Naruto: el último Jinchūriki (Libro 3)

LOS ANBU DEL SUR

DISCLAIMER:

Naruto pertenece a Kishimoto y Avatar, la leyenda de Aang, pertenece a Konietzko y DiMartino.

ACLARACIONES:

(bla) *bla = notas de autora.

bla, bla= flashback, onomatopeyas o pensamientos.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 = cambios de escena/escenario

Naruto y los demás dormían en medio del gran patio del templo Uzumaki. La anoche anterior habían hecho una fogata para festejar el rescate de los demás, así que esa noche todos se quedaron a dormir ahí en sus respectivos sacos de dormir. El rubio había dormido junto a su amigo peludo y justo estaba despertando. Pero esos momentos de paz se vieron interrumpidos cuando una bomba fue arrojada hacie ellos, pero Naruto usando un jutsu de viento logró aventar lejos eso, pero ésta pasó golpeando una montaña, provocando un estruendo y haciendo que los demás despertaran de golpe.

Naruto fue a acercarse para ver de dónde provino dicho ataque y cuál fue su sorpresa al ver que había varios dirigibles del País del Fuego acercándose a ellos. El rubio con su poder de viento logró cerrar los páneles que conformaban el gran cuarto donde dormían, ya que ahí era también una especie de regufio para posibles ataques, pero debido a que las bombas seguían cayendo, un enorme pedazo de pared se cayó, y ésta iba en dirección para aplastar a Sakura, pero alguien logró salvarla.

—¡Cuidado! —gritó Sasuke mientras se aventaba hacia ella y ambos rodaron al lado del pedazo del techo que se derrumbó.

—¡Aaaaaah! ¿Qué estás haciendo, Sasuke? —preguntó molesta la pelirrosa.

—Salvándote de esas rocas.

—¡Qué bien! Estoy viva. Ahora déjame tranquila.

—Tsk. Creo que tomaré eso como un gracias

—¡Shannaro! —exclamó Sakura al momento que usando el doton creaba un túnel a través de una pared —. Chicos, podemos salir por aquí.

—Neji y yo los dirigiremos. ¡Byakugan! —dijo Hinata quien iba al frente junto a su primo.

—Vamos Kurama. ¿Eh? Teme, ¿qué estás haciendo?

—Váyanse. Yo los detendré. Es una visita familiar.

—¡Sasuke, no! —decía el ojiazul, pero el azabache ya se había ido.

Él iba corriendo a toda velocidad, esquivando cada ataque, y justo como lo pensó, en ese momento un dirigible se acercaba hacia él, y ahí iba nada más y nada menos que Izuna.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—¿Acaso no es obvio? Estoy por festejar que seré hijo único.

—Hmp. No te preocupes por eso. Siempre lo fuiste.

—¿Qué? Explícate con eso, Sasu-chan.

—Tú y yo somos medios hermanos. Y si tienes dudas, pregúntale al hombre al que una vez llamé padre, quien por cierto, es un asesino.

—E-Eso no es cierto. ¡Cállate! —diciendo eso, Izuna le lanzó un jutsu katon provocando una explosión. Pero para fortuna de Sasuke, no le dio.

El príncipe renegado iba corriendo a máxima velocidad, pues con la explosión el piso se estaba derrumbando, pero en un movimiento en falso, Sasuke cayó al vacío.

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—Naruto, ¿qué le pasa a tu zorro? —preguntó Lee al ver a Kurama inquietarse.