Capítulo XX (Final)

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Konoha, 13 años después...

Aquella situación le resultaba en extremo extraña no solo por estar presentándose de ese modo nada menos que ante su propio tío sino además, por el motivo para el que le habían pedido presentarse ante quien, por si fuera poco, se convirtiera nada menos que en su eventual sucesor. Y segundo miembro de su Clan en recibir tal honor. El hombre frente a ella, quien a esas alturas no sólo evidenciaba a las claras el paso del tiempo en su rostro sino que, por otra parte -y paradójicamente-, continuaba manteniendo la misma apariencia que tuviera cuando le conociera 20 años atrás, alzó su mirada ónix hacia ella sin siquiera preguntar el motivo de su presencia. Por el contrario, se puso de pie alejándose del escritorio y, deteniéndose justo frente a ella, se inclinó apenas a su altura y, apoyando una mano en su hombro, procedió a abrazarla con fuerza sin que Sarada siquiera lo esperara antes de explicarle que había recibido la noticia quizá de la persona menos esperada. Su propio hermano; en otras palabras, el viudo de una de las eventuales víctimas de aquella misión fallida y asimismo el discípulo y mejor amigo de las dos restantes. Por otra parte, había enviado a su hija junto a los propios hijos de Inojin Yamanaka y Shikadai Nara a recoger sus cuerpos; sin embargo, les había ordenado guardar la mayor discreción al respecto.

- Lo sé; Irina me lo dijo... -respondió Sarada mientras secaba los rastros de lágrimas de sus ojos -Solo dime, ¿qué hay de Shizune y Tsunade-sama?

Itachi la observó por largos segundos; no exactamente por la mención de su esposa, sino por la de la esposa de Shikadai Nara. Una joven kunoichi de Kumogakure a quien tomara como discípula desde sus 8 años y tras su última misión antes de convertirse en Hokage. Era, al igual que todos los habitantes shinobi de aquella aldea, un joven prodigio en Kenjutsu. Y era, actualmente, nada menos que la Jinchuriki de la Bestia de Ocho Colas tras el asesinato más que la muerte de su antiguo custodio, Killer B. Esa había sido justamente la misión de Itachi, Naruto, Sai y Konohamaru. La misma no había tenido lugar en Kumogakure sino en Kirigakure en primer lugar y, por otra parte, Killer B había sido una de las dos eventuales víctimas fatales. La segunda había sido nada menos que la Quinta Mizukage, Mei Terumi. Mientras aquello sucedía en Kirigakure, por otra parte Sasuke y Boruto habían partido junto a Mitsuki y las gemelas Mikoto y Kushina Uchiha-Uzumaki (las hijas del rubio y Sarada) rumbo a Sunagakure mientras que, finalmente, el equipo Ino-Shika-Cho (tanto los 'veteranos', Ino, Shikamaru y Chouji como sus hijos Inojin, Shikadai y Chōchō) habían partido rumbo a Iwagakure para asegurarse de que no hubiera más ataques contra la Alianza Shinobi. Finalmente, quizá los únicos 'veteranos' aun activos en la aldea sin mencionar al propio Itachi, Kakashi Hatake y Tsunade Senju habían enviado mensajeros a recoger al Raikage Darui para custodiarlo allí en Konoha.

- Kyudaime-sama...

Llegó de pronto la voz de un joven de no más de 12 años llamándole con un tono visiblemente preocupado y mientras estaba de pie junto a Sarada. Al no recibir respuesta, el joven de facciones y ojos de un tono gris casi negro como los de su padre aunque de piel ligeramente cobriza y cabello rojo carmesí como el de su madre, el cual llevaba recogido en una coleta baja alzó su mano izquierda frente a los ojos del adulto, realizando un simple sello tan solo con dos dedos. Casi como si estuviese formando una figura en el aire. Itachi dejó escapar un grito ahogado cuando se vio sacudido de su trance momentáneo por aquella técnica y, cerrando casi instintivamente su ojo izquierdo para luego activar su Mangekyō Sharingan derecho, activó su propio Genjutsu, provocando que el joven cayera inconsciente en sus brazos. Aquel joven (y aquello era información clasificada), era también un Uchiha aunque, al igual que el caso de Sarada, solo uno de sus padres (su padre) había nacido dentro del Clan. Su madre era en efecto Karin Uzumaki. Finalmente, era nada menos que el nuevo Jinchuriki del Zorro de Nueve Colas. No obstante, Ikari era un usuario de Genjutsu y poseía, además, un Mangekyō Sharingan único en su tipo, el cual era en efecto similar en apariencia al de su padre. Itachi sin embargo no revelaría a nadie la identidad de aquel shinobi, puesto que se había asignado a sí mismo la protección tanto del joven Chūnin como del hombre en cuestión. No obstante, se trataba de alguien que, al igual que él mismo, había muerto (o al menos eso fue lo que la aldea fue obligada a creer) a los 18 años. Solo una persona conocía no solo la identidad sino además la ubicación actual de aquel hombre y esa persona era Naruto. Itachi sacudió la cabeza cuando escuchó esta vez a su sobrina frente a él llamarlo y, alzando la mirada ónix a los ojos en ese momento escarlatas de la Octava Hokage, se puso de pie, pidiéndole que lo acompañara a la pequeña habitación de la mansión y señalando que había algo que debía confesarle, pero que ella debía prometerle que guardaría para sí al menos por el momento. Sarada asintió sin poder evitar una expresión de curiosidad en sus ojos.

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