𝔏𝔞 ℌ𝔢𝔯𝔪𝔞𝔫𝔞 𝔇𝔢 ℭ𝔢𝔡𝔯𝔦𝔠 𝔇𝔦𝔤𝔤𝔬𝔯𝔶 (ℯ𝒹𝒾𝓉𝒶𝓃𝒹ℴ)

𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 16

                Las vacaciones pasaron rápidamente, y durante ese tiempo, intercambiaste cartas con tus amigos, en ocasiones, también recibiste alguna carta de Draco, lo que provocaba que Cedric se divirtiera al tomarlas y bromear contigo. Sin embargo, él sabía que tu preocupación no era realmente por Draco, sino por tu amigo Alexander. a lo largo de las vacaciones, Cedric y tú se rieron y disfrutaron de cada momento juntos. A pesar de la diversión, la inquietud por el bienestar de Alexander siempre estaba presente en tu mente. finalmente, llegó el día de regresar a Hogwarts. En el andén, se despidieron de sus padres y corrieron para subir al tren. Tú buscabas a tus amigos, mientras Cedric buscaba a su novia. El ambiente en el tren era emocionante para la mayoria, mientras que para otros era angustiante, la segunda prueba del torneo se llevaria acabo en cuanto todos los estudiantes estuvieran ahí, meintras te perdias en aquel mar de pensamientos lavander y neville intentaban contarte lo que habian hecho en vacaciones, pero al notar que tu mente no se encontraban en ese momento decidieron, ir a buscar a la bruja del carrito de los dulces, al estar tan sumergida en aquel avismo de pensamientos no notaste cuando aquellos muchachos abandonaron el vagon y cedric entro. 

Cedric te preguntó con curiosidad — ___, ¿te encuentras bien?—

Asentiste con una sonrisa, aunque la preocupación por Alexander todavía estaba presente en tu mente

—el mayor enmarco una ceja y hablo— no me mientas, se que cuando te preocupa algo no dejas de jugar con el pelo de copito—. 

 —es solo que...  estoy un poco preocupada por Alexander, ya sabes es la segunda prueba y si le pasa algo o no logra completarlo — empezaste a entrar en panico, comenzando a encajar tus uñas en tus palmas—. 

—Cedric te tomó de la mano reconfortantemente y dijo —No te preocupes, estará bien. Y si necesitas hablar sobre ello, siempre estaré aquí para escucharte y apoyarte— 

Esa simple muestra de apoyo te hizo sentir mejor. Sabías que podías confiar en Cedric y que juntos podrían enfrentar casi cualquier desafío que se les presentara. Durante un rato, el muchacho se quedó ahí platicando contigo. Al poco tiempo, Neville y Lavander regresaron, por lo cual Cedric tuvo que retirarse, dejándolos solos. Al voltear a ver a los chicos, notaste que Lavander que regresaba con  Neville, los cuales habian ido a buscar a la señora de los dulces, pero al no encontrarla, decidieron regresar al vagon. Los tres se sentaron en el mismo asiento, mientras hablaban sobre cualquier cosa. Pasaron unos minutos y los tres cayeron dormidos. Mientras dormías, tu mente comenzó a recordar lo que pasó entre Draco y tú. aquellos momentos de tensión y confusión que surgieron cuando se cruzaron sus caminos en el colegio. Recordabas cómo Draco solía mostrarse altivo y distante, pero también habían momentos en los que parecían que había algo más detrás de su fachada fría. La segunda prueba del Torneo de los Tres Magos estaba a punto de comenzar, y sabías que debías concentrarte en el desafío aquel en donde participaria alexander, después de un tiempo, Lavander, Neville y tú despertaron. La manta que Lavander había traído los había mantenido abrigados durante el viaje en el frío tren. Los tres compartieron risas y anécdotas mientras se preparaban para enfrentar la segunda prueba del torneo. Los pasteles de calderos y los dulces que se tocaron en un reconfortante desayuno improvisado, el tren finalmente llegó a su destino en Hogwarts, y los estudiantes se dirigieron hacia sus respectivas salas comunes, para poder descanzar en lo que los estudiantes de beauxbaston y drumstrang llegaban, las primeras semanas eran lo que los muggle llamaban semana de chocolate o mejor dicho que no se hacia nada, hasta que a la segunda semana, las otras dos escuelas regresaron, debido a eso se podia escuchar que tres de los cuatro campeones ya habian decifrado que era lo que decian los huevos que habian obtenido en la primera prueba. 

—¿oye ___, haz estado un poco rara desde que regresamos, estas bien? — pregunto lavander—. 

—si es solo que — respondi mientras acariciaba a copito—.