Fleché a Cupido ©

Capítulo 7

Beverly:

Fruncí el entrecejo ante sus palabras ¿llevarme allá arriba?

—¿Te refieres a que vamos a ir al techo de la biblioteca? ¿Pero para qué?—decidí hacerme la tonta ya que aún no puedo tomar la situación como algo serio pero al parecer a él le molestó mucho mi pregunta (como todo) ya que me miró serio y luego apretó la mandíbula.

—¿Eres así realmente o te agrada hacerte la tonta?-pasó su mano por su cabello para acomodarlo hacia atrás y luego volvió a mirarme para seguir hablando sobre lo que haríamos—Por eso debo llevarte allá arriba, para que veas que toda la situación que estamos viviendo es una realidad y dejes de tomarlo todo como una maldita broma.

—Es imposible tomar enserio algo que suena tan absurdo, lo intento pero es muy difícil—hablé sinceramente.

Él se paró de su silla y se inclinó hacia adelante en la mesa , hasta quedar prácticamente encima de mi, yo me encogí en mi silla, su posición y su cara de enojo sinceramente logran intimidarme a veces.

—Escuchame Beverly, enamorarse no es un problema, aunque sería una mierda enamorarme de ti, ese no es el verdadero problema ¿Sabes cuál es? Es increíblemente fácil en mi mundo ver cuando estás enamorado, no se como pero los superiores lo ven muy fácil y a esta edad que yo tengo eso podría levantar muchas sospechas por lo tanto hay gran posibilidad de que me realicen una prueba y sepan de quien estaría enamorado ¿Y sabes qué pasaría? Me preguntarían cómo pasó y tendría que contar lo que sucedió con la flecha ¿Y sabes qué más pasaría? Me quitarían el don de Cupido y me desterrarían, no tendría derecho a nada y sería visto como una decepción para toda mi especie, al contrario de mi, tú solo sufrirías por un amor imposible, pero  necesito que dejes de ser egoísta y ayudes un poco a que todo esto se resuelva—terminó de hablar y se alejó, acomodando los últimos libros que quedaban en la mesa, en sus respectivos estantes.

Me quedé parada pensando en lo raro que es el mundo de Louis, se me hace muy injusto todo.

Finalmente dejó de acomodar todos los libros y volvió a la mesa donde yo estaba.

—Louis ¿Los Cupidos no pueden enamorarse a los 18?—me miró mal, supongo que le molesta que haga tantas preguntas pero su mundo es muy nuevo para mí, es normal que tenga tantas dudas.

—Es sentimentalmente posible, casi nunca pasa, los Cupidos a esta edad estamos en nuestros últimos años de trabajo, no solemos prestarle atención al Romance, a nuestros superiores no les gusta que pase porque eso puede distraernos de nuestro trabajo, pero si por alguna casualidad sucede, hay 3 cosas que pueden pasar, la primera es que sea un Romance entre dos Cupidos y que lo notifíquemos a los superiores y firmemos algo donde nos hagan prometer que no vamos a dejar que nuestra relación nos distraiga y si sucede seremos sancionados de alguna manera dependiendo del nivel de irresponsabilidad que adoptemos, lo otro que puede pasar es que sea un Romance entre un ángel y un Cupido y ahí el ángel debe firmar prometiendo no interferir en el trabajo del Cupido ni distraerlo, lo otro que pasaría es que decides no notificar, notan que estás enamorado y te sancionan porque piensan que el hecho de no contarlo ya quiere decir que estás totalmente distraído de tu trabajo, no se si hay alguna regla si te enamoras de un humano, no creo que sea siquiera legal.

Me quedé con la boca abierta luego se escuchar toda la explicación de un mundo tan nuevo y complejo como ese.

—Me parece muy injustos, enamorarse debería ser un derecho—hablé sinceramente.

Él se levantó y me hizo una señal para que nos fuéramos, salimos de la biblioteca y comenzamos a caminar, cuando ya casi olvidaba lo último que le había dicho, él habló.