Su príncipe |Yoonmin|

3. JiMin

-Te ves como una prostituta. Una de esas americanas.- Me giro en el espejo y suelto una carcajada porque sé que está hablando de su favorita, 'Pretty Woman'. No me sorprende; mi maquillaje se parece al de Vivian Ward.

Taehyung sorie detrás de mí. Estamos en su cuarto, preparándonos. No tengo nada de maquillaje así que dependo de él. Cuando sí lo uso Tae tiene que aplicármelo porque apesto en eso. De hecho, soy tan malo que él confiscó mi maquillaje cuando lo tuve. Me dijo que lo hacía por mi propio bien.

-Siempre y cuando no tenga que vestirme como zorra, es perfecto- le digo, haciéndolo reír.

-Digo que lo mantengas simple con la ropa- Tae camina a su cama, donde ha puesto un par de cosas- Esto- toma un traje verde oscuro y una camisa negra.

-No puedo usar eso. Tendré que usar zapatos con suela gorda- esa es la razón por la que ese ha estado en mi armario; sin usar, desde siempre.

-Sí. Te he visto en ellos. Eres un accidente esperando suceder. Así que serán zapatos con suela gorda- toma un par de zapatos negros y los sostiene al lado del traje.

Me levanto de mi silla, los recibo, y empiezo a vestirme, sabiendo que debemos najar pronto. Él empieza a hacer lo mismo y encuentra algo para usar.

Cuando me doy vuelta y lo veo de pie en un traje rojo igual al mío que se moldea a su cuerpo, haciendo parecer que su piel dorada brilla. El rojo siempre ha sido el color de Taehyung; su cabello negro y el rojo parecían combinar.

Nunca podíamos compartir ropa. Tae tiene un buen cuerpo, mientras yo apenas puedo llenar algo. Solo tengo constitución pequeña. Mi gigante esposo me romperá.

-Espera, ¿estás intentando llamar su atención? pensé que lo estábamos asustando- siento un poco de pánico y no sé por qué, pero la idea de mi hermano acabando con él, no es una que me guste.

-Lo que quieras- me mira como si estuviera confundido. Su atuendo es lo que usaría normalmente. Tae siempre se arregle y se ve bien.

-Niños- escucho a mi mamá llamándonos antes que la puerta se abra- Vamos- Nos mira antes de darse la vuelta y salir del cuarto, una copa llena de vino en una mano, como siempre.

Me pongo los zapatos y casi me caigo, pero me equilibro antes de que suceda. Eso hace reir a Tae, y resoplo. Tal vez no deberíamos intentar ser raros.

-Vamos- Taehyung enlaza su brazo con el mío y vamos hacia la sala principal. No puedo evitar preguntarme si ya esta ahí.

-No sé si pueda hacer esto- susurro- Soy muy tímido y no sé si pueda hacerme quedar en rídiculo.

-Estaré ahi. Tenemos esto- lo miro y asiento. Cuando damos la vuelta en una esquina, me congelo, y todos giran a vernos. Bajo mis ojos al suelo, sintiendo el calor expandirse en mi rostro.

Escucho a Tae susurrar en mi oído.

-Santa mierda.

Lo hace tan bajo que solo yo puedo escucharlo. Lo miro y sigo su linea de visión. Está mirando a un hombre de pie con sus brazos cruzados sobre su pecho. Tiene cabello negro y profundos ojos verdes. Tiene una mueca en su rostro que muestra un hoyuelo. Y sus ojos están sobre Taehyung, lo cual es normal. La mayoría de los ojos de los hombres van a el.

Yoongi se para frente al hombre, bloqueando mi visión de él. Sus ojos están fijos sobre mí. Su rostro se ve tenso y molesto. Sus fosas nasales están dilatadas, y doy un paso atrás, y luego otro. Está usando un traje negro, y me pregunto si este hombre tiene algo en contra del color. Empieza a acercarse mientras sigo retrocediendo. Me siento como una ardilla atrapada en un camino, y no sé en que dirección ir, así que sigo moviéndome hacia atrás.

-Cariño, este es el rey Yoongi- escucho decir a mi madre. No puedo apartar mis ojos de él.

De repente, mis zapatos se enredan con la alfombra bajo mi, y estoy cayendo hacia atrás. Eatoy tropezando con mis propios pies mientras intento equilibrarme, pero los zapatos ya están ganado. Antes de que pueda hacer contacto con el suelo, Yoongi me atrapa. Me acerca a sus brazos, y mi aliento se atora en mi garganta. Su calidez me rodea, y su rico aroma a salvia me llena los pulmones. Estoy perdido por un momento en una nube de sorpresa y lujuria, mientras él me mira sin decir nada.

-Hola- logro decir finalmente. Suena agudo e incómodo, y Taehyung resopla. Es lo suficientemente fuerte para sacarme del momento, y muerdo mi labio para evitar reír- Taehyung- digo, con mis ojos fijos en Yoongi- Creo que nuestro plan está funcionando.

Sus ojos se entrecierran sobre los míos, aún así, no habla. La única respuesta que da es una mirada estoica.

-No puedes decir eso en voz alta. Puede escucharte- dice Tae amonestándome.

Si, este tipo no parece que quiera algo conmigo. Después de unos segundos más, me deja sobre ambos pies, pero no me suelta. No me di cuenta cuándo me acercó a su cuerpo que mis pies quedaron colgado. No estoy seguro de querer estar de pie ahora, porque al estar así de cerca, de verdad es muy alto.

-Yoongi- escucho decir a un hombre, y supongo que es el hombre que estaba con él, porque no reconozco su voz- Creo que esta bien.

Como si se diera cuenta que aún me tenía en sus brazos, los deja caer, pero no retrocede.

-¿Tae?

-No, soy Jimin- mi corazón salta en mi garganta. Oh Dios mío, no sabe quien soy. Tal vez, de verdad quiere casarse con mi hermano y nuestros nombres fueron confundidos o algo. Eso es. Tiene que serlo, porque no creo que podamos encajar físicamente. Mi rostro se calienta y pienso en nosotros dos intentando hacer funcionar eso.

-Se quien eres, mi príncipe- Mira hacia mi hermano, apartando sus ojos de mí por primera vez- Taehyung. dice su nombre completo-¿Puedes llevar a mi príncipe a su habitación para quitarle esos ridículos zapatos antes que se lastime?

-Oye, no es mi sirviente- le digo, encontrando mi voz. Bueno, parte de esta.

-Ayudo a Jimin con cosas todo el tiempo- frunzo el seño cuando Tae dice ese comentario al azar.

-Luego ayúdalo a remover esa capa de lo que tiene pintado en su rostro.

Doy un paso atrás. Es un mandón imbécil. Un apuesto, mandón imbécil, pero, aun asi.

-Jimin. Has lo que te dice- medio susurra mi mamá, medio regaña. Yoongi se gira a mi madre. Ella parece enojada, y sé que va a gritarnos a Tae y a mi después.

-No puede darle órdenes. Será mi príncipe en una semana. El no recibe órdenes.- la voz de Yoongi, es tensa y definitiva. Acaba de dar una orden, y será obedecida.

-Excepto por ti, supongo- murmuro, mirando al suelo y dando otro paso atras.

-Todos tus susurros son fuertes. Déjalos en tu cabeza- dice Taehyung desde un lado de su boca.

-Jimin

Muevo mis ojos a Yoongi cuando lo escucho decir mi nombre. Su boca está curvada hacia un costado, y casi creo que podría estar sonriendo.

-Por favor- esas únicas palabras salen de su boca, y se siente extraño en él.

Tomo la mano de Tae, agradecido de tener un momento lejos de él para poder recomponerme. Pero de alguna forma no creo que ese momento sea suficiente.