9. Chisme

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Regresó a su departamento lo más rápido que pudo, abrió con cuidado la puerta y vio a su hermana esperándolo en el sofá de la sala. Hizo una señal con la mano, subió a su cuarto, tomó una almohada y ahogo sus gritos de emoción, nerviosismo y felicidad.

Se hundió por completo en las sábanas y pataleo con fuerza, abrazando las colchas como si su vida dependiera de ello.

Respiró profundo repetidas veces y bajó a la sala como si nada.

- ¿Ya terminaste?- Preguntó sarcástica, ya que el disturbio se escuchó hasta la casa del vecino

- Si, perdona por eso...- Contestó sonriendo levemente

- No importa ¡Cuéntame cómo te fue!

Chismear y meterse en la vida privada del otro eran cosas normales entre hermanos, además de que te cubririan la espalda en caso de cagarla.

Solían reunirse los domingos, merendar en casa de alguno de los dos y cotillear entre ellos. Sobre los amoríos de la Mafia, que si el Jefe se veía a escondidas con el presidente de la Agencia, ya saben, lo normal.

Gin le mencionó que los vio de reojo mientras patrullaban, pero que se aseguró de que nadie viera o preguntará nada. Su secreto estaba a salvo con ella, y de ser necesario, se lo llevaría a la tumba.

Su hermano le contó sobre su curiosa despedida, obviamente Gin brincó de su aciento al escucharlo y gritó como fangirl por media hora, después de todo, ella le dio la idea de ir a la feria.

Celebraron con pastel de higos y té de fresa, Gin no se cansó de repetir una y otra vez lo orgullosa que se sentía de él.

¡Su hermanito estaba enamorado y muy posiblemente era correspondido! Los descuidas un minuto y terminan casados, que rápido crecen.

Ahora todo era un poco más sencillo, seguir en comunicación y ganar su corazón hasta tenerlo entre sus brazos.

Estaban charlando tan tranquilamente, hasta que una notificación sonó en el teléfono de Akutagawa, haciéndolos correr a ver quien era.

Su hermano casi se atraganta de ver que era el chico tigre "¿Llegaste bien a casa?" Decía el mensaje en la pantalla

- ¿¡Qué estás haciendo!? ¡Contesta tarado!- Regañó sacudiendo sus hombros con fuerza

Dejo de ahogarse como imbécil y tomó el celular para contestarle al chico.
" Si, todo esta bien" Ay~, se sentía la persona más idiota del mundo con esa respuesta.

- ¡Dame, dame! No sabes coquetear...

Gin le arrebató el móvil y volvió a escribir mientras su hermano sentía desmayarse de los nervios. "Hoy fue un día maravilloso, debes estar cansado, así que buenas noches <3" escribió.

- ¿¡Pero que mierda haces pendeja!?- Gritó completamente escandalizado

- Consiguiendote una cita tal vez- Contestó con obviedad, recibiendo un agarre en su muñeca por la combinación de emociones que sufría su hermano

"Gracias, buenas noches también, descansa ♡" Respondió el agente. Ahora si se le saldría el corazón.

- ¡Le gustas, le gustas, le gustas!- Repitió emocionada la chica - Invitalo a otra cita, tienes que hacerlo, ¡lo pone en la constitución?

- ¿¡Estas loca!? ¡No haré nada de eso!

- ¡Te dio un beso, te preguntó por tu bienestar y te mandó un corazón! ¿¡Quieres dejar tu orgullo de lado por un maldito segundo!?- Gritó fastidiada

Akutagawa cayó de cara contra el sillón y le dio la espalda en señal de enojo, pero no tardó ni cinco minutos en darse la vuelta.

- Tu ganas, lo traeré la próxima semana...- Dijo aceptando por fin

Together // Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora