Der König des Ozeans Tomo I: "Herz" (Chanhun)

12 . Oasis

Cuando SeHun logro abrir los ojos se encontró con el cielo lleno de estrellas haciendo que se levantara de golpe al recordar lo que había pasado - ¡ChanYeol!- exclamó asustando a los presentes que estaban tomando calor en la fogata improvisada- ¿D-Dónde estamos?

-Tranquilo Hun- mencionó Kyungsoo acercándose con comida y agua -estamos en nuestro viejo hogar, la isla Oasis, una de tus ballenas nos trajo aquí a toda prisa, han pasado 3 días ... debes tener hambre

-Pero Soo, yo...no puedo traer a mis animales LuHan me quitó ese don - respondió SeHun en un susurro aceptando el agua y la comida que eran trozos de pescado crudo los cuales no dudo en llevarse a la boca inmediatamente-¡¿3 días?! ¿Tan mal estuve?

-Cuando saltaste tome el último bote, solo alcance a poner el barril de Gir y Leviatan, algunos mapas, plantas medicinales secas y cuando llegamos aquí ambos seguían congelados y vaya que SuHo les dió una paliza - menciono Kyungsoo- Loey respira pero aún no despierta tiene el brazo fracturado pero ya le estoy dando curación,al igual que a ti en tu pierna, sus cuerpos la aceptan.

-Gracias Soo...por todo - dijo SeHun comiendo los trozos -

- Para eso somos los amigos Hun- sonrió el ojiverde.

La isla Oasis era una pequeña porción de tierra con una amplia y variada vegetación también contaba con una cascada y un pequeño lago en su centro, en ella habitaban pequeñas especies de mamíferos, aves e insectos, se ubicaba en medio del Océano Atlántico, él reino de Junmyeon y Yixing, la isla tenía una única función, era utilizada para criar y educar a los nuevos Reyes de los cinco océanos, una vez que estos maduraban volvían al mar preparados para asumir su trono, uno de los sanadores se encargaba de esta difícil tarea puesto que no eran 5 niños, al contrario eran 10 pequeños pero en la última generación hubo un cambio repentino pues ahora solo fueron 8 sin contar a un humano y a un híbrido.

Habían pasado exactamente 2 semanas después de la perdida del Damage, SeHun estaba casi recuperado de su pierna, aún cojeaba pero se negaba a usar un palo como bastón así que ayudaba a Kyungsoo junto con Leviatán y Æegir a cazar peces todas las mañanas mientras que ChanYeol seguía inconsciente, descartaban la idea de que estuviera muerto aún respiraba y tenía color en el rostro que SeHun sin falta limpiaba todas las noches ,además, su cabello estaba cambiando de color a platinado con destellos azules cosa que les extrañaba a ambos amigos pero lo que no sabían era la confusión que ocurría en la mente del más alto.

⟨⟨⟨‹‹‹ •••«»••• ››››⟩⟩⟩

- ¿Qué demonios?-se preguntó un ChanYeol de 17 años que se encontraba en el puerto Lotto en la costa de la India arrancando los percebes que estaban pegados al gran barco ELF ahora que era parte de la embarcación tenía que hacer casi todos los deberes mientras que la tripulación seguramente estaba embrigandose en algún bar de mala muerte, en la lejanía se escuchaba un llanto así que dejó su tarea para dirigirse a averiguar de dónde provenía el sonido, corrió por la costa hasta que divisó un pequeño bulto cubierto de algas, saco su cuchillo y con cuidado se acercó a este quitándole las algas de encima dándose cuenta que se trataba de un bebé

- Oh vaya...estás muy pequeño- inspeccionó al recién nacido con la vista mientras se arrodillaba en la húmeda arena que era golpeada suavemente por el mar luego lo cargo dándose cuenta de la aleta dorsal lo cual no le sorprendió pues ya había asesinado sirenas hace meses empezando a ganar su propia fama - así que eres un tritón ¿eh?...estás muy débil pequeña sabandija - paso su mano por la aleta arrancándole una de sus escamas para ver sus detalles - no pasas de los 3 meses,tienes un bonito lila con blanco y parece una almeja tu escama...¿Por qué estás solo? Los de tu especie siempre están en manada- preguntó notando como el pequeño se había calmado al estar en sus brazos así que se puso de pie mirando a todos lados -No te puedo dejar ir, el mar es muy traicionero pero tampoco puedo matarte- murmuró bajando su mirada al bebé que ya dormía- debo estar loco por lo que haré  pero antes te daré un nombre... aprendí a leer hace un tiempo , pequeña sabandija, te llamaré Leviatán -declaró riendo bajito acariciando la mejilla del bebé mientras caminaba- vayamos a robar un poco de leche y pan debes tener hambre pero primero vamos por una cubeta de agua creo que sí cabes en ella.