LIBRO 3: KATON
Habiendo sobrevivido a la terrible batalla con Izuna, Sasuke enfrenta nuevos desafíos mientras él y sus valientes amigos ingresan en secreto al Konoha, la capital del País del Fuego. Su misión es encontrar y derrotar al Daimyō del Fue...
Naruto pertenece a Kishimoto y Avatar, la leyenda de Aang, pertenece a Konietzko y DiMartino.
ACLARACIONES:
(bla) *bla = notas de autora.
bla, bla= flashback, onomatopeyas o pensamientos.
🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 = cambios de escena/escenario
Kurama iba tratando de caminar en un río, solo que este estaba lleno de lodo y apestaba, por eso el pobre zorro apenas podía moverse.
—Creo que este río está contaminado, de veras.
—Bueno, eso explica el porqué no puedo pescar nada —decía Sai.
—Creo que tendremos que buscar comida en otro lado, si es que queda tiempo para eso en el corto itinerario de Sai —dijo Sakura al ver que su primo observaba su rollo.
—Es posible, pero tendríamos que ir al baño solo dos veces.
—Oigan, en ese lugar debe haber comida —dijo Naruto mientras señalaba a un pueblo cerca del río.
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—Kurama, ahí hay una cueva. Necesito que te quedes ahí para que descanses y nadie te vea.
—De acuerdo mocoso. Vayan con cuidado.
—No logro sentir nada, ¿dónde está ese pueblo? —preguntaba Hinata.
—En medio del río —le contestó Sai.
—Tal cual lo ven —dijo un viejo que tenía vendas en su cabeza y estaba en una balsa —. Me llamo Mifune. ¿Ustedes quiénes son?
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—Ah, somos... de las colonias del País de la Tierra —contestó Sakura.
—Vaya, colonos. De acuerdo, súbanse. Los llevaré al pueblo.
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—¿Por qué viven en medio del río? —preguntó la ahora rubia.
—Somos un pueblo pesquero, bueno, al menos lo éramos hasta que llegó esa fábrica. Ahí fabrican metal para el ejército. Desde que se instalaron contaminan nuestro río. Ahora nos cuesta sobrevivir.
Después de unos minutos, Naruto y los demás arribaron al pequeño puerto del pueblo.
—Gracias por traernos, dattebayo.
—¿Ven esas personas? Es terrible. Se ven... tristes. Debemos ayudarlos.
—Alto ahí fea. No podemos perder el tiempo. Debemos de concentrarnos en la misión. Que se las arreglen como puedan.
—Estas personas se mueren de hambre, ¿y les darás la espalda? ¿Cómo puedes ser tan insensible, Sai?
—No les doy la espalda. Solo soy realista. No podemos ayudar a todos los pueblos que veamos. Los ayudaremos cuando venzamos al Daimyō del Fuego.
