6. A salvo

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Sus mañanas, tardes y noches volvían a brillar.

Por alguna razón que desconoce, el director del orfanato dejó de perseguirlo. Ya no tenía pesadillas con ese horrible lugar, ya no despertaba agitado, ya no tenía miedo de pasar cerca del cementerio.

Podría ser algo pasajero y que luego de unos días volviese, pero descartó la idea cuando Akutagawa le escribió diciendo que el tampoco lo había visto desde hace días.

Sentía un alivio enorme, era libre. Al dia siguiente, después de desahogarse en la tumba del director, regreso a casa y fue directamente a hacerse bolita entre sus colchas.

Luego de eso todo fue mejorando. Sus compañeros lo veían más alegre, más activo y de vez en cuando sonreía sin motivo aparente.

Al segundo día, fue cuando todos ya no podían con la duda. Sus cambios de ánimo demaciado repentinos los hacían preguntarse sobre su salud emocional.

Así que Yosano fue la primera en preguntar.

- ¿Y bien?- Preguntó tomando asiento a su lado mientras comían en almuerzo

- ¿Qué cosa Yosano-san?- Respondió con otra pregunta

- ¿Nos dirás a que se deben tus cambios de humor tan precipitados?

Atsushi dudó un poco, no podía ocultarles la verdad por siempre, pero tampoco podía decirles que Akutagawa fue su soporte emocional y quien lo animó a superar la muerte del director.

- Sólo... creo que pude superar al director del orfanato- Contestó un tanto nervioso

Era una mentira a medias, no era la verdad completa, pero tampoco era una mentira del todo.

- ¡Eso es bueno chico!- Felicitó alegre

Poco a poco los demás se enteraron de la razón, y aunque ellos no lo sabían, todo se lo debía a Akutagawa. Se sintió mal por no darle las gracias en su debido momento, pero ya tendría oportunidad y le agradecería en grande.

- ¡Hey Atsushi-kun!- Gritó Dazai emocionado

- Hola Dazai-san, ¿necesita algo?

- Oh, no es nada, pero un pajarito me dijo que ya te sientes mejor- Sonrió amplio

- Si, eso creo...- Respondió nervioso

- Nos alegra que te sientas mejor mocoso, pero en cuanto a ti Dazai... ¡Deja de olgazanear y termina tu trabajo!-

Algunas cosas nunca cambian, lo que si cambio fue su relación con el mafioso. A veces lo veía entre callejones, pero parecía que tenía trabajo pendiente y prefería no molestarle.

En algunas ocasiones, mientras hacia sus informes o tenía tiempo libre, se perdía en sus pensamientos. Podía tener todo el dia libre y lo único que se le venía a la cabeza era Akutagawa.

Intentó de todo para sacarlo de su mente, pero absolutamente todo lo que veía le recordaba a él. Eso le pareció extraño, pero tampoco era para tanto, así que supuso que sólo era su necesidad de darle las gracias en persona.

Ni siquiera conocía sus horarios o algo parecido, sin mencionar que la mayoría de veces iba acompañado de la chica rubia. No le molestaba, pero verlos juntos le provocaba un sentimiento de disgusto en su interior, se quedaba con un sabor amargo en la boca de sólo verlos en sus misiones.

Sin embargo, eran asuntos del mafioso, él no tenía nada que ver en ellos.

Hasta que la señora del su local favorito de chazuke le explicó que eran celos.

- ¿Celos de qué?- Preguntó Atsushi confundido y recargando ambos brazos en la mesa

- De ver que pasa más tiempo con otra persona que contigo...- Explicó con obviedad

- Es mi rival, no creo que sea eso Elena-san, además muy apenas nos llevamos bien

- Lo se cariño, pero conocen su pasado mutuamente, confiaron en el otro durante batallas de vida o muerte y dices que te agrada su compañía cuando no está a la defensiva todo el tiempo... ¿eso no es suficiente para considerarlo compañero?

La señora Elena tenía razón, confiaron en el otro cuando sus vidas estaban en juego, pasaron ratos divertidos, ratos sentimentales, lo vio llorar más de una vez, le contó sus tragedias y Akutagawa lo ayudó en todo momento, a su modo, pero lo hizo.

Sin mencionar que le salvó la vida en Mobi-Dick y hacían muy buen equipo.

Los jefes de ambos no pensarían dos veces y los llamarían a ambos para derrotar otra posible amenaza. ¿Tan buen equipo hacían? Bueno, Dazai pensaba así a tal punto de nombrarlos con "El Nuevo Doble Negro" aunque Chuuya lo cambio por algo más elegante "Shin Soukoku".

Como el Yin y el Yang, como la Luna y el Sol, como policia bueno y policia malo. Sus referencias hacia ellos eran prácticamente infinitas.

En lo personal no le molestaba, pero no podía creer que de verdad se coordinaban tan bien al momento de combatir. Eran buenos como compañeros de batalla, ¿pero algo más? No, no, no, no, no.

- Chico, tu chazuke se enfría- Regaño la señora divertida

- S-si, p-perdone...

La ancianita suspiró, "estos jovenes" pensó. Le recordaba a ella en sus tiempos de estudiante, cuando un chico de su clase le gustaba, pero este siempre la trataba mal y le respondía cortante. Debido a su actitud tan pesimista, quiso ayudarlo a expresarse, se acercó poco a poco al chico hasta el punto de ser buenos compañeros.

No fue hasta una tarde que descubrió que el chico tenía un pasado difícil, y por eso era tan reservado. Con el tiempo se ayudaron mutuamente, y ahora es su marido desde hace diecisiete años.

Pero una cosa era ser compañeros de clase y otra muy diferente era ser de bandos contrarios y enemigos.

Aunque siempre había esperanza.

No le quedó de otra que regresar a la Agencia, pues aún tenía trabajo pendiente y una última misión de investigación.

No le quedó de otra que regresar a la Agencia, pues aún tenía trabajo pendiente y una última misión de investigación

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¿Qué opinan de Elena-san?

No sé, me gusta pensar que es la consejera personal de muchas personas y la que los ayuda con esta clase de problemas amorosos y de la vida :D

Y por cierto... su esposo es el señor de la floristería en el capítulo de "Podemos Hacerlo" juasjuas <3


¡Gracias por leer!

Together // Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora