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Aizawa se había tomado un par de días de descanso absoluto pero gracias a que había mejorado rápido se le había permitido regresar a algunas de sus actividades como docente, sin embargo, ocuparía de ayuda de un asistente ya que no se debía de sobreesforzar. Tetsu fue su primera elección, confiaba plenamente en ella y sabía que si hacía algo mal podía amenazarla con decirle a su mamá.

La chica solía estudiar en casa algunos temas de su interés por lo que en realidad tenía mucho tiempo así que no dudó en ayudar a su tío.

—¿Seguro de que no quieres tomar otros días de descanso? —preguntó la chica al notar que Aizawa aún no caminaba del todo bien.

—No, estoy bien. Aparte los siguiente días de descanso ya no serían pagados.

Ella rió un poco mientras caminaba por detrás de su tío. Pese a ya haber entrado a la U.A. nunca había caminado por aquellos pasillos, solamente se le permitía entrar al salón de maestros cuando acompañaba a su tío.

Al ser joven y no tener uniforme la gente la veía un poco extraño. Quizás eran sus marcas de tinta en su brazo, había pensado mucho en que usar de ropa ese día pero terminó optando por una camisa negra junto a un jean común. Ahora que lo pensaba quizás debió usar una de manga larga.

El salón quedó en silencio total en cuanto ambos parientes ingresaron. Claramente las vistas se posaron en la chica pero ella la regreso de forma fría causando un poco de temor.

—Vayan a cambiarse por el uniforme deportivo —ordenó Aizawa— .Hoy tendremos una prueba práctica. Jugaremos a Captura a la reina. Nishida será la reina —tomó a la chica de los hombros poniéndola frente a él para que supieran de quien hablaba—. El primero que logre llevarla de vuelta a la base será quien obtenga la mayor calificación.

Un chico de cabello amarillo y un extraño mechón negro despeinado que evidentemente la chica desconocía levantó la mano.

—¿Nishida-san es su hija?

Casi de forma inmediata, el chico que se sentaba detrás de él que tenía un extraño pelo en pico en un rojo muy brillante le soltó un pequeño golpe en la coronilla de la cabeza. Esto ocasionó la risa de algunos.

—¿Estas tonto? —bromeó el chico pelirrojo —¿Que no ves que se apellidan diferente?

Mientras que el rubio se sobaba la cabeza se dio media vuelta sobre su pupitre para mirar a su compañero.

—Puede ser su hija secreta.

Los ojos del pelirrojo se abrieron de golpe. Casi como si hubiera recibido una respuesta divina.

—Tienes razón —susurró aún algo impresionado, dirigió su mirada hacia la chica mientras sonreía—. ¿Eres la hija secreta de Aizawa sensei? —preguntó con asombro.

Era casi como si aquellos dos compartieran una neurona o al menos así lo percibió Nishida.

Aizawa miró a la chica a su lado y alzó la ceja, la chica lo entendí y dirigió su mirada a ambos chidos. Muchos notaron como su ojo de un particular color amarillo comenzaba a brillar. Casi al mismo tiempo ambos chicos se tambalearon sobre sus sillas y cayeron al suelo. Intentaban levantarse pero sus piernas fallaban. Al final terminaron ayudando apoyándose del otro como si fueran Bambi recién nacido.

—Suficiente —ordenó Aizawa poniendo una mano en el hombro de la chica para que los dejara en paz, los chicos finalmente lograron levantarse bastante confundidos —. Ella es mi sobrina. Diría que por favor cuiden de ella pero más bien debo de decir: Cuídense de ella.

Ambos tragaron saliva sin comprender qué era lo que acababa de suceder.

Pronto ya se encontraban en el lugar donde harían aquella práctica. El terreno central no tenía nada más que piso pero gracias a un maestro con una extraña cara rectangular fue que un laberinto extenso fue creado.

Nueva Sensei (Shinso Hitoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora