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Hitoshi Shinso quería ser un héroe. Su don fue motivo de múltiples discriminaciones y de acoso. Fue llamado villano por sus compañeros y pese a todo, su sueño seguía en pie. Él lucharía hasta donde pudiera con tal de poder ser un héroe y salvar gente. Estaba preparado para callar bocas y demostrar todo su potencial.

Desgraciadamente su poder no significaba mucho para la U.A. Sin poder demostrar su potencial fue puesto en el salón de generales en vez de algún salón de héroes. Quizás al inicio fue un poco difícil de aceptar pero estaba empeñado en hacer hasta lo imposible para llegar lejos.

Tras unos toques recibió un "Pase" y sin esperar mucho se adentró. Era el salón de maestros que para ese momento solo se encontraba un solo profesor, el único que él necesitaba. Claro, lo había preparado con anterioridad para lograr hablar con él.

—Aizawa sensei. ¿Me permite un momento? —preguntó formal al entrar al salón.

El profesor estaba terminando unos informes pero dejó su labor a medias para prestar atención al chico peli morado. Asintió para que el chico hablara.

—Me gustaría ser su alumno, que me pueda ayudar y apoyar para entrar al grupo de héroes. —pidió de forma seria mientras hacía una reverencia. Quizás su voz no lo denotaba pero estaba bastante entusiasmado.

Aizawa lo miraba serio, parpadeaba lento mientras juzgaba con su mirada. O al menos Shinso así lo sentía. El silencio era algo tenso y con el paso de los segundos comenzaba a sentirse nervioso.

—Bien —respondió Aizawa después de un buen rato en silencio. En realidad habían sido casi dos minutos pero el chico lo sintió como media hora—. Pero debes de saber que no te la dejaré sencillo.

—Entiendo eso. Se lo agradezco. —agradeció haciendo nuevamente una reverencia.

—Te vas a levantar todos los días a las 4 de la mañana para ir a correr, te veo a las 5 en el patio central. Si no eres puntual, no te entrenaré. —finalizó mientras regresaba su mirada hacia su computadora y comenzaba a teclear rápidamente sumergido en su trabajo.

—¿No puede ser en la tarde? —preguntó haciendo un gesto de desagrado, recibió una mirada temeraria por parte del profesor en respuesta —De acuerdo, ya entendí. Mañana a las 5.

—Sales a correr a las 4. —volvió a recordar.

Shinso bufó mientras salía de la oficina. Quizás no había sido buena idea pedirle ayuda. Pero tenía esperanzas de volverse mejor y capaz de todo.

Fue así como se dio el inicio del arduo entrenamiento de Hitoshi. Aunque en realidad no tuvo un buen inicio.

—Estoy aquí. —comentó el peli morado topándose con su nuevo profesor que lo esperaba en el campo central.

Aizawa vestía su típico traje negro y estaba listo con sus googles y su bufanda orbital. Apenas escuchó al chico y de un rápido movimiento logró derribarlo.

—Corriste solamente media hora. —comentó Shouta dirigiéndole una mirada temeraria.

—¡¿Me estaba espiando?! —preguntó el chico intentando soltarse del agarre de la bufanda sin mucho éxito.

Aizawa resopló quitando su agarre dejando que el chico se pudiera levantar.

—No, pero me lo acabas de confirmar.

Shinso sintió como había caído en la trampa.

Pronto comenzaron una pelea sin previo aviso. Claramente el menor tenía todas las de perder, su condición y habilidad física eran deplorables. No era rápido, no era fuerte ni tenía técnica alguna de pelea. Pero aquello fue suficiente para que Aizawa pudiera maquinar una rápida solución para poder ayudarlo a mejorar lo más pronto posible.

Si el peli morado iba a querer mejorar, debía esforzarse el doble o triple que los demás para lograr mejorar. Debía aprender a sacar el máximo de su particularidad y aprender a manejar situaciones donde no pudiera usarla en combate.

De cierta forma Aizawa había aceptado porque se vio a sí mismo en el chico. Hubo momentos en los que no se sentía suficiente para poder ser un héroe. Había tenido grandes errores en su trayectoria por no tener fuerza o habilidad física. Se había tenido que esforzar demasiado para poder mejorar y poder pelear sin depender de su poder. Convirtió su cuerpo en su mayor arma.

—¡Patea más rápido! ¡Pies firmes en el suelo! ¡Siempre mantén consciencia de tu alrededor! —gritaba a cada minuto.

No iba a ser fácil entrenar a un chico que tenía nula experiencia en ataques físicos.

—Descansa. —ordenó mientras se detenía.

Shinso inmediatamente cayó rendido al suelo mientras jadeaba de cansancio. Estaba sucio, sudado y muy adolorido. Estaba a nada de renunciar pero el recuerdo de su sueño lo mantenía en pie en aquel lugar.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el profesor lanzándole una botella de agua.

Debido al cansancio no alcanzó a atraparla y ésta impactó sobre su cabeza tirándolo al suelo nuevamente.

—Como si un tractor hubiera pasado por encima mío tres veces. —alcanzó a susurrar con mucho esfuerzo mientras se incorporaba y bebía agua.

—Mañana sentirás como si el tractor cargado de dos elefantes pasará cuatro veces. —sentenció el profesor obteniendo una mueca de terror como respuesta del chico.

Shinso solo se podía cuestionar si aquello había sido una buena idea.

Nueva Sensei (Shinso Hitoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora