7.

676 64 54
                                    


Tobirama

Era aproximadamente mediodía, me encontraba en el centro de la ciudad esperando a mi impuntual amigo en una cafetería.

«Porque diablos demora tanto.» Proteste a mis adentros, mientras meneaba mi bebida con el popote.

De repente un sutil tintineo de la campanilla del local, me hizo alzar la mirada con esperanzas de que la persona que cruzara la puerta fuese mi amigo. Y en efecto, si era él.

Pues aquella larga cabellara oscura era muy fácil de distinguir.

Comenzó a buscarme con la mirada, hasta que por fin estas chocaron y en un parpadeo ya estaba frente a la mesa.

—¡Que tal Tobirama!.— vocifero. Sin duda el tenía un timbre muy peculiar, pues era un poco áspero al hablar.

—Hasta que llegas Hashirama.

—Es que a diferencia de alguien...— me lazo una sutil mirada, obviamente refiriéndose  a mi.—yo me encontraba trabajando.

Hashirama es uno de mis amigos más cercanos, ambos nos conocimos en el consejo estudiantil cuando íbamos en la preparatoria. Y me ha acompañado en mis momentos más difíciles, le tengo gran aprecio.

Una vez Hashirama tomo asiento, una mesera se acercó a tomar nuestra orden, yo pedí una pescado al vapor, y él una sopa de hongos.

Terminamos de ordenar y esta se retiró.

—Hombre, sigues teniendo gusto muy raros.—mofe, recargándome en el respaldo de la silla.

—Mira quien lo dice— rodó sus ojos.—mejor cuéntame cómo has estado... ¿aún aparece—

—No digas su nombre...—lo interrumpí, no quería escuchar lo que seguía de aquella oración. 

—Comprendo, no es fácil olvidarlo.

—lo sé, incluso el otro día creí verlo— exhale pesado. —se parecía tanto a él.

Una sensación de pesar me golpeó como si de una brisa helada se tratase, mientras que la vivida imagen de aquel chico que conocí en el club, venía a mi cabeza. pues aquel cabello azabache y esos ojos a juego con el mismo, se parecían demasiado a los de la persona que alguna vez fue mi todo. 

—sabes que es imposible que sea el, ¿verdad?

—Lo sé.

Era algo que tenía bastante claro, pero aun así, no era fácil esfumar aquel recuerdo. Y aunque lo había intentado, lo único que conseguí fue todo lo contrario.

El ambiente comenzaba a tensarse, pero por suerte la mesera llego a interrumpir este, poniendo nuestros platillos en la mesa.

—¡Disfruten su comida!— luego de aquellas cálidas palabras, la mesera se retiró.

—bien, quita esa cara larga— dijo Hashirama. a su vez, alzando el tokkuri en forma de brindis.—¡hoy vinimos a celebrar tu nuevo empleo!.

El tenía razón, el motivo de nuestra salida, había sido para celebrar. Así que por lo menos hoy, trataría de no agobiarme.

—Te compadezco Tobirama, tratar con jóvenes de preparatoria...—fijo su mirada en mi.—No será nada sencillo.  

Lo mire confiado. —oh vamos, ¿Qué tanto lio podrían hacer unos mocositos?. 

Ya que Hashirama toco aquel tema, no puede evitar pensar en aquel chico; Sasuke si no mal recuerdo, parecía de preparatoria, Me pregunto en que escuela ira.

SENSEI | NARUSASUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora