Capítulo 9

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Louis:

Nos quedamos en silencio un buen rato, no podíamos comprender que pasaba realmente pero el nerviosismo que se notaba en la bibliotecaria nos hacía pensar que había algo muy raro, activaba al detective que tenía adentro.

—No entiendo ¿Ese libro está embrujado o algo?—preguntó Beverly a lo que rápidamente la miré con cara de "que diablos".

—Escuchen niños—habló esta vez la bibliotecaria—Yo solo soy un ángel al cuál se le ha dado la misión de cuidar la biblioteca, yo no se las razones exactas por las que se oculta, solo cumplo las órdenes que se me dieron y eran que ese libro junto con algunos más están totalmente archivados y no se puede dar información sobre ellos.

Cada segundo me iba a preocupando más, ese libro tenía como título "El Cupido que amó a una humana" esa era mi situación ahora mismo, a parte la constitución y esas reglas sobre Cupidos y humanos, todo eso estaba archivado y ocultado al público y me preocupa que no signifique que si lo ocultan es porque ya es legal y que realmente sea ocultado porque representa un problema en algún sentido.

—¿No hay nada que se pueda hacer? Realmente necesito saber algo—casi le suplicaba al ángel,me sentía ansioso.

—Realmente no puedo, solo les diré que es una novela romántica, el título lo dice todo pero no puedo contarles detalles ni el autor, ya suficiente información les di, es todo lo que puedo ofrecerles—hizo una pequeña pausa, luego frunció el entrecejo y volvió a hablar—¿De verdad encontraron ese libro tirado por ahí? La única persona que puede entrar a ese almacén soy yo, no tiene sentido que alguien lo sacara y lo dejara por ahí—definitivamente sospechaba mucho de nosotros.

—¿Nos estás llamando criminales?—preguntó Beverly en un evidente tono de reproche.

—Hey, tranquila Bev—le dije rápidamente, no sabía cómo se podía tomar el ángel el tono de Beverly, no podíamos ir por aquí llamando la atención, me volteé y miré a la bibliotecaria—Tranquila, no te preocupes, entendemos bien la situación, gracias por explicarnos.

—Está bien, que tengan buenas noches—nos dedicó una pequeña sonrisa la cuál le devolví y salí rápidamente de la biblioteca agarrando a Beverly del brazo.

Cuando ya estábamos afuera la solté y comenzamos a caminar nuevamente hasta la entrada.

—¿Viste como esa tipa nos ha llamado delincuentes en nuestra cara?—ella estaba realmente indignada.

—Bueno, la verdad es que sí que te metiste a la habitación esa sin permiso, por cierto ¿Donde dejaste el candado?

—Lo dejé debajo de la mesa donde estábamos, hay posibilidad de que cuando lo encuentren sospechen mucho más de nosotros—habló bastante calmada, no entiendo como esta chica puede siempre hablar tan relajada de cosas que no son relajadas, son problemas.

No le dije nada, mi mente estaba totalmente ocupada con el asunto del libro y las reglas,estoy metido en un problema enorme y no se si la solución sea sencilla o si siquiera exista, me estoy jugando todo, mi trabajo es todo lo que tengo, lo más importante y si lo pierdo por esto, jamás me lo perdonaré.

Llegamos a la entrada, otra vez volvimos a hacer lo mismo que cuando llegamos, fue más sencillo salir que entrar ya que sabíamos exactamente que hacer.

Bajar era un poco más complicado que subir ya que si no tenía cuidado ella podía caerse y desde esa altura tan grande claramente moriría si llegara a caer así que la agarré lo más fuerte que pude y empezamos a bajar.

—Por favor diosito, no permitas que mi vida acabe tan pronto, he sido muy buena e incluso acabo de visitar el cielo, no me mandes ahí de manera permanente aún—iba diciendo ella mientras descendíamos.

Fleché a Cupido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora