2. YoonGi

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-¿Estas seguro de esto?

Alzo la cabeza ante la pregunta para ver a mi guardia real y mejor amigo. Jungkook, acercándose hacia mi.

-¿Tienes una mejor sugerencia?.- digo entre dientes. He pasado por esto con él unas mil veces y no puedo ser más claro.

-No. Pero te conozco mejor que nadie. Y sé que estás preocupado.

-Veamos como te va cuando elijas una pareja.- Lo miro con el ceño fruncido y luego voy a mi escritorio, agarrando un par de gemelos para la camisa.

-Oh vamos Yoongi, ambos sabemos que eso nunca sucedera.- e acerca a uno de los asientos en mi oficina y se sienta.- Nunca me liberarás de mi deber real.

Pongo mis ojos en blanco y le enseño el dedo medio.

-Eres libre. Lárgate.

-Ambos sabemos que no quieres eso- Se ríe, pero se inclina hacia adelante, poniéndose serio- Eres mi hermano. Tal vez no de nacimiento, ni de sangre. Pero fuimos educados juntos desde que éramos niños. Si tomo una pareja, será porque me ordenes hacerlo. Mi deber es para mi rey.

-Y por eso tu rey te pide que seas útil- le digo, tomando los gemelos para que me los pusiera.

-¿No tienes sirvientes para eso?- bromea, sabiendo lo mucho que odio al personal real.

Cuando era más joven nunca me molestó. Siempre había personas alrededor para ayudar. Pero cuando crecí, vi que era el trabajo de nuestra familia cuidar de ellos así como ellos cuidan de nosotros. Cuando mi padre falleció y el reinado cayó sobre mis hombros, se convirtió en una responsabilidad. Ahora prefiero mi privacidad, incluso aunque haya alguien en cada esquina.

-Solo hazlo, y cállate.

-Si, mi rey.- Se ríe, y arregla el gemelo.- Él es muy bonito.

-Cuida tu boca- gruño mientras pone el segundo, y doy un paso lejos.

-Solo intento aligerar el ambiente.

-¿Cuándo fue mi animo ligero?- le pregunto mientas me pongo la chaqueta de mi traje y voy al espejo.

-Buen punto.

Por un momento me permito pensar sobre mi novio; su cabello rubio, y sus carnosos labios rosas. Su delicada piel cremosa con un toque de rosa cuando se sonroja. Esos suaves ojos azules que son del color de las mantas para bebes hechas para nuestros hijos.

-¿Piensas en mis nietos?- dice una voz a mis espaldas para ver a mi madre.

¿Cómo puede leerme la mente tan claramente?, es aterrador y asombroso.

-¿No lo hago siempre?- bromeo. Me acerco y le doy un beso en la mejilla y espero mientras saluda a Kook.- ¿Estás listo para la cena?

Mi madre vive lejos del palacio ahora que soy el rey y estoy por casarme. Viene de visita. pero en su mayor parte se mantiene ocupada en sus jardines y perros. Cuando mi padre falleció hace unos años, dijo que finalmente iba a poder disfrutar una vida lejos de las responsabilidades sociales, y que iba a hacer buen uso de esta.

Cuando le dije que estaba listo para tomar un esposo, me sonrió comprendiendo. No puedo evitar pensar que ella y Jungkook hablan más de lo que me hacen pensar. Ella arregló los procedimientos para pedir la mano de mi novio en matrimonio, y se encargó del acuerdo. Sabía qué quería, y tenía miedo de estar en una habitación y que alguien me dijera que el resultado no podría ser lo que alguien quería.

Parte de ese acuerdo será el primer encuentro con mi futuro esposo. La boda está programada para dentro de una semana, pero está será la única reunión hasta ese momento. De todos los planes de la boda se han encargado otras personas. No me importa, sin embargo. Mi resultado final es conseguir a Jimin. Eso es lo único que importa.

Esta noche será la última vez que lo vea hasta que camine por el altar hacia mi. Será suficiente. Tiene que serlo.

La cena será muy pequeña, solo familia cercana en la privacidad de la casa del novio. Es tradición, y una que pensé romper miles de veces. Ya que la tinta está seca en el papel, quería ir con Jimin. Pero la tradición; y una ridícula cantidad de autocontrol, me han mantenido lejos de él. No puedo evitar que una pequeña parte de mí se pregunte si es feliz con el acuerdo. ¿Le gustaré cuando me vea? ¿Aprenderá a amarme?

-Estoy lista cuando ustedes lo estén- dice mi madre mientras desliza su mano por el hueco de mi brazo, y salimos de mi oficina.

Jungkook nos sigue de cerca mientras subimos a la limosina y nos vamos en silencio a la casa de Jimin. Todo el tiempo puedo sentir mi pulso latiendo en mi pecho mientras intento permanecer tranquilo. Puedo hacerlo. Puedo estar en la misma habitación que él, y todo estará bien. Me recuerdo ser respetuoso y amable. Mostrarle que soy la decisión correcta, incluso si él no la tomó. Que seré su rey, su esposo, y el padre de sus hijos.

Cuando hic el acuerdo de matrimonio solo había visto una foto de él. Una foto y mi vida fue puesta de cabeza. Seguramente estar frente a Jimin no será tan difícil.

Miro hacia Jungkook cuando la limosina se detiene. Él me sonríe malvadamente y niega. 

No puedo engañarlo. O a mí mismo.

:)

 Su príncipe  |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora