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Mingi apretó la mano de Haena mientras esperaban sentados para hablar con su jefe y manager. Ella le devolvió el apretón suavemente, ofreciéndole una sonrisa tranquila, ella siempre lo apoyaría en todo lo que pudiera.

- Va a estar bien, Mingi -  Dejó escapar un suspiro, mordiéndose el labio inferior

- Estarás allí todo el tiempo, ¿verdad? ¿No te irás simplemente? - Ella le dio unas palmaditas en el brazo, apretando su mano de nuevo. 

- Estaré a tu lado todo el tiempo, oppa  lo prometo-  Él asintió una vez, la mano ligeramente temblando en la de ella.

Mingi se había sentido mal últimamente, Haena había notado que se había vuelto más callado y reservado, no solía ponerse tan nervioso cuando iba a diferentes horarios o presentaciones, pero ahora parecía que estaba aterrorizado por eso. Tal vez no aterrorizado, pero definitivamente incómodo. Era uno de los más altos del grupo, pero todavía parecía hacerse pequeño detrás de los demás cuando iban a alguna parte.

Solo habló cuando sintió que lo necesitaba, pero aparte de eso, se mantuvo fuera de la vista y fuera de la mente tanto como pudo. Últimamente había comenzado a dudar de sí mismo e incluso si no lo decía en voz alta, Haena podía decir cuándo dudaría de sí mismo en algo. Cuando solía dejar que las palabras que tenía en la cabeza fluyeran con facilidad, ella lo sorprendía cerrando la boca y reconsiderando si debería decirlo.

De hecho, había ido primero a Hongjoong, explicando lo que estaba sintiendo y lo que estaba pasando. Haena acababa de estar en casa  y lo escuchó; ella estaba en su habitación simplemente acostada en su litera mientras Hongjoong jugueteaba con su computadora portátil. Una vez que Mingi se dio cuenta de que ella estaba allí, entró en pánico. Haena le había asegurado que era un secreto entre ellos y que no diría nada si él no la deseaba también.

De hecho, había acudido a ella unos días después, sintió que necesitaba más ayuda de la que los miembros podían ofrecer y quería hablar con la compañía sobre lo que estaba pasando, no quería ocultárselo a la empresa porque era una de las pocas que realmente se ocupaba de ellos y les permitía expandir sus ideas y creatividad. Aunque no quería ir solo, necesitaba a alguien allí e incluso si eran semi-luchadores, Haena siempre había estado allí para todos y sabía cuándo hablar en serio.

Que es como terminaron ahí, en la empresa, sentado fuera de la sala de reuniones y esperando que su jefe y manager vinieran a buscarlos para que Mingi pudiera contarles todo lo que estaba pasando. Haena no iba a dejar que pasara por esto solo y sabía que los demás tampoco lo harían. Sin embargo, estaba un poco sorprendida de que Mingi le hubiera preguntado

- ¿Puedo preguntarte algo? -Mingi gruñó, mirando hacia atrás desde cada lado del estrecho pasillo.

- Ya vendrán, relájate. Responde a mi pregunta, ¿sí? - Él la miró por el rabillo del ojo y asintió. 

-Lo siento - murmuró y ella negó con la cabeza

- Está bien. Pero de todos modos, ¿por qué me pediste que viniera contigo? - Mingi levantó la ceja y Haena  se acomodó más en su asiento - Quiero decir, no me importa, confía en mí. Estoy sorprendida de que no le hayas preguntado a Hongjoong o Yunho, eres más cercano a ellos -Ella se encogió de hombros y él le apretó la mano.

- Porque no quería molestarlos -  Ella le dedicó una sonrisa burlona

- Entonces, ¿decidiste molestarme? - Mingi la miró con los ojos muy abiertos

-¿ yo... esto te molesta? ¡Lo lamento! Debería haber venido solo - Haena suspiró, envolvió su brazo alrededor de sus hombros e inclinó su cabeza. 

- No, oppa ,no es una molestia, solo tenía curiosidad, eso es todo. Me han dicho que puedo ser un poco, ah, cómo diría, autoritario -

Mingi se rió entre dientes, descansando su cabeza sobre la de ella - Yo no diría autoritario, pero tal vez un poco entrometida - Ella chasqueó la lengua, golpeando ligeramente su rodilla. 

-Me gusta estar informada de todo lo que pasa. No me gusta que me sorprendan con cosas - Mingi dejó escapar una pequeña risa 

-Siempre has estado allí cuando cualquiera de nosotros estaba en su punto más bajo - Ella se encogió de hombros, sin pensar realmente que lo había estado - No hagas eso. No nos quites lo que haces por nosotros -Ella se incorporó, mirándolo.

- Te sentaste con Hongjoong hyung toda la noche cuando le robaron su computadora portátil en Estados Unidos, ayudaste a volver a grabar todo. Estuviste allí cuando Hwa estaba teniendo problemas con su imagen y lo hablabas todos los días. Eso realmente lo ayudó mucho. A veces habla de ello cuando ha bebido demasiado - Haena sintió que sus mejillas se calentaban ligeramente y se aclaró la garganta 

-Solo estaba siendo una buena amiga. Cualquiera haría eso por las personas que le importan- 

Mingi entrecerró los ojos -Te quedaste despierto dos días seguidos con Yunho para ayudar a aprender un baile con el que estaba atascado- Ella se encogió de hombros - Dejaste pequeñas notas alrededor del dormitorio para San cuando estaba luchando con su confianza. Te parabas con él en el espejo y le señalabas todas las cosas buenas y corregías cualquiera de sus palabras negativas - Haena retorció parte de su cabello entre sus dedos. Estaba un poco nerviosa, ella realmente no vio eso como algo enorme. Como ella dijo, cualquiera haría eso por las personas que más le importan.

- Bailaste con Woo y te quedaste a su lado todo el tiempo cuando se lesionó durante la reunión de fans, te negaste a dejarlo fuera, pase lo que pase. Cada vez que lo veías fruncir el ceño, te acercabas y lo hacías reír y sonreír. Ayudaste a Yeosang, Woo y San a acercarse más y a que los otros dos no lo dejaran fuera. Ayudaste a Jongho a amar quién es y suvoz - Haena se mordió el labio inferior, evitando el contacto visual.

-Y ahora, estás aquí, conmigo, ayudándome a superar lo que sea que sea esto -Se encogió de hombros de nuevo y Mingi chasqueó la lengua en el paladar. Él agarró su rostro, aplastando sus mejillas entre sus manos y la obligó a mirarlo -Nos has ayudado tanto a todos y cada uno de nosotros y de tantas maneras que a veces ni siquiera te das cuenta. Solo sabes lo que necesitamos y cómo ayudar. Por eso te pregunté. Porque confío en todos ustedes con mi vida, pero confío más en ti-

Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello, atrayéndolo para darle un abrazo - Estoy feliz de ayudar, siempre. Y gracias - Él le guiñó un ojo y se puso rígido cuando vio a su manager y jefe caminando por el pasillo hacia ellos. Haena tomó su mano entre las suyas y tiró de él para que se pusiera de pie, apretándola. - ¿Estás listo?-  Él se encogió de hombros y ella le dio un codazo en el hombro, el la miró.

- Estoy aquí para ti, en cada paso del camino -

𝙰𝚃𝙴𝙴𝚉: 𝙷𝚊𝚎𝚗𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora