8. Yoongi

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-Shh, no hagas ruido.

Jimin chilla, y coloco mi mano sobre su boca. Es la tarde siguiente, y me he escabullido en su habitación, sin poder mantener la distancia. De nuevo. Ingresé por una entrada de los sirvientes en la parte de atrás y lo vi caminando hacia el patio de afuera. Puedo ver a un grupo de jóvenes desde aquí; debe estar teniendo una despedida de soltero.

Miro alrededor para asegurarme que nadie me halla visto, y llevo a Jimin a la sombras, donde hay cortinas que nos escudan de la vista. Él se tensa en mis brazos, pero después de unos segundos se suaviza contra mi. Me quedo ahí de pie, sosteniéndolo, con mi mano sobre su boca, esperando por si alguien viene a buscarlo. Escucho pasos y pongo mi mano alrededor de su vientre, bajándola a su pantalón. Deslizo mi mano en la pretina, y luego a sus bóxers.

El hace un pequeño sonido, y pongo mis labios en su oído.

-No podía esperar a la noche, príncipe. Necesitaba una probada.

Hundo mis dedos en su culo, y froto un poco su pene. Luego los saco y los llevo a mi boca, succionándolos hasta dejarlos limpios mientas una sirvienta pasa cerca. Mi dura polla presiona su trasero, mientras él empuja contra esta.

-¿Necesitas a tu rey?.- pregunto, estirándome entre ambos para soltar mi cinturón y bajar la cremallera de mis pantalones. Saco mi miembro libre y lo acaricio unos minutos.-Baja tu pantalón, príncipe. Voy a calmar tus dolores.

Él duda, y veo sus manos temblorosas estirarse y bajar la tela hasta que su parte inferior esta expuesta para mi. Bajo sus bóxers hasta que están en sus rodillas y puedo conseguir lo que quiero.

-Abre tus piernas- susurro cuando los pasos de otro sirviente resuenan en el pasillo. Él hace lo que le pido de nuevo, y mi polla llora de deseo.- Eres sumiso a tu rey. Eso es exactamente lo que haría un buen príncipe.

Mi polla es tan larga y gruesa que mientras abre sus piernas, la empujo entre estas desde atrás, y se asoma delante rozando el suyo.

-Ahora déjame acariciarte.

Hace lo que le pido, dejando que la cabeza de mi polla se fronte aún más. Me muevo de atrás hacia adelante, y si alguien nos viera pensaría que estamos follando. Pero no penetro a mi príncipe. Solo le doy este pequeño placer para asegurarme que no sufra como yo hasta que vaya con él esta noche de nuevo. Porque regresaré.

-Déjame poner la punta dentro para mojarla, príncipe.- vuelvo a retroceder y me deslizo en su abertura, solo un centímetro. Me sorprendo cuando su mano cubre mi polla, para mantenerla ahí.- ¿Me quieres dentro?.- pregunto mientras muerdo su cuello.

Él asiente, y aparta mi mano de su boca.

-No tomaré tu dulce inocencia aquí, Jimin. Pero te daré placer.

Gime mientras saco mi sexo de su abertura y lo deslizo entre sus piernas otra vez. Paso el miembro mojado contra el suyo. Pongo mi mano otra vez sobre su boca porque está haciendo ruido y alguien más está acercandose.

Meto una mano bajo su camisa para apretar sus botoncitos. Mi necesidad es tan fuerte que no puedo contenerme mientras disparo mi semen en el interior de sus muslos. Bajo la mirada y veo que una parte cayó al suelo. Sigo empujando, sin embargo, pretendiendo follar su bonito culo hasta que lo siento apretarme y su cuerpo tensarse en mis brazos. Grita contra mi mano, y le digo palabras dulces y tiernas para animar a su orgasmo a seguir. Veo su carga ser liberada.

Una vez su cuerpo está exhausto, me estiro y subo sus bóxers. Pero antes de apartar mi pene, presiono la punta redondeada en su entrada.

-Ya casi es hora príncipe. Pronto serás mío en cada forma.

Doy un paso atrás y vuelvo a ponerle su ropa en su sitio, dejando dejando el desastre que provoque en él. 

-Ahora ve, príncipe. O llegaras tarde al almuerzo con los jóvenes.- le doy una palmada en el trasero y lo saco de entre las cortinas.

Se tambalea al principio y luego se endereza, pasándose las manos por el pantalón cuando un sirviente paso a su lado. Asiente cuando lo saludan, y debo contener una sonrisa. Está marcado por mi, y me sentirá entre sus piernas hasta que esté de nuevo con él esta noche.

Lo veo unirse a los otros en la mesa, luego me escapo y regreso a mi auto que está estacionado calle abajo. Cuando llego ahí, tomo mi teléfono y hago una llamada.

-Mañana, mueve todo para mañana.

-Pero, su alteza...- el organizador empieza a protestar, pero puedo interrumpirlo.

-Es mañana o es tu trabajo. Tu decides.

Cuelgo y agarro el volante con albas manos. He esperado lo suficiente para tener a Jimin, y no esperare un jodido segundo más. Iré con el esta noche, pero lo quiero unido a mi por la ley real. Y no se confundan, él lo estará antes de que el sol se ponga otro día más.

Lamento la tardanza.

-Toni

 Su príncipe  |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora