres eso que tanto quieres.

Fluke se dio la vuelta y caminó hacia la salida con toda la dignidad que fue capaz de reunir.

Desde ese día se juró a sí mismo no confiar nunca más en nadie y trabajó como loco hasta convencer al entrenador de dejarlo ser el representante por la categoría individual, no había sido fácil y en el proceso tuvo que despojar a otra persona de su lugar para lograrlo pero tenía una meta fijada. Ohm lo había dejado sin nada, así que él haría lo mismo, le quitaría lo que más quería, su tan preciada medalla de oro.

Olímpicos: Love on iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora