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La mejor manera de librarme de la tentación es caer en ella.

– Oscar Wilde

La escuela puede ser divertida si tienes un motivo por el cual asistir, por ejemplo: Amigos, pareja o incluso un club, y como todos yo tengo uno, llamado: Uzumaki Naruto.

Joder, ese hombre es todo lo bueno que está en esta tierra, pues aquel cabello rubio de punta y ese cuerpo bien trabajado harían mojar a cualquiera.

Mientras él hablaba el tema de la clase, yo solo me quedaba como un idiota pensando, «¿Cómo será una noche con sensei?»

—Jóvenes, es todo por esta hora, pueden salir a su descanso —informo con aquella voz gruesa.

Rápidamente mi compañera Ino se acercó a sensei, entregándole una caja, que parecía contener unos panes de canela. No sin antes decirle «Son agradecimiento, por sus enseñanzas». Sensei las acepto con gusto, dedicándole una cálida sonrisa, las demás no desaprovecharon la oportunidad y se lanzaron a entregarles sus presentes. Claramente sus intenciones eran más que simples agradecimientos, pues la mayoría de ellas morían por él. Pero no las culpo, pues estamos en el mismo barco, aunque con una ligera diferencia, yo no lo busco de manera romántica, sino de algo más como un juego placentero.

Aunque había un pequeño problema, no sabía si le interesaban estas cosas, ciertamente sensei tiene cara de no tocar ni a una mosca.

Pero, yo tampoco me he dado la oportunidad de investigar ese asunto, lo único que podía hacer era fantasear sobre aquellas situaciones.

Estaba por levantarme de mi asiento, cuando sensei se acercó a mí.

—Sasuke, acompáñeme a mi oficina.

Su rostro denotaba molestia, pero eh de admitir que esas expresiones eran las que más me prendían.

Lo seguí a sus espaldas, mientras nos dirigíamos a su oficina.

Por el pasillo se podían escuchar los murmullos de mis compañeros y compañeras. «¿otra vez se metió en problemas?». Era el pan de todos los días escuchar eso, pues digamos que soy a lo que llaman, un chico problemático. Pero como todo, hay un porque.

"Si meterte en problemas, significa estar a solas con sensei, metete en problemas lo más que puedas" ese era mi lema, lo sé, es un poco estúpido, pero me motiva.

Entramos a su oficina, sensei tomo asiento en su silla y al cruzar sus brazos ya me imaginaba lo que venía.

— ¡Esta ya es la cuarta vez!—protesto

—No fue mi culpa que ese idiota no me dejase pasar.

Aunque en el fondo sabía que; si había sido mi culpa. Pues esta mañana al llegar a la escuela un mocoso no me dejaba pasar, según él, estaba haciendo guardia y tenía que revisar mis pertenencias, claramente me negué. —no tenía tiempo de eso—, él me dijo que dejara de ser una nenita y para mis pocas pulgas, pues les solté un puñetazo, el llorón fue a contarle a los maestros y ahora estoy en esta situación.

—Sasuke, le rompiste la nariz—pauso un momento mientras se sobaba la sien, posteriormente prosiguió. —Como castigo escribirás un ensayo sobre la sana convivencia y no saldrás hasta terminarlo— finalizo.

Chasquee mi lengua en forma de protesta, pues hacer un ensayo no era la cosa más fascinante del mundo, lo único que me daba consuelo era que sensei estaría solo para mí en este rato, o al menos así lo creía.

Sensei se paró de su silla y antes de salir por la puerta dijo. —Ni creas que desperdiciare mi descanso por tu mal comportamiento, si terminas puedes salir, si no, que ni se te ocurra poner un pie fuera de esta oficina. — y con una sonrisa burlona finalizo cerrando la puerta.

SENSEI | NARUSASUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora