Durante una noche como cualquier otra, los dos tienen la suerte de encontrarse frente a frente.
Lo que parecía terminar en puñetazos y destrozos, terminó en una charla decente, cosa que ninguno se esperaba.
Además de una promesa que pensaban cumplir...
En cuanto recibió el mensaje, casi le da un ataque cardíaco. "Creo que alguien de la Agencia lo sabe" eso dijo Atsushi por mensaje esa tarde.
No mencionaron nada sobre la despedida del sábado, no dijeron nada sobre el beso, pero no fue impedimento para volver a verse y seguir ocultando su secreto.
Akutagawa tenía la mañana libre, Gin se encargaba de la chica rubia acosadora y Atsushi acordó verlo junto con Rampo a las afueras de la Agencia.
- ¿Para qué me llevas Atsushi?- Preguntó el chico de la boina
- Usted ya lo sabe ¿no es así?- Respondió nervioso con otra pregunta
- Vaya, vaya~ alguien oculta sus sentimientos por el perro de la Mafia- Mencionó con burla haciendo sonrojar al contrario
- ¡R-Ranpo-san! Bueno, si, pero...
- Tranquilo, ¡puedes comprar mi silencio, pero te saldrá muy caro!- Dijo muy orgulloso
Atsushi suspiró, encerio esperaba que la oferta del mafioso diera resultado. Sabía muy bien que probablemente Dazai planeaba investigarlo, y cuando se trata de él no hay quien lo pare.
- ¿Cómo le va señor perro de la Mafia?- Saludó con gran alegría
- Jinko me dijo que ya sabes el secreto, ¿eso es cierto?
- Yo lo sé todo amigo mío, pero déjame decirte que mi silencio te costará, ya tengo a otros proovedores que darían mucho por enterarse de lo suyo- Contestó revisando sus uñas
El azabache suspiró y sacó dos papeles enrollados de su abrigo. Ranpo los vio, de arriba a abajo una y otra vez.
- Cuatro cajas, veinte unidades, sólo di que aceptas y llegarán mañana- Informó casi sonriendo por obtener lo que quería
Eran dulces importados de países europeos y latinos, algunos artesanales y otros que nunca en su vida alcanzó a conseguir por la exclusividad de estos.
- Me convenciste, pero tengo una última petición- Dijo alzando un dedo
- Bien, habla rápido
Ranpo jugó con sus dedos por un momento y desvió la mirada de los dos presentes.
- Me gustaría que consiguieras tres paquetes de Navigator Platinum a partir de 90 gramos...
- ¿Ah?- Preguntaron los dos al unísono
- Son hojas de papel para escribir, su superficie es de excelente calidad, el tacto es sedoso y tiene buen gramaje- Explicó haciendo ademanes con sus manos
- ¿Para qué querrías eso?- Cuestionó el mafioso con curiosidad
- S-son para un a-amigo, a él le g-gusta escribir- Respondió avergonzado por completo
El albino supo a quien se refería, era el chico demasiado tímido que siempre tenía un mapache de acompañante. Los dos pasaban horas y horas escribiendo historias, además de tener una peculiar relación que aún no comprendía del todo.
Atsushi asintió hacia el azabache, diciendo que era una buena idea aceptar su condición.
- ¿Y con eso cerraras la boca?
- Completamente, su secreto está a salvo conmigo- Afirmó emocionado
Extendió sus manos hacia los dos y las estrecharon, ahora estaban protegidos y por parte del detective no habría traiciones. El chico de la boina se despidió y les giño un ojo a los dos, llevándose el dedo índice a los labios.
- No tengo idea de que es el papel de 90 gramos- Bromeó alzando los hombros
Rieron juntos y se vieron el uno al otro. La situación no era incómoda, más bien era vergonzosa.
- Sobre el beso...- Incitó Akutagawa
- T-tengo que i-irme, p-pero... ¿te veo hoy a las siete donde siempre?
- A las siete- Sonrió leve, sonrojando al albino
Le devolvió la sonrisa y se fue corriendo de regreso a la Agencia, de no ser por cierta rubia mafiosa que lo detuvo con un simple toque en su hombre.
- Eres sólo una etapa, lo sabes ¿cierto?- Preguntó con altanería
- ¿Qué?- Preguntó confundido
- Tú, su relación, todas las salidas que han estado teniendo... No eres más que un pasatiempo, muy posiblemente sólo te este usando para sacarte información de la Agencia y lo sabes...
Sintió su pecho comprimirse, eso no era cierto... ¿verdad?
No. Jamás lo sería. Ya lo tenia muy en claro y había progresado mucho en estas semanas, no podía echarse para atrás. No ahora.
- Mientes- Respondió firme
- ¿Disculpa?- Preguntó de nuevo
- Es mentira, y si me estoy equivocado, dile a tu superior que me lo diga a la cara
- ¿C-como te atreves a?... ¿¡G-Gin!?...-
No terminó su frase cuando la chica pelinegra la tomó del brazo y le arrastró un par de metros atrás, para luego acercarse al agente y bajar un poco su cubrebocas.
- Es todo tuyo tigre- Susurró emocionada
Atsushi sólo sonrió nervioso y le dio las gracias, para después perder de vista a las dos chicas de la Mafia.
Tenía luz verde por parte de la hermana del mafioso y su secreto estaba a salvo con Ranpo, este día podía salir mucho mejor de lo que esperaba.
- ¿Y qué tienes para decir en tu defensa?- Le preguntó a la chica rubia
- Nada, lo lamento- Respondió apenada por su comportamiento tan insensible
- Bueno, si no te quedas con mi hermano yo sigo por aquí- Susurró cerca de su rostro, avergonzandola de sobremanera
Tuvo que evitar un accidente automovilístico, ya que Higuchi casi se desmaya en plena vía pública cuando iban de regreso.
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Maestra de lengua, si alguna vez llega a leer esto... ME LA PELA PINCHE VIEJA DE MIERDA QUE NO TIENE RAZON Y ME MANDO A LA DIRECCION POR SUS OVARIOS JUNTO A LA MITAD DEL SALON POR NO TRAER UNA TAREA QUE NI ENCARGO, LA VEO EN EL INFIERNO
Pero gracias por tomar en cuenta mis problemas familiares :)
