Capítulo 2

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Louis:

Me levanto completamente desconcertado,la cabeza me duele como nunca en mi vida y mi estómago ahora mismo es un desastre.

Ayer salí a celebrar mi cumpleaños y me pasé con los tragos,no recuerdo nada a partir de la segunda botella y claramente no recuerdo como llegué a casa después de semejante fiesta que me pegué.

"Recuerda que no puedes pegarte la fiesta de tu vida".Recuerdo las palabras de mi madre y vaya que la desobedecí porque en mi muy pequeña experiencia la resaca como se que la llaman y la falta de memoria debido al alcohol son señales muy obvias de que la fiesta se salió de control.

Después de media hora de darme ánimos y porras para levantarme por fin lo hago y todo se vuelve peor,mi cabeza se vuelve un show de látigos y mi estómago se descontrola así que no aguanto más,voy al baño y vomito.

Nunca en mi vida había vomitado debido a que al no ser criaturas humanas no nos enfermamos en nuestra forma natural,pero si en nuestra estancia en la tierra,nuestra forma humana se enferma entonces esos síntomas se manifestarán en nosotros aunque estemos en forma celestial.

Mi primera vez vomitando,no es para celebrar porque a nadie le agrada esa primera vez pero siempre puede ser una anécdota.

Vuelvo al cuarto decidido a que hoy pasaré todo el día acostado descansando,no estoy de humor y me siento tan mal que se que aunque surgiera una emergencia no me pararía de la cama.

Al llegar al cuarto me fijo en una cosa que no me había fijado antes,mi arco está tirado en el suelo,hay trozos de hilo también por ahí.

Decido contar mis flechas ya que actualmente tengo que hacer 46 trabajos,siempre me dan las flechas exactas así que quiero ver si tal vez falta alguna.

43...44...45.

Si,definitivamente falta una ¿Por qué?.

Busco por todo el cuarto para ver si tal vez se salió de su lugar aunque se que es poco probable,soy muy ordenado pero aún así cabe una pequeñísima posibilidad.

No la encuentro,por último decido ver  la lista de personas a flechar,a ver si taché a alguien.

No hay nadie tachado pero al leer los primeros nombres los recuerdos empiezan a llegarme.

"Beverly Hams y Bryan Black".

El horror me invade al recordar lo que sucedió la noche anterior.

Fleché a Beverly pero en lugar de hacerlo con el tal Bryan sucedió algo,no tengo claro que fue y no creo que nunca lo vaya a tener pero terminé flechado yo.

En este momento me doy cuenta de que mi plan de pasar todo el día en la cama no es ni siquiera una posibilidad,tengo que hacer algo,debo salir a investigar.

Pero no puedo contarle nada de eso a mis padres,si se enteran de lo que pasó probablemente me hagan ir ante la dirección y renunciar al don y eso no puede pasar,llevo muchos años trabajando eficientemente,nunca he dejado de entregar el plan exacto y casi siempre lo hago mucho antes que la mayoría,por un error no pueden condenarme,pero se que esto puede llegar a ser grave,nunca he escuchado que haya pasado esto que me sucedió a mi pero es una locura,debe ser mínimo ilegal.

Así que me arreglo con todo el nerviosismo que puede alguien sentir y salgo,ahí me encuentro a mis padres  leyendo.

Es una tradición de ellos,todos los meses sacan un par de libros de la biblioteca y lo leen juntos.

—Buenos días—Les digo fingiendo una sonrisa ya que la resaca y el miedo por lo de ayer no me dejan sacar ni un atisbo de felicidad.

—Buenos días ¿A qué hora llegaste ayer?—preguntó mi padre interrumpiendo su lectura.

Fleché a Cupido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora