-¿No le encanta el cordero asado, su Alteza?
Giro mi atención hacia la madre de Jimin y le sonrío adecuadamente.
-La comida esta deliciosa, gracias. El cordero es uno de mis favoritos.
Bajo la mirada a mi plato, dándome cuenta que no he tocado nada de mi comida. He estado mirando a Jimin desde que entró a la habitación, y no he podido pensar en nada más. Él se quitó todo ese maquillaje de su rostro, y su delicada piel es tan blanca. También se quitó esos zapatos ridículos y se puso unos planos.
Mirando el plato de Jimin, me doy cuenta que tampoco ha tocado mucho de su comida.
-¿Mi príncipe no tiene hambre?
Sus suaves ojos azules se encuentran con los míos, y muerde su labio inferior. La morida sobre su jugosa carne por sus dientes blancos hace que la sangre de mis venas se caliente. Es tan diminuto y pequeño que sería pesado sobre él. Podría aplastarlo con mi tamaño. Necesitaré ser cuidadoso con él. Muy cuidadoso.
Agarro la mesa para evitar acariciar mi erección bajo la mesa. Soy un maldito rey, aun así, parece que no puedo controlarme cuando estoy a unos metros de él. Quiero deslizar mi mano bajo la mesa y llegar hasta él. Quiero abrir sus sedosas piernas y ver su hay dureza esperándome, ver si está afectado por mi.
-Debo admitir que estoy nervioso- dice mirando sus manos e su regazo. Mira a su hermano y luego de nuevo a mi.
Sin poder mantener la distancia más tiempo, me levanto y voy hasta su lado de la mesa. Él me mira sorprendido mientras toda la mesa queda en silencio.
-Acompáñame a dar un paseo, mi príncipe- digo, extendiendo mi mano. No es una petición, pero espero a que acepte.
Él mira alrededor de la mesa, en pánico, por un momento, y su madre también se levanta, como para obligarlo a levantarse. Jimin toma mi mano instantáneamente pero mira a su hermano.
-Creo que es tradición que mi hermano camine con nosotros- mira fijamente a Taehyung, quien rápidamente se levanta y asiente.
-Si, creo que es la tradición. Para usted y el futuro novio no estén solos antes de la noche de bodas- se apresura a decir Taehyung.
-Jungkook- digo, y él está a mi lado más rápido de lo esperado.
-Acompañaré al príncipe Taehyung desde una corta distancia- acepta.
Tomo la mano de Jimin y la pongo en el hueco de mi brazo, llevándolo a la terraza y hacia los jardines más allá.
-¿Hay algún lugar privado al que podamos ir?- pregunto, dando largas zancadas de los espectadores tras nosotros.
-Hay una pequeña fuente más allá de la línea de los árboles. ofrece Jimin y acepto- ¿Pero puede ir más despacio? Creo que mis piernas son un tercio de las suyas.
Me detengo, y el se detiene a mi lado.
-Me disculpo, mi príncipe. Puedo cargarlo- Me inclino para hacer el movimiento, pero él extiende ambas manos para detenerme. Escucho un resoplido tras nosotros y veo a Taehyung cubrirse la boca. Es entonces que recuerdo que no estaremos solos del todo- Si, discúlpame. Daré pasos más cortos.
Me esfuerzo por ir más despacio, pero es difícil. Una vez llegamos al espacio más allá de los árboles, miro hacia atrás y asiento a Jungkook. Él se detiene en el borde, y luego lo veo llevar a Taehyung a un costado. Llevo a Jimin a la fuente y me siento en el borde.
-Por favor, acompáñame, mi príncipe.
La Luna esta fuera, bañándolo en un suave brillo. Quiero pasar mis labios por cada centímetro de piel expuesta y ver si tiene la misma suavidad en todas partes. Él se sienta a mi lado, y giro mi cuerpo para enfrentarlo.
-Sé que este arreglo es una tradición anticuada. Pero hay algunas tradiciones que creo deben mantenerse.
-Sabía que llegaría este día. Solo no creí que fuera tan pronto- Mira su regazo todo el tiempo que habla, así que me estiro y todo su barbilla, haciéndolo mirarme.
-Nunca es demasiado pronto para el amor, mi príncipe- paso mi pulgar sobre su labio inferior, y tengo que contener un gruñido. Es más suave que la seda fina, y eso solo aumenta el ardor de mis dedos. Pero él no esta complacido con mis palabras y se aleja de mi.
-Discúlpeme, su Alteza, pero no estoy acostumbrado a frases como esas.
Es un insulto y un golpe a mis intenciones. No me gusta que se alejara de mi, y me inclino más cerca, intentando cerrar la distancia.
-No es una frase. Soy genuino en la forma en que le hablo.
Deja salir un bufido como si estuviera molesto.
-Eso queda muy claro con la forma en que dice "mi príncipe"
-Eres mío- digo, levantándome y mirándolo- Y vas a cuidar la forma en que hablas cuando te diriges a mi.
Él también se levanta, y su humor calmado ha cambiado a uno desafiante. Su rostro difícilmente me llega al pecho, y tiene que echar su cabeza hacia atrás para mirarme. Pero hay tanto fuego en sus ojos que ahora, lo quiero mil veces más que hace tres segundos. Es casi imposible, pero mi necesidad está disparándose con su rabia.
-Entonces, tal vez debería pensar bien a quién está eligiendo como su príncipe. Estoy seguro que hay una fila de príncipes y princesas que estarían felices de besar su real trasero.
Se cubre la boca con las manos como si no pudiera creer que me hubiera hablado de esa forma. Y para ser honesto, tampoco puedo creerlo. No puedo recordar una ocasión en que alguien me haya insultado, y que me maldigan si no quiero más de ese atrevimiento.
Me inclino hasta que mi nariz queda a centímetros de la suya. Mi sonrisa se vuelve traviesa, y él da un pequeño paso atrás antes de chocar con el borde de la fuente y ya no tiene lugar a dónde ir.
-Creo que he tomado la decisión correcta- su boca forma una fina línea, y desearía besarlo hasta la sumisión. Muevo mi boca a su garganta, tan cerca que mi aliento golpea la delicada piel, debajo de su oreja- Una semana. Una semana y estarás debajo de mi.
Me enderezo y doy un paso atrás justo cuando Taehyung aparece desde una línea de árboles. Su rostro está rojo, y aparta un mechón de cabello de su frente mientras se acerca rápidamente.
-Creo que se acabó mi tiempo- digo mirando a Jimin. Sus ojos están como platos, y sus labios ligeramente entreabiertos. No puedo evitar preguntarme a que sabrá su lengua con las palabras que acaba de escupirme de esta- Buenas noches, mi príncipe.
Mientras me alejo, siento a Jungkook venir detrás de mí. Sigue mi paso mientras voy al frente de la casa.
-Deberías traer al hermano con Jimin cuando venga al palacio. Es tradición para él traer a alguien- dice Jungkook mientras mi mamá se despide de la madre de Jimin y subimos a la limusina.
-Esta bien- digo, queriendo darle a Jimin lo que sea para hacerlo feliz.
Mientras nos alejamos de la calzada y miro por la ventana, juro que siento un par de ojos azules claros mirándome.
No se si quiero u odio a Yoongi :)
Me avisan de algun error.
-Toni
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Su príncipe |Yoonmin|
FanfictionADAPTACIÓN Jimin es un principe y eso viene con responsabilidades. Como casarse con el gigante y cavernícola rey Yoongi, quien parece mas un guerrero que un monarca. Todo sobre él es intenso. En especial la forma en que lo mira. Pero él ha sido comp...