Prólogo

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6 años atrás

Nikolay

-Será mi esposa. Serás mía por siempre-repetía las palabras una y otra vez, con una sonrisa en mi rostro y un caro anillo de oro rosa dando vueltas en mis dedos

No podía creerlo, mis sueños se harían realidad, los inocentes besos a escondidas, los abrazos en la penumbra, los "Te quiero" envueltos en regalos sencillos, las muchas veces repitadas frases de "Te extrañaré" y "Vuelve pronto" llenarán mis días.

Hoy cumplimos nuestro segundo aniversario de novios, es el día perfecto para mi propuesta.

Será mi esposa, la próxima Señora Schoeder

En cuánto cumpliera los veintiuno nos casaríamos en una iglesia, o en la playa, no me importa donde fuera mientras ella estuviera vestida de novia.

Primero será mi prometida, quiero que los demás chicos la vean con un anillo en el dedo y sepan a quién pertenece, poco me importa si suena machista o petulante.

Este año comienza en la universidad y viviremos juntos en mi apartamento cercano al campus.

Meto el anillo en la caja rosa de terciopelo.

Le encantará, lo sé.

-Nikolay-abren la puerta abruptamente mi mejor amigo entra en el estudio, como una bala perdida, rápido e incontrolable.

-¿Qué pasó?-me levanto sobresaltado.

-Es Jane. Ella...

Siento el mundo caer a mis pies, el solo hecho de que su nombre fuera pronunciado de forma urgente, hace mi presión sanguínea decaer como si de un paracaídas se tratara.

-¿Que le pasó?-corro en su dirección, estrujo la camisa de mi amigo en mis manos. Ejerzo fuerza en mi agarre.

-Se fue. Se... ha marchado.

<<No es cierto, no es verdad>>

Me río en su cara. Me empiezo a reír hasta que me duelen el estómago, pero en cuanto veo su cara seria, sé que algo anda mal.

Decido ser fiel a mi instinto que me grita con voz de hierro que no crea en las palabras de Adam.

-¿Es una puta broma verdad? Ella te envío para gastarme un truco ¿no es cierto?

Niega, sus hombros se encorban y desato mi agarre en su camisa.

El mundo me da vueltas y el hecho de pensar en un posible abandono hace mi pecho doler.

<<Pero no es cierto, sé que no lo es.>>

-Sabes que no te mentiría- dice con un hilo voz, suelto mi agarre.

Su mano se inclina en mi dirección, me enseña un papel doblado que tiene escrito mi nombre. Lo tomo entre mis dedos.

Mi nombre está ahí, escrito con la caligrafía de Jane, con el toque justo de suavidad y definición.

No confío en la palabra de nadie en estos momentos, debo comprobarlo con mis propios ojos y verificar que no es cierto.

Salgo como un tornado, recorro pasillos, puertas, todo la mansión hasta llegar a su pequeña casa.

Voy a su habitación, queriendo encontrarla ahí, junto al espejo cepillando su lindo cabello castaño, o esperando que esté con una sonrisa y un rico cupcake en la mano como regalo de aniversario.

Pero no está.

En su lugar me encuentro un panorama diferente, veo a su madre llorar desconsolada en la cama, llevando a su pecho una carta parecida a la mía. Mi nana la consuela, pero el intento es en vano.

Quiero SeducirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora