Como se esperaba hinata perdió la pelea, fue confuso como ganó su contrincante, pero lo que importaba era que hinata se encontraba derrotada evidentemente, con sus ojos exaltados e inyectados de impaciencia y al otro lado de la escena se encontraba su primo; como siempre, enojado, los maestros detuvieron un ataque mortal que se dirigía a la pequeña con ojos blancos.
Por último, naruko, ella no sabía nada, al final solo despertó de sus sueños y se había reincorporado hace poco.
Miraba confundida como levantaban a la chica de pelo negro a una camilla, ¿hasta que punto podían llegar sus ilusiones? ¿hasta el extremo de sacarla de la realidad? de parecerle tan vívido su amor por el hokage. La rubia miró de reojo hacia los asientos de los kages, observando como era la apariencia de su abuelo, no era diferente a como lo recordaba; se veía feliz y con esa aura de sabiduría, tan. . .confiable , con esa misma naturalidad en la que su yo de ese entonces había puesto su amor desinteresado.
naruko- Que asco.
Lo único que quedaba de esos lindos sentimientos eran solo , repugnancia, odio, rabia, era detestable el hecho de ver su cara.
Alguien de repente golpeó a su hombro, dejó de mirar hacia donde el tercero y despertó en la escena, atrás, la persona que la llamó era shikamaru.
—Creí que te importaría más — mencionó con una expresión curiosa, pero aún sin perder su toque normal de pereza.
naruko- ¿Por qué hinata está en la camilla?
Parecía un poco insensible, pero su mente apenas había regresado hasta la época en dónde hinata era ya mayor y su abuelo era como lo recordaba, era confuso y no podía de repente estar al día con sus sentimientos.
—Hinata perdió contra ese chico, esta loco, que fastidio— contestó intentando entender, era inteligente por eso se dio cuenta que ella lo preguntaba en serio.
Ese chico era shikamaru nara, hijo de Shikaku nara y Yoshino Nara. No lo conocía aún, pero estaba segura que era igual que su padre.
naruko- Ya veo. . .
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Naruko y solo Naruko
SonstigesLa oscuridad carcome poco a poco las tierras del fuego, hasta ser consumidas por el karma que ellos mismos criaron como el demonio de las nueve colas, una niña de cabello rubio que emergerá de las sombras para consumar, de una vez por todas, su sueñ...