𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔18

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         Durante esas vacaciones, pasaste la mayor parte del tiempo encerrada en tu habitación, sin permitir que nadie, ni siquiera Cedric, a quien confiabas enormemente, entrara. Te sumergías cada vez más en ese oscuro agujero sin escapatoria, una situación que tu familia consideraba preocupante. a lo largo de todo ese verano, dos pequeños búhos visitaban tu casa llevando cartas de Neville y Lavander. un águila también te entregaba una cesta con dulces y golosinas, junto con alguna carta de Draco. este águila resultaba increíblemente insistente, negándose a abandonar tu habitación hasta que decidieras levantarte, leer las cartas y tomar algo de alimento. Tenía que ser Malfoy.

Después de comer, el águila se restregaba contra tu mano y se marchaba, dejándote sola una vez más. Quedaste mirando al vacío, reflexionando sobre las palabras de Draco. Tal vez tenía razón: no podías permitirte hundirte en ese oscuro abismo. Decidiste levantarte del suelo, estirarte un poco y ordenar el caos de tu habitación. Luego, tomaste una ducha, ya que no te habías bañado en días. Una vez lista, bajaste y te encontraste con tu madre.

—Hola— susurraste, interrumpiendo el silencio—Yo lamento mucho el..


—No digas nada, ___,— interrumpió tu madre, abrazándote —Está bien, entendemos tu dolor, querida."


Te aferraste a tu madre con fuerza, soltando pequeñas lágrimas mientras ella acariciaba tu espalda.  Cedric entró llevando algunas cartas y una enorme canasta. 


—Merlin, dile a tu novio que si va a mandar este tipo de cosas, que no sean tan pesadas— se quejó, dejando la canasta en la mesa.


—¿Te gusta matar el momento, verdad?— dijiste de manera burlona.


—A veces, pero no negaste que mi cuñado es tu novio— se burló.


—Cállate, todavía no decidimos nada—


—¿Qué tiene esta familia con salir con un Malfoy, eh?— preguntó Amos mientras bajaba las escaleras— Bueno, familia, vámonos. Debemos llegar al callejón Diagon para comprar lo necesario para el último año de Cedric y el quinto año de mi pequeña.


La señora Diggory soltó una risa ligera, anhelando esas convivencias familiares, pero aún quedaba algo que le causaba inquietud. Aunque Amos le había dicho que su palidez de ayer se debía a asuntos ministeriales, cuando regresó, parecía helado, como si hubiera estado en Azkaban. Consciente de que los Dementores habían atacado a Harry Potter, decidió apartar esos pensamientos. Sus hijos no debían preocuparse por eso, al menos por ahora. Quería que disfrutaran lo poco que les quedaba de su adolescencia antes de que el mago tenebroso decidiera hacer su movimiento. Por ahora, su principal preocupación era asegurarse de que sus hijos llegaran a tiempo al Callejón Diagon para comprar o recoger lo necesario.La familia salió de la casa y, en un abrir y cerrar de ojos, ya estaban en el lugar. Los señores Diggory irían en busca de los libros y artículos necesarios para pociones, y quizás un helado. Mientras tanto, los hermanos buscarían túnicas, pergaminos, tintas o, en algunos casos, mochilas nuevas. La primera parada fue en Madam Malkin para las túnicas. Después de una pequeña charla entre ___ y Pansy, y una rápida verificación de sus relojes, se dirigieron velozmente por las cosas restantes. Al finalizar, encontraron a su madre en Florean Fortescue's, disfrutando de un delicioso helado.


Las vacaciones llegaron a su fin en un abrir y cerrar de ojos. Ahora se dirigían a King's Cross para tomar el tren. Un último abrazo, un beso y un "Sí mamá, nos cuidaremos" fueron las palabras de los hermanos Diggory antes de subir casi corriendo al tren. Ambos tomaron caminos separados; tú fuiste directo a Lavander y Neville, mientras que tu hermano se dirigió a Cissy. Al entrar al vagón, donde se encontraban los mencionados, te encontraste con otra cara no muy conocida pero que algunos llamaban "Lunática".

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𝔏𝔞 ℌ𝔢𝔯𝔪𝔞𝔫𝔞 𝔇𝔢 ℭ𝔢𝔡𝔯𝔦𝔠 𝔇𝔦𝔤𝔤𝔬𝔯𝔶 (ℯ𝒹𝒾𝓉𝒶𝓃𝒹ℴ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora