10. YoonGi

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Estoy paseándome por la habitación, tanto, que me sorprende que el suelo no se haya desgastado.

-Cálmate, Yoongi, estará a tu lado en segundos.

Miro hacia Jungkook, quién está apoyado casualmente contra la pared. Quiero golpearlo en el rostro para sacar un poco la agresión, pero sé que no hará ningún bien. Lo único que me hará sentir mejor es tener a Jimin a mi lado. Para siempre.

-¿Qué hora es?.- gruño, y empiezo otro recorrido por mi ruta de paseo.

-Han pasado quince segundos desde que me preguntaste la última vez.- frota su rostro como si creyera que soy ridículo.

-¿Crees que estarías más tranquilo si fuera el hermano el que viniera por el altar hacia ti?- lo desafío.

-Taehyung nunca me haría perder el control así.

No puedo creer que pueda decir eso con el rostro serio. Tan pronto como salen de su boca, está riéndose.

-Bien, bien. Ya veo tu punto. Solo unos minutos más y el suspenso terminará.

Hay un golpe en la puerta, y me detengo mientras Jungkook va a atender. Se asoma y se echa hacia atrás, abriendo la puerta y permitiéndole entrar a la persona.

-¡Primo!

Sonrió cuando veo a mi amigo de la infancia, y como siempre ocupa tanto espacio como yo.

-Es buen verte, Namjoon.- digo, abrazándolo.

-Es un día feliz para ti, Yoongi. Uno que espero tener yo mismo.

Namjoon es rey de su propio país, y pronto elegirá a su pareja. Cuando pienso en como solíamos lanzarnos lodo de niño, no puedo imaginarlo casándose. Pero estoy por hacer lo mismo. La tensión inmediatamente me inunda de nuevo, y Namjoon se da cuenta.

-Los dejare a Jungkook y a ti solos ahora. Estoy seguro que estas ansioso por reclamar a tu novio.- me sonríe y me da una palmada en la espalda antes de salir. Antes de hacerlo, se da la vuelta y se ríe.- Hicimos apuestas para ver si llegas al final de la ceremonia antes de llevar a tu novio a la torre de luna de miel. No me decepciones, primo.

Gruño mientras la puerta se cierra, y Jungkook simplemente niega. Me paseo un poco más, y después de lo que parece un siglo para mi, es la hora. En una ceremonia tradicional, el novio es entregado por ambos padres mientras el otro novio espera con el oficiante. Mientras espero, noto la gran multitud presente, incluso cuando la boda se hizo con poca anticipación para todos. Pero todos podrían ser invisibles para lo que los veo. Toda mi atención esta en las puertas al final del salón mientras espero que se abran.

Es una tortura, pero finalmente el sol brilla a través de estas, y veo a Jimin de pie con sus padres a cada lado mientras camina hacia mi. Esta usando un traje que cubre cada centímetro de su piel. Bien. No quiero que nadie vea lo que me pertenece. La camisa es alta alrededor del cuello. El suave material se moldea a su cuerpo, mostrando su pequeña cintura y muslos fuertes. Es tan pequeño y delicado, pero joder, su cuerpo esta hecho para crear herederos. He elegido al mejor para tener hijos. 

Mi polla se endurece ante su visión, y quiero arrancarle la ropa y hundirme en él. Mis ojos recorren la parte inferior, la tela escondiendo lo que es mío. Fácilmente podría arrancarlo, y la idea me hace sonreír. Voy a dar un paso para acercarme, pero siento un agarre en mi brazo, haciéndome retroceder. Cuando me giro, veo a Jungkook a mi lado, sosteniendo mi brazo y negando. Maldita sea.

Aprieto mis puños a mis costados y espero a que Jimin llegue. El oficiante dice unas palabras a las que no les presto atención, y finalmente su familia esta besando su mejilla y entregándomelo. Una vez tengo su mano en la mía, su pulso se desacelera un poco. Quiero robármelo de todo esto y tenerlo solo para mi, pero sé que tengo que esperar a que se digan unas palabras.

Mientras el oficiante habla, lo ignoro. Quiero poder ver sus ojos cuando sea hecho mío.

-Eres el hombre más hermoso que he visto, mi príncipe.- digo, tocando su mejilla.

Se sonroja de un profundo tono rojo, y tomo ambas manos en las mías mientras esperamos. Más palabras son dichas, pero solo miro a mi príncipe y pienso en todas las cosas que haré cuando este debajo de mi. ¿Cómo sonara? ¿Por qué rogará cuando le de más placer del que jamás se ha imaginado?

-Puede besar a su príncipe.- escucho que dice el oficiante, y esa es la señal que le da fin a la ceremonia.

Agarro su rostro suavemente con mis dos granes manos. Y coloco mis labios suavemente sobre los de él y luego saco un poco mi lengua. Gruño contra sus labios cuando siento su lengua tocar la mía. Es una promesa de las cosas por venir, y no se cuanto tiempo pasará para que pueda cumplir mis promesas.

Quería salir con él sobre mi hombro, pero sé que se merece una hermosa boda, incluso aunque no me interesa eso. La boda es simplemente un medio para hacerlo mío. Pero cada príncipe y princesa debe tener el día que ha querido desde el nacimiento, y estoy determinado a dárselo.

-¿Vamos, mi esposo?.- digo, extendiendo mi mano y llevándolo a la fila de la recepción.

Jimin me mira un poco sorprendido antes de enlazar su brazo con el mío y asintiendo para que lo guie. La fila de la recepción es larga, y sé que seremos saludados por las personas entregándonos buenos deseos y dignatarios por un largo rato. Pero no planeo dejar ir a Jimin mientras esto sucede. La gente puede decirle 'hola', pero nadie toca a mi príncipe.

Avíseme cualquier error.

-Toni

 Su príncipe  |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora