𝙰𝚃𝙴𝙴𝚉: 𝙷𝚊𝚎𝚗𝚊

La primera pelea

Seonghwa y Wooyoung estaban de camino a recoger a Haena de su clase de gimnasia. Ella había tomado la clase para ayudarla en sus habilidades y técnica de baile y porque, por supuesto, ¿quién no quiere ser capaz de ser flexible? Todos los chicos la apoyaron al principio, acompañándola a sus prácticas, a veces quedándose y observándolos. Pero cuando Haena llegó a casa con demasiadas heridas, Seonghwa comenzó a preocuparse. Sin mencionar que también se estaban preparando para un comeback y Haena apenas comía y mucho menos dormía lo suficiente. Seonghwa trataba de no estar tan encima de ella, queriendo apoyar a su compañera, pero estaba extremadamente preocupado por su salud. Hongjoong y Yeosang también compartieron sus preocupaciones. Sin embargo, sabían que ella siempre apoyaría lo que quisieran hacer, así que, por supuesto, no iba a interponerse.

Cuando Wooyoung y Seonghwa entraron al gimnasio, había una leve sonrisa en el rostro de Seonghwa. Haena estaba vestida con su leotardo rosa brillante con pantalones deportivos rosas. Siguió a Wooyoung a un lado y se sentó, sabiendo que probablemente pasarían otros 40 minutos antes de que Haena realmente se detuviera. Aprendió rápidamente a no molestarla para que terminara, la primera vez que vino a buscarla. La vieron aterrizar una voltereta hacia atrás perfectamente y Wooyoung vitoreó haciendo que Haena saludara.

-¡Casi termino! Solo quiero bajar este primero - Wooyoung asintió con la cabeza, mirando a Haena correr de regreso al colchón.

-Esto es genial. Deberíamos hacerlo, hyung - Seonghwa resopló.

-Por favor, Woo. No hay forma de que ninguno de nosotros pueda ser tan flexible, no importa cuánto lo intentemos- Los chicos continuaron mirando a Haena, y la sonrisa de Seonghwa vaciló cuando la vio tropezar un poco en su camino de regreso a la colchoneta. Se veía más pálida de lo normal.

-Haenie, cariño, creo que esta bien por hoy. Estás cansada y seguro que tienes hambre. Vamos a casa - La voz de Seonghwa era suave pero cualquiera podía sentir la severidad en ella. Haena frunció el ceño y negó con la cabeza.

-Estoy bien, oppa. Solo unos minutos más - Seonghwa suspiró, recostándose.

- Se ve un poco pálida - comentó Wooyuong lo que solo hizo que la preocupación en Seonghwa aumentara más. Seonghwa, que no tenía experiencia con ningún tipo de acrobacia, pudo decir que en el momento en que se levantó del suelo para voltear, estaba mal. Se puso de pie abruptamente, pero sabía que no podría correr a tiempo para atraparla. Aterrizó y Seonghwa juró que podía oír un chasquido. Haena gritó de dolor, con lágrimas en los ojos. Le dolía mucho la rodilla, no podía moverlo.

-¡Haena!

Wooyoung y Seonghwa estuvieron a su lado en un segundo, inclinándose.

-¡¿Qué pasó?! - Dijo Wooyoung, mirando su rodilla que ya se estaba volviendo morada

- M-mi rodilla, no puedo moverla. Duele. Oh, Dios, duele - Tenía un dolor punzante y no pudo evitar que las lágrimas cayeran por su rostro.

-¡Min Haena! ¡Te dije que deberíamos habernos ido a casa! -Gritó Seonghwa. Estaba furioso, enojado, pero sobre todo preocupado - ¡Casi te desmayas antes de hacer el último! ¡¿Por qué nunca puedes prestar atención a tu cuerpo ?! - Haena entrecerró sus ojos oscuros hacia él.

-Estaba bien, oppa. Sé cuándo debo detenerme - Su respuesta fue corta y llena de actitud. Wooyoung estaba perdido, no estaba seguro de cómo intervenir y luego vio los ojos de Seonghwa oscurecerse, mirando a Haena.

-¡Obviamente no lo haces, Haena! ¡Te rompiste la maldita rodilla! ¡Tenemos un comeback por el amor de Dios! -

-Hyung - Wooyoung lo detuvo, levantándose y enfrentándolo - Podemos hablar de esto más tarde, pero tenemos que llevarla al hospital - Seonghwa dejó escapar un suspiro de frustración, se dio la vuelta y pisando fuerte hacia la entrada. Wooyoung suspiró, inclinándose hacia abajo.