Que sonara el despertador era lo peor a las seis de la mañana,amanecía todos los días con los ojos pegados,no quería levantarme,pero debo de admitir que estaba loco por ver el impacto que causaba en todos mi nueva apariencia.
Cuando voy a salir de la cama veo un bulto al lado mío, me meto debajo de la sábana y cuando veo era Jessie que dormía al lado mío y en poca ropa mejor dicho solo con su ropa interior transparente.
– Ohhh mierda– que es lo que he hecho.
Parece que mi mirada fijamente en lo que yo pensaba que había sucedido hizo que se despertara,fue cuando me miró fijamente y como si estuviera adivinando lo que por mi mente pasaba.
– Tranquilo vaquero que aquí no ha pasado nada, no me gustaba dormir en el sofá y vine para acá a dormir contigo, descuida se que eres gay–Me quedé como si fuera una película en pausa,ninguna palabra salio de mi boca y tan solo sonreí y me levanté corriendo para el baño. Al abrir la puerta vi al compañero Kevin bañándose con la cortina abierta y por lo comprobado la puerta sin seguro era como para que todo el que quisiera mirar ese espectáculo pudiera presenciarlo así de cerca,lo mandé para el carajo cuando vi que se demoraba,el no era tan limpio como para ducharse tanto,verlo hasta provocaba gracia ya que tenía la boca abierta tragando agua como si estuviera bebiendo ginebra de la buena.
Cuando logré limpiar mi cuerpo con esa agua refrescante nos dirigimos hacia la universidad está vez si íbamos para allá, no podíamos estar faltando tanto,apenas aparcamos el coche que salí todos se me quedaron mirando como tratando de descubrir quién era y cuando por fin se daban cuenta de que era yo sé sorprendían estaba presuntamente delicioso como me dijo una chica de primer año,en ese momento comencé a ser el centro de atención.
Pero no todas las impresiones acerca de mi nueva apariencia tenían que ser igual de buenas y fue cuando entré al aula, imagínense que las miradas de sus compañeros de estudio fueran flechas dispuestas a dejarte moribundo, pues si, así mismo me sentí yo, pedí permiso para pasar y me dirigí hacia mí puesto.
Atendiendo ya al profe de lengua española sentía que una mirada distinta a las anteriores me estaba asediando fue cuando mire hacia un costado y vi a Nate con cara de sorprendido y de molesto también.
– ¿Qué tal Nate? – dije en voz baja para no interrumpir la clase.
– Daniel se puede saber que es todo eso, ¿ De que andas vestido?–No sé que le pasaba,esperaba realmente que se hubiese puesto contento y realmente no sé pensé que le iba a gustar, no me podía explicar que era esto, desde esos días que pase con el algo pasaba cada vez que lo veía y no sé porque.
–¿ Qué te pasa? Me arreglo, me siento bien así y lo más que espero es que me digas que me veo bien o no sé, pensé que ibas a reaccionar distinto – le dije.
– Daniel es que tú no eres así, tu no te vistes así, esa es culpa del descerebrado de Kevin, deja que lo vea, el es una mala influencia–
– Cállate ya porfavor el no es mala influencia nada ya– le conteste.En ese momento el profesor nos regaño a toda el aula por hablar en su turno de clase, al parecer no eramos los únicos a los que no nos importaba mucho la clase, en consecuencia al final del día nos iba a poner un examen sorpresa para ver cómo estábamos y de paso callarnos la boca y aprender a atender a las lecciones.
Ya al salir de la escuela iba directo al coche los hermanos locos me estaban esperando para ir a casa,tenía unas ganas de acostarme estoy tan decepcionado de mi amigo, ya cuando voy acercándome Kevin me pregunta sobre cómo había pasado el día y le expliqué lo sucedido y fue cuando me señaló que mirara para atrás estaba Nate que al parecer quería hablar conmigo espero que no sea para discutir porfavor.
Me acerqué a él está vez a medida que me acercaba a él mis manos comenzaban a timbrar, me quedaba perdido cuando lo miraba fijamente.
– Disculpa Daniel, no sé que es lo que me pasa, no puedo verte al lado de ese anormal que me descontroló, pero claro que te ves bien, el cambio ha sido despanpanante–
– Ahora no vale, me vestí y todo pensando en ti para cuando me vieras no se, y si te soy sincero no sé porqué te digo todo esto, lo que ocurre ...–En ese momento con una velocidad incomparable el me cogió y me pegó contra la pared que estaba justo detrás de nosotros, lo tenía tan cerca que apenas podía creerlo, me quedé mirándolo fijamente su mirada era de alguien que deseaba hacer algo con todas sus fuerzas, podía sentir su respiración en mi, podía decir que mi corazón latía cada vez más rápido,mis piernas casi no se sostenían por si solas. En ese momento de silencio nada incómodo por cierto dijo el.
– Coño es que me gustas – acercándose a mí aún más.Y fue cuando puso su mano de hombre fuerte sobre mi rostro, primero acercó su rostro al mío y comenzó a jugar con la mirada hasta que unió sus labios a los míos, en ese momento se detuvo el tiempo, sus labios se movían una y otra vez como si se tratase de un baile en el que incluso nuestras lenguas participaban haciendo más interesante ese momento el cual estaba disfrutando.
Fue cuando paro y nos quedamos mirando no se porque lo hice pero salí corriendo hacia el coche sin dejar de mirar hacia atrás viéndolo como el se quedaba desconcertado. Kevin se quedaba mirándome en el carro, el había observado todo lo ocurrido y m pregunto si estaba bien, en esos momentos realmente no podía ni hablar recordando ese beso el que desde hace un tiempo esperaba en secreto.
Por la noche vi que mi teléfono señalaba que él estaba llamándome no sabía que hacer, tampoco quería ser mal educado o que el pensará que no me había gustado el beso. Le mandé un mensaje diciéndole que lo sentía mucho por haber reaccionado así, que realmente había añorado ese acontecimiento inexplicablemente desde hace un tiempo, pero que necesitaba unos días.
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Durmiendo con el enemigo
Teen FictionLas malas compañías en la juventud pueden hacer que un chico tranquilo y bueno de un cambio a su vida de una manera radical