La oscuridad carcome poco a poco las tierras del fuego, hasta ser consumidas por el karma que ellos mismos criaron como el demonio de las nueve colas, una niña de cabello rubio que emergerá de las sombras para consumar, de una vez por todas, su sueñ...
Sasuke había escuchado todo el discurso de naruko con un rostro oscuro y en conflicto.
Naruko siguió con el abrazo un buen tiempo, al menos hasta que sasuke la empujó abruptamente
Ella solo tenía una sonrisa genuina en su rostro.
"Puedes enojarte conmigo"
A la rubia no le importaba si el chico que tenía en frente la odiaba o la quería, él podía sentir cualquier sentimiento hacia ella, pero definitivamene nunca debía acercarse mucho.
Desde que recuperó la memoria ella fue cada vez recordando a sus dos vidas, conectándose con los sentimientos que sus dos vidas tuvieron y tienen, entre tanta mierda que había recordado a un chico de pelo azabache que llamó su atención.
Sasuke miró con un ceño fruncido a la rubia, ella no reaccionó hacia esto y simplemente le dedicó la mirada más pura que no sabía que tenía.
El chico con un movimiento rápido se volteó, sus orejas se encontraban rojas, pero sus ojos estaban temblando.
—Kakashi sensei, ya tengo lo que necesito, podemos irnos.
La rubia miró con confusión a sasuke.
—Naruko, quédate en mi casa por ahora.
La voz de sasuke era inesperadamente suave.
—Lo que sea que tengas con los aldeanos resuélvelo, volveré para los exámenes chunnin y espero verte aquí.
Después de hablar miró hacia atrás para encontrarse con los ojos azules de naruko.
Aquellos ojos que alguna vez tuvieron un brillo que casi acaparaban al sol ahora parecían tan profundos y fríos como el mar, sasuke sentía que ella había cambiado de una forma extraña.
—Nos vemos después.
El chico se fue primero.
—Naruko, no le diré nada al hokage puedes estar tranquila.
La mirada de la chica cambió a una fría mientras miraba a su sensei.
—¿Que dijo el hokage de mi?
—. . . Que eres una loca asesina y que debías ser capturada o asesinada.
El hombre se acercó a naruko.
Un abrazo inesperado erizó la piel de ella, intentó empujar al sensei como lo había hecho sasuke con ella, pero fue inútil. El largo e incómodo abrazo hizo que la rubia hablara con un tono un poco menos frío.
—Espero que cuide bien de sasuke mientras "hago las paces" aquí en Konoha.
Kakashi soltó a la chica a quien en sus ojos se veía como una niña, él puso la mano en su hombro y le dijo con confianza.
—Puedo intentar ayudarte a que todo se aclare y dejen de molestarte.
La rubia bajó su mirada y respondió en voz baja.
—Por favor, no lo haga más difícil.
La contraparte se tensó al ver que la mano de naruko estaba sumamente apretada en un puño, fue en ese momento que entendió como quería actuar naruko.
—Piensa bien lo que harás, sabes muy bien que esto solo atraerá más problemas.
Naruko miró hacia arriba, parecía como si estuviera pensando en algo. Luego soltó su mano y caminó hasta el balcón, no había nadie afuera y fue fácil para ella mirar el cielo que estaba nublado y oscuro.
—Las personas que siguen el sendero de la venganza nunca terminan bien.
La voz de kakashi se hizo gélida mientras le aconsejaba a la rubia.
—La venganza siempre termina en nada, no ganas nada.
Ella rió.
—Lo sé, no sirve de nada y no hará que las cosas sean como antes. Kakashi sensei, sé que el hokage piensa que estoy loca por ir tras los aldeanos y desquitar todo, pero. . .
La rubia volteó para mirar a la persona.
—Pero no es así, yo hago esto porque quiero y no pienso echarme para atrás.
—Sabes que no acabarás bien. . .
—Sensei, lo que hago lo pensé desde que recuerdo, lo que le hice a esa basura en el bosque no fue un impulso y aunque haberlo hecho no hizo que algo cambiara, no me arrepentí de nada.
El hombre simplemente siguió escuchando, esperando buscar una salida.
—Pensé en perdonarlos y olvidar todo, pero eso no funcionó. Nadie puede decir que no lo intenté.
Los ojos de naruko se volvieron rojos y sus pupilas se alargaron.
—Esto es lo que decidí hacer, si, soy un mounstro, soy un demonio y no me importa.
Kakashi le dedicó a su pequeña estudiante un largo suspiro.
—No se que hacer contigo, se supone que debo decirte que no lo hagas.
Naruko sonrió un poco.
—Aunque me lo diga y me cuente su triste y trágica historia nada cambiará, seguiré con lo planeado.
Al mirar la seguridad de naruko kakashi solo pudo dar otro suspiro pesado, sentía que estaba ya un poco mayor como para estos trotes, él ni siquiera sabía lo que ella había pasado así que no tenía derecho a opinar.
—Aunque sensei, entiendo que lo que pienso hacer afectará más a la aldea que es su hogar, así que no lo culparé por matarme. Sin embargo. . .
De repente la chica sacó un kunai de la nada.
—No se la pondré fácil.
El hombre solo cerró sus ojos con el ceño fruncido y movió la mano en señal de que naruko se calmara.
—Fingiré que no oí nada.
Naruko asintió con seriedad.
—Cuide bien de él.
Al siguiente segundo en el lugar del hombre de pelo plateado solo había hojas.
—Cuídelo bien, porque no sé si yo podré esperarlo.
"No sé si pueda esperar"
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