Sarada estaba sola entrenando en un campo de tiro sosteniendo en sus manos un arco. Había escuchado que tanto su padre como su hermano mayor eran diestros en arquería. O al menos lo habían sido en su infancia. Apuntó el arco en dirección de la primera diana que había colocado en uno de los árboles aunque, antes de disparar escucho una voz, para su sorpresa, increíblemente similar a la de su padre excepto que algo más profunda advertir que no estaba tensando la cuerda lo suficiente como para mantener la flecha en su sitio y en la dirección correcta. Aquella voz inesperada rompió la concentración de la joven Uchiha y esta efectivamente perdió el control del arco que sostenía. Como resultado, la flecha se disparó velozmente en dirección de la voz que le había hablado previamente. O mejor dicho de su dueño, quien la detuvo tan solo alzando su mano izquierda. Sarada dejó escapar un grito horrorizado al percatarse de ello e inmediatamente volteó hacia el sujeto a sus espaldas. Encontrándose con que este no era increíblemente similar a su padre Sasuke solo en el tono de su voz. Todo en él, excepto su cabello lacio recogido en una cola baja lo era. Y por si eso fuera poco, tenía sus Sharingan activos. Finalmente y ese detalle solo logro alarmarla aún más, sus ojos alrededor de estos eran completamente negros. Como lo eran los de su padre naturalmente.
- ¿Quién...? ¿Quién es usted?
Preguntó la mujer, dubitativa y algo asustada. El desconocido no se inmuto sino que por el contrario se acercó a ella inclinándose levemente hacia adelante hasta quedar a su altura y apoyando sus manos sobre las de Sarada. Luego y con el mismo tono calmo le pidió que intentara disparar nuevamente. No supo que le inspiró esa repentina sensación de calidez, pero decidió obedecer a aquel hombre y disparo. El proyectil dio justo en el centro de la diana. Sarada sonrió y al voltear en dirección del hombre detrás de ella vio que también este tenía una leve aunque genuina sonrisa en su rostro. Apoyó su mano en el hombro de la menor y, acercándose nuevamente a ella susurro en su oído que era un 'viejo conocido' del Hokage. Al escuchar la mención de Naruto, la mujer activó su Mangekyō Sharingan e inmediatamente giró la mirada a la de su acompañante.
- ¿Tú también? ¿Cómo...? ¿Cuál es tu nombre, jovencita?
- Uchiha... Uchiha Sarada. Mi padre es Uchiha Sasuke; mi madre...
- Haruno Sakura. Los conozco a ambos. A los tres; también a Uzumaki-san. De hecho...
Activo nuevamente su Mangekyō provocando que aparecieran alrededor de la menor dos cuervos. La mujer de cabello ébano abrió enormemente sus ojos al recordar que alguna vez su padre Sasuke le había mencionado que había heredado de su hermano mayor, Itachi, ese Genjutsu. Aunque no era exactamente su especialidad.
- Usted... ¿Usted es Itachi Uchiha?
El hombre sonrió ampliamente antes de abrazarla y susurrar en su oído que cuidase de sus padres y de Naruto. Y también de su futura familia. Sarada abrió enormemente los ojos, sin embargo no pudo decir nada. Aquel aparente desconocido, quien resultó ser nada menos que el hermano mayor de su propio padre había descubierto su secreto.
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Sasuke apretó los ojos y dejó escapar un agudo siseo al darse cuenta de que alguien sujetaba con medida fuerza su mano izquierda recientemente trasplantada. Sin embargo no despertó por completo sino hasta que oyó una exclamación de sorpresa, seguida de una respiración algo agitada, probablemente por parte de la persona que sostenía su mano. Tenía nuevamente los ojos cubiertos por lo que debió en última instancia recurrir a identificar el Chakra de dicha persona. Asumiendo acertadamente que se trataba de un shinobi. Nuevamente escuchó una exclamación de asombro sin embargo esta vez era genuina. En ese momento logró identificar su voz y fue él quien no pudo evitar la sorpresa en su rostro. Era su hija Sarada.
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Forever At Your Side
FanfictionEllos habian tenido sus diferencias, sus peleas y algo mas que simples discusiones cuando niños/adolescentes. Y desde que se reconciliaron habian deseado con todas sus fuerzas que la historia no se repitiera con sus hijos. Para su fortuna, solo no o...