Piero.
-¡Entiende de una maldita vez que haces lo que yo te diga! -escucho gritar a mi padre-
-Si papá, lo siento. -responde mi hermano menor-
Ya estoy cansado de esta mierda.
Constantemente hay que aguantarnos sus gritos y el saber qué será así hasta que se muera no me da muchas esperanzas la verdad...Extraño tanto a Enzo y a sus padres, de verdad necesito salir de esta casa y ellos eran mi único escape.
-Si no se muere de viejo lo asesino yo, -le dice Bruno a Luca mientras entran a mi habitación- ¿y a tí que te dijo? -me pregunta-
-Después de que me llamo desagradecido dejé de escuchar si te soy sincero. -respondo cruzandome de brazos-
-Ya estoy hastiado de esta mierda, llegué media hora tarde nada más joder. -se queja Luca tirándose en mi cama-
-¿Y dónde estabas? -pregunta curioso Bruno-
-Tengo tarea, hasta mañana. -responde saliendo de la habitación-
-¿Y a este que le pasa?
-Estaba con la hermana de Alba. -le digo-
-¿Alba tiene una hermana?
-¿Estas sordo?
-No, bueno descansa, ya me voy. -se despide dejandome solo-
Escucho murmullos en el pasillo y abren la puerta otra vez, pero en esta ocasión es mi padre quién entra.
Aquí vamos de nuevo...
-Supera de una maldita vez lo de Enzo, entiende que ya no hay vuelta atrás y haz algo bien en tu jodida vida Piero, no lo voy a repetir. -me amenaza y se va-
Estoy tan cansado de esto, no puedo superarlo.
¿Que no ve que yo también me odio por eso?. Me acuesto pero no logro dormir, veo la hora...03:00 AM, necesito aire o voy a colapsar.
Salgo por el balcón de mi cuarto y no conozco mucho aún. Solo tengo 2 direcciones en mi mente, la del colegio y otra más.
Empiezo a caminar hacia la segunda opción y sé que me voy a arrepentir de esto.
25 minutos después llego al lugar, veo que la ventana que busco está abierta y entro a la casa.
Sé que puedo terminar preso, golpeado o muerto pero las tres opciones son mejores que estar en casa.Una vez dentro puedo ver a quién buscaba durmiendo, me le acerco y...
-Alba, -le susurro y no despierta- oye Alba. -trato de moverla despacio y nada-
¿Está viva o ya la quedó?
-Alba! -digo tirandole un mechon del cabello-
Abre los ojos y pega un saltito asustada cuando me ve, no hay que ser adivino para darse cuenta que no se esperaba verme en su habitación a las 03:30 de la madrugada.
-¿Piero? -pregunta confundida-
-No, soy Jack, el del titanic.
-No es hora para hacer chistes ¿no crees? -me dice enojada-
Me encojo de hombros sentándome en la punta de su cama.
-¿Que haces aquí? -inquiere-
-No tenía a donde ir. -le digo la verdad-
-¿No sabes llegar a tu casa o qué?
-De ahí vengo, tarada. -respondo-
Diría que la hora la tiene así pero siempre es igual de lenta.
-Ah... en ese caso, ¿todo está bien? -suelta y siento la rara necesidad de contarle todo-
Es estúpido querer hacerlo, ni siquiera la conozco bien y quizás no le interese.
-No, nada está bien. -digo ignorando a mi cabeza-
-Ven, acuéstate de este lado. -golpea levemente el lado vacío de la cama, me quito las zapatillas y hago caso-
-¿Tu padre no se enojará si me ve aquí? -le pregunto-
-Está de viaje, salió ayer y vuelve en 2 días, ¿me quieres contar que pasó? -parece importarle-
-¿Alguna vez te acostaste en tu cama y caíste en cuenta de lo mal que estabas mientras mirabas el techo? -ignoro su pregunta, no quiero decirle eso todavía-
-Si y con audífonos puestos es mejor. -me dice y nos reímos bajito-
-¿Que se hace en ese caso? -pregunto a los minutos-
-Aceptar que estar mal temporalmente es parte de la vida, lo que no forma parte de ella es dejar que ese sentimiento sea constante. -dice segura de su respuesta-
Tiene futuro como escritora y si no le funciona puede ser psicóloga también.
Seguimos charlando y de la nada se levanta, se pone un buzo grande encima del pijama y me pide que la acompañe a un lugar, veo la hora en mi reloj y ya está por amanecer.
¿Será que me está llevando al sótano para atarme y secuestrarme?
Descarto esa idea cuando agarra una frasada y nos dirigimos a la cocina del lugar. Es una casa bastante amplia para que solo 3 personas vivan ahí.
Prepara café, lo pone en dos vasos térmicos, me ofrece uno y también lleva tostadas.
La sigo hasta el segundo piso de la propiedad y subimos al techo, se sienta y hago lo mismo.
-¿Qué estamos haciendo? -le pregunto-
-Horneamos galletas... -responde sarcásticamente-
Le dedico mi más falsa sonrisa y ella se ríe.
Nos tapa con la frasada, clava su vista al frente y cuando noto lo que está esperando sonrío.
-Estás loca. -le aseguro-
-Quizás...
Tomo un poco del café que preparó y me da una tostada, pasan aproximadamente 5 minutos y es ella quien habla ahora.
-Presta atención, hay un amanecer y un atardecer todos los días y son totalmente gratis. No te pierdas muchos de ellos porque podrías no verlos núnca más.
-¿De dónde me decías que sacas las ganas de vivir? Necesito un poco yo también. -le respondo mirando hacía adelante al igual que ella-
El sol se asoma y el cielo es una mezcla de colores que dejan a Alba enamorada de la vista.
-Oye, -le doy un leve golpe con el codo- que no se te olvide respirar. -me sonríe-
¡AHÍ ESTÁ OTRA VEZ!
Esa sensación de tranquilidad y el sentirme como yo de nuevo, esta vez dura más y lo disfruto tanto que solo me limito a agradecerle mentalmente a la chica que me ha hecho sentir esa experiencia dos veces después de tanto.
-Ahora si te sientes bien ¿no es así? -me pregunta-
-¿Como te diste cuenta? -me sorprende porque en ninguna de las dos veces que me sentí así se lo dije-
-Que no se te olvide que yo también pasé por eso, sé como hacerte sentir mejor.
Eso me llena de esperanzas, quizá tenga un nuevo escape en ella.
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No me olvides... (EN EDICIÓN)
Teen FictionEl tiempo es todo lo que tenemos y todo lo que no... Alba entendió eso y de mala forma Piero también.