LIBRO 3: KATON
Habiendo sobrevivido a la terrible batalla con Izuna, Sasuke enfrenta nuevos desafíos mientras él y sus valientes amigos ingresan en secreto al Konoha, la capital del País del Fuego. Su misión es encontrar y derrotar al Daimyō del Fue...
Naruto pertenece a Kishimoto y Avatar, la leyenda de Aang, pertenece a Konietzko y DiMartino.
ACLARACIONES:
(bla) *bla = notas de autora.
bla, bla= flashback, onomatopeyas o pensamientos.
🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 = cambios de escena/escenario
En el palacio real de Konoha, la capital del País del Fuego, Sasuke se encontraba tratando de dormir. La realidad es que llevaba varias horas, pero no lograba conciliar el sueño. Así que poniéndose sus botas y una túnica que lo cubriera, salió de ahí.
Iba en camino a la prisión, pues tenía que ver a su tío.
—¿Quién anda ahí? —preguntó el guardia.
Pero Sasuke no se armó de valor y se retiró de ahí.
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Ya iba amaneciendo y una nube grande volaba por los cielos.
—Creo que hay una cueva abajo.
—Silencio, Naruto —le ordenó Sai.
Una vez que vieron que no había peligro, la nube desapareció dejando ver a Kurama y al resto de los chicos.
—Buen trabajo con la nube, pero para la próxima nos disfrazaremos de una nube que guarde silencio, rarito.
Todos iban entrando a la cueva, que era muy grande.
—Al parecer no hay opción. Aquí viviremos hasta la invasión. Escondiéndonos de cueva... en cueva... en cueva...
—Sai, no tenemos que convertirnos en ermitaños, solo necesitamos ropa nueva —le dijo Sakura.
—Sí, para pasar desapercibidos es mejor esconderse. Si conseguimos disfrazarnos con ropa de este lugar e incluso cambiar el color de nuestro cabello, podremos estar entre ellos sin ningún problema, de veras.
—¿Cambiarnos el color de cabello, dices?
—Sí, Sakura-chan, no te ofendas, pero eres la única con cabello rosa y es muy iconfundible.
—Tiene razón el rarito, prima. Tendrás que cambiarlo temporalmente.
—Pero qué me dices de ti, Naruto. Tus marcas y tu cabello también son inconfundibles —le dijo Sakura.
—Cielos, tienes razón. Tendré que pintarlo. Siempre me he preguntado cómo me vería si hubiera heredado el color de cabello de mi mamá.
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—Pues no conseguí rojo, pero sí tengo tintes deslavables fáciles que compré el otro día, pensando en todo esto. Incluso conseguí también para ti Hinata.
