CAPÍTULO 6

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                          Capítulo 6
Pensamientos, su mente interpretada:

Mi mente revolotean entre la incertidumbre de la situación. ¿¡Ya dije que no me gustaba la incertidumbre!?... Se siente tan bien abrazarlo, pero me recuerdo que no es mi amigo, ni si quiera me atrevería a llamarlo compañero, solo es un tipo que vino como estudiante de intercambio y qué no durará tanto aquí. Pero… ¿Por qué me siento completa? ¿Por qué con él?

— ¡Entonces! ¿Me darías otra oportunidad?— Pregunta Clark, y un suave aire tocó mis oídos, era su susurro.

No quiero responder ahora; dentro de mí sé que no le daré la oportunidad. ¡No soy mala! Pero un ser arrogante, egocéntrico, grosero y mal educado no es bueno para mi vida, estoy orgullosa de ser la única que no ha tomado, o no ha tenido sexo, ni la que ha visto droga en su vida. Estoy feliz con eso, y algo me dice que sí le doy la oportunidad a Clark algo podría cambiar, y le temo a eso.
No sé cuándo tiempo tengo aquí parada, junto a él, entre sus brazos, pero su inesperado cariño y abundancia de amabilidad me tomó por sorpresa; una sorpresa muy reconfortante.

Su perfume danza por el pasillo, embobando a todas las chicas a su alrededor. ¡Que  ingenuas!  Al abrazarlo y reposar mis manos en su marcada espalda, logro sentir una cicatriz cómo si le fueran agarrado algunos puntos. ¿Tendría algún accidente?

— No me toques ahí— Me ordena Clark, sacándome de mis pensamientos.

Me aparta de él. Coloca sus manos en mis hombros, puesta su mirada sobre la mía, observo su pecho levantarse apresurado ¿Se puso nervioso? ¿Por qué? Sus ojos tienen cierto esplendor que no le había visto y en sus labios existe la duda de sonreír.

— ¿Por qué quieres acercarte a mí? — Le pregunto con un tono más fuerte que el imaginado.
— ¿Qué tiene de malo que desee ser tu amigo? ¿Tan malo me veo?— Me pregunta con una suave melodía danzando es su hablar. ¡Sí, es sarcasmo!. Él sabe que se ve como el típico chico malo del salón, ese qué a todas quieren.
— ¿En serio quieres que te responda?— le pregunto con una ceja levantada en forma de ironía.— No necesito tu compañía, no necesito tu inesperada amabilidad, estoy bien— termino diciendo.
— Lorens, habrá momentos que necesitarás amigos, incluso familia. ¡Vendrán cosas difíciles! — me confieso y por tercera vez el día de hoy, me encuentro en estado anonadado.
— ¿A qué te refieres? ¡Estoy harta de tus comentarios sin raíz! ¡De qué pretendas saber cómo soy o de dónde vengo!

Lo empujo apartándolo completamente de mí, pero sin antes arrebatarle algo que me pertenece, mi monedero.

— No quiero que te acerques a mí — le mando a Clark. Pero no se ve molesto, todo lo contrario, una ligera y escalofriante sonrisa se asoma entre su rostro.

Penetrándome con su mirada me dice:
“Ya verás que estaré más cerca de ti de lo que imaginas”.

Sin duda él quiere llamar la atención. Trataré en lo más posible de ignorar sus dramáticos e imprudentes comentarios. ¡No logrará confundirme! ¡No, no lo hará!

— ¡Ah! La clozapina y ácido fólico son unos de los medicamentos más usados contra la Esquizofrenia.— y se aleja, dejándome en una completa vacilación.

Leonard Walker:

¿Qué ha pasado con Lorens? ¿Por qué se tarda tanto?.
Me encuentro solo en el banquillo, observando a todos a mí alrededor, preguntándome ¿Quién sería aquél alumno que me informó y me recomendó estudiar la esquizofrenia? Debo agradecerle qué me haya advertido de manera anónima acerca de esa peculiar clase. Debo admitir que me ha llamado la atención.
No sabía que la esquizofrenia confunde la realidad, te hace escucha voces e imaginar cosas, incluso te hace ver personas que nunca existieron.

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