Together // Shin Soukoku

17. Especial 🔞

- Jinko... - Lo llamó divertido abriendo la puerta del cuarto

Al no verlo en la recámara supuso que se escondió en el baño, la abrió con cuidado encontrándose al albino cubriendo su rostro con ambas manos. Aprovechó y se acercó lentamente para abrazarlo por la cintura, sobresaltando al contrario.

- ¡R-Ryu! J-juro que fu-fue u-una... mmgh

Como era de esperarse, Akutagawa no perdió el tiempo y empezó a besar su cuello con amor. Pasaron de besos a lamidas, luego marcas y chupones.

- P-para... soy s-sensible cu-cuando ¡aagh!- Gimió alto al sentir una pequeña mordida en su ojera derecha

- Pude notarlo, ¿seguimos?... odiaria dejarte así en estos momentos- Susurró dejando más besos en su cuello

Pasó una mano por su entrepierna, escuchando jadeos por parte del agente.
Bajo el cierre despacio y jugó un poco con el elástico de su ropa interior.

- R-Ryu... va-vamos a o-otro lugar...- Pidió cuando sintió sus piernas temblar

El mafioso llamó a su habilidad, cargando a Atsushi mientras se besaban con lujuria. Había una gran diferencia entre los besos gentiles y estos, pero su cuerpo no tenía la fuerza necesaria y sus sentidos se nublaban a ratos.

Las sensaciones completamente nuevas y extasiantes los estaban dejando perdidos, una nueva y primera experiencia para ambos.

Fue dejado en la cama con delicadeza, aún sin romper el beso. Uno tras otro dejándolo con ganas de más y un notable problema en su parte baja.

Akutagawa sentía la necesidad de marcar al agente, después de todo tenía que declararlo como suyo, sin embargo este se lo impidió.

- D-dejame la camisa p-por favor...- Rogó con los ojos llorosos

- ¿Qué no quieres que vea?- Preguntó cambiando el ambiente

Atsushi desvió la mirada, se sentía vulnerable ante los ojos contrarios, pero aún así intento expresarse.

- T-tengo quemaduras d-del orfanato, no me gusta hablar de...- Fue callado por un beso en su mejilla

- Yo también tengo, ¿quieres verlas?- Preguntó con total sinceridad mientras quitaba su camisa

En su espada había rasguños, cicatrices en diagonal y varias heridas de balas, pero eso no pareció importante, pues su atención estaba en la confianza que el mafioso le tenía para enseñarselas.

- Ryu...- Murmuró tierno, dejando que su camisa fuera quitada

- Las cicatrices son la prueba de todo lo que sobreviviste, son la prueba de que eres fuerte y valiente...- Dijo acariciando sus quemaduras con la yema de sus dedos

- ¿Por qué eres tan dulce en momentos así?- Preguntó queriendo molestar al otro

- Porque siento que es necesario- Contestó meloso, sacando una risa de parte del agente

Quitó por completo la ropa sobrante, dejándolos en ropa interior cuando recibió una petición peculiar.

- D-déjame probar algo...- Murmuró contra los labios del mafioso

- Soy todo tuyo- Dijo de igual forma

Atsushi quedó a hojarcadas encima suyo, comenzando a moverse lento y placentero para ambos. El azabache no controlo su curiosidad y preguntó.

- ¿Se puede saber... donde aprendiste e-esto?

- L-lo leí en una n-novela... p-pensé que te gustaría... ¿se s-siente bi-bien?